Hablar del comercio entre Estados Unidos y México no es referirse solo a los buques, los contenedores o las grandes exportaciones; es hablar de personas que, al final, pagan los platos rotos de una relación bilateral complicada.
Miles de comercios en el país del norte que venden o trabajan con productos mexicanos, se salvaron de ser afectados por los aranceles que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planeaba imponer a México
Aunque la idea era castigar a México por supuestamente no controlar la migración indocumentada, los más afectados habrían sido los consumidores, tanto mexicanos como estadounidenses, pues los comerciantes trasladarían el incremento hacia sus clientes.
Tiendas, restaurantes y todo tipo de industrias ofrecen y consumen productos importados de México; todos se habrían visto afectados de aplicarse los nuevos aranceles a las mercancías mexicanas.
No se trata de una presencia marginal. México está presente en las grandes ciudades y los pueblos más pequeños. Ahí donde es “territorio Trump”, donde el mandatario norteamericano tiene sus mayores apoyos, ahí también está lleno de productos mexicanos.
Afectados en territorio Trump
Es una tarde cualquiera en el condado de Denton, una pequeña ciudad al norte de Texas, y Francisco Ledezma da los últimos toques a las piñatas que trae desde Querétaro para abastecer algunas tiendas latinas en este estado de la Unión Americana.
Mientras arregla algunos papeles de colores que se despegaron de las piñatas por el viaje de más de mil 700 kilómetros que hace desde México, Francisco dice que las amenazas del presidente Donald Trump vinieron por la época electoral que se vive en Estados Unidos y que, lamentablemente, afectaría solamente a los consumidores.
“Mientras exista ahorita lo de las elecciones va a estar este problema. Ya que terminen, se va a normalizar.
“Este señor (Donald Trump) es un comerciante que con todo mundo se anda peleando. Nada más está toreando”, acusa.
Hace ocho años, Francisco y su familia comenzaron a exportar piñatas hacia los Estados Unidos. Los costos de exportación son sumados al precio que él ofrece a sus clientes, mayoritariamente tiendas hispanas, quienes las comercian a los consumidores finales.
En cada viaje, Francisco transporta más de mil piñatas a Texas, en donde tarda 25 días para completar su ciclo de ventas que comienza en Laredo y termina en el llamado Metroplex —Dallas y sus condados conurbados—.
Francisco asegura que ni él ni su negocio se hubieran visto afectados por los nuevos aranceles, pues si su costo de producción, exportación y transporte se incrementa, su empresa pasará la factura a sus clientes, quienes a su vez la pasan a los consumidores finales.
En las industrias donde hay productos mexicanos se esperaba un impacto negativo para las familias y las grandes empresas importadoras
En Denton, el 57.1 por ciento de la población votó por el hoy presidente Donald Trump en el 2016; y apenas el 37.1 por ciento, por Hillary Clinton.
En los supermercados abundan los productos mexicanos, principalmente frutas y verduras, pero también otras mercancías, desde jabón hasta aceites de cocina.
Aquí y allá se ven etiquetas que anuncian su procedencia: Product of Mexico —Producto de México— o Made in Mexico —Hecho en México.
Marisol Viveros, una trabajadora de origen mexicano, de 30 años de edad, indicó que su bolsillo se hubiera visto gravemente afectado de aplicarse los aranceles progresivos en un 5 por ciento mensual, pues casi el 90 por ciento de sus compras básicas son de productos mexicanos.
“Creo que a todos nos afectaría, también a los mismos americanos, porque ellos consumen muchas cosas de nosotros, así que no solo nosotros seríamos afectados.
Como todas las decisiones que ha tomado Trump para según él detener la migración, no va a servir. A final de cuentas no solo nos perjudica a nosotros, perjudica también a su misma gente
Ernesto Navarro, supervisor de las cocinas de “La Michoacana”, una cadena de supermercados de productos hispanos, manifestó que un arancel de la naturaleza que propuso el presidente Trump afectaría a toda la comunidad, no solo a los negocios latinos.
“Lógicamente tendríamos que hacer un incremento (de los precios), me imagino que dadas las medidas, también se tomarían medidas dentro de la corporación de esta compañía.
“Mucha gente anglosajona busca este tipo de mercados y, desde luego, nuestra comunidad hispana, sea Centroamérica, Sudamérica y México, pero quiero que sepa que estamos ganando mucho terreno anglosajón, mucho cliente norteamericano llega no solo por nuestros productos, sino también llega por nuestras comidas que fabricamos aquí dentro de los establecimientos”, remarcó Ernesto.
En todas las industrias donde hay productos mexicanos ya se esperaba un impacto negativo para los consumidores finales, desde las familias hasta las grandes empresas, que ahora ya respiran aliviados al quedar conjurada la aplicación de estos aranceles.
