‘México está triste’
Los pasos de miles de manifestantes volvieron a llenar el Centro Histórico y el Paseo de la Reforma, y sus gritos retumbaron los edificios que han visto pasar cientos de marchas, pero quizá ninguna tan diversa.
Imelda Garcíahttp://youtu.be/d6rE5xO59YY
Los pasos de miles de manifestantes volvieron a llenar el Centro Histórico y el Paseo de la Reforma, y sus gritos retumbaron los edificios que han visto pasar cientos de marchas, pero quizá ninguna tan diversa.
Padres de los algunos de los 43 jóvenes desaparecidos, activistas, estudiantes, miembros de iglesias, padres de familia, extrabajadores de Luz y Fuerza del Centro, padres de familia y ciudadanos, acudieron este 1 de diciembre a marchar del Zócalo al Ángel de la Independencia en protesta por el segundo aniversario de la toma de protesta de Enrique Peña Nieto como presidente de la República.
El recorrido fue realizado en paz por los contingentes que decidieron marchar en sentido contrario a lo acostumbrado, en prevención a que hubiera algún enfrentamiento con elementos policiacos, como ocurrió el 20 de noviembre pasado.
Por eso, ahora decidieron marchar del Zócalo hacia el Ángel de la Independencia.
Las banderas de México en color negro dominaban el cielo de la marcha.
“Es una muestra de luto, de que México está triste por todo lo que ha pasado y porque no sabemos qué tanto nos falte vivir”, comentó Rosaura Villalba, una trabajadora jubilada que acudió a marchar con su familia.
Del mitin en el Ángel de la Independencia surgió la convocatoria para la siguiente concentración el 6 de diciembre próximo, fecha en que se conmemoran la entrada a la Ciudad de México de los ejércitos de Emiliano Zapata y Francisco Villa y para la que se prepara la toma simbólica del Distrito Federal.
“No solo será una fecha para la conmemoración, sino un emplazamiento para la presentación con vida de nuestros compañeros”, lanzaron en el mitin.
El reclamo en común de todos los manifestantes, “¡Fuera Peña!”, se unió a la promesa de quienes se encontraban presentes: “¡No están solos!”.
De ese mitin también surgió el rechazo al decálogo presentado por el presidente Peña Nieto para solucionar la crisis de seguridad que se vive en el país.
“No nos distraiga con propuestas de risa, queremos soluciones concretas, queremos justicia.
Cuando declaramos que ‘Todos somos Ayotzinapa’, es un grito para pedir que de castigue a los culpables, no para buscar su simpatía. Peña Nieto: tú no eres Ayotzinapa. Enrique Peña Nieto, tú no eres Ayotzinapa”, dijo uno de los participantes en el evento central de la protesta, ante el coro de los miles de manifestantes.
De ese mitin también surgió la convocatoria a unir esfuerzos para buscar soluciones a la situación que se vive en el país.
Denise Dresser, analista y politóloga del ITAM, fue invitada al templete para dar un mensaje.
En medio de aplausos, Dresser dijo que los mexicanos ya están cansados de un procurador cansado de dar respuestas, de un presidente que “vive en una casa de siete millones de dólares”, que se hable del Estado de Derecho como si existiera, y se hable de acciones para combatir la corrupción, cuando ésta se practica en todos los niveles de gobierno.
“Nos han dicho que lo nuestro es callar, aceptar el martirio y el caliz, empujar como Sísifo esa roca que cada vez pesa más.
“Pero con fecha de esta noche, México puede ser distinto. La tarea es enorme y nos incluye a todos, todos los que estamos aquí esta noche y que amamos a nuestro país”, arengó Dresser, ante miles de gritos de apoyo.
Los familiares de los normalistas desaparecidos pidieron el apoyo de la ciudadanía para que su causa no sea olvidada.
“No nos dejen solos”, fue la petición.
Al final del mitin, pasadas las 20:00 horas, un grupo de jóvenes encapuchados y armados con cadenas, palos y tubos hizo su entrada en la zona del Ángel de la Independencia por la calle de Florencia.
Al grito de “No es violencia, es resistencia”, los jóvenes rompieron los vidrios de varios establecimientos, entre ellos un banco, una tienda de conveniencia y otros negocios.
Minutos después hicieron su aparición elementos del cuerpo de Granaderos, quienes caminaron por Paseo de la Reforma detrás del grupo de jóvenes violentos.
Algunos manifestantes que quedaron en la zona del Ángel de la Independencia, reclamaron a los policías que llegaron, a quienes les gritaban pidiendo que no reprimieran a los jóvenes y, más bien, se unieran a su lucha.