En un ejercicio “inusual” de análisis, acuerdos y fijación de posturas, el Ejecutivo federal, representado por Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores y el Senado de la República sostuvieron una reunión de trabajo para definir los puntos finos a definir con su contraparte estadounidense en las negociaciones sostenidas, previas a la firma del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Los integrantes de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), que preside el senador Ricardo Monreal y la presidenta de la Mesa Directiva, Mónica Fernández Balboa, se reunieron por más de cuatro horas con el canciller Marcelo Ebrard; la secretaría de Economía, Graciela Márquez y Jesús Seade, subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, quien tendrá la encomienda de viajar al país del norte y sostener las posturas mexicanas.
Entre los temas que abordaron está el laboral, donde México mantiene su posición de rechazar todo intento de verificar a las empresas mexicanas por parte de los Estados Unidos, aunque ven con muy buenos ojos el establecimiento de paneles para acuerdos.
En lo referente al acero, Marcelo Ebrard, quien en todo momento contó con el respaldo de todas las fuerzas políticas en el Senado, manifestó que México se pronuncia por un plazo de cinco años para que el 70 por ciento del acero fundido sea de origen estadunidense, pero rechaza la misma medida para el aluminio.
“México no aceptará cambios propuestos por Estados Unidos en materia laboral ni en el acero y aluminio”, subrayó.
Explicó que en esta reunión se consultó el planteamiento de inspecciones directas o fórmulas de presencia de funcionarios de Estados Unidos en territorio mexicano para supervisar plantas o empresas en el ámbito laboral.
“Evidentemente eso no es aceptable, ni se aceptará. En eso hay consenso de todos”, agregó.
En la reunión abordaron también lo relativo al medio ambiente, donde México acepta las propuestas de los Estados Unidos, aunque “tenemos una posición mucho más de avanzada, empezando por el cambio climático”, puntualizó el canciller.
El titular de la SRE señaló que hay muchos detalles por tratar, pero la pericia del subsecretario será fundamental para transmitir a la parte estadounidense lo decidido por el gobierno y el Senado mexicano; por lo pronto, agregó, hay que esperar la reacción de los socios.
Precisó que no se admitió ningún otro tema, porque el 90 por ciento del Tratado no está sujeto a discusión o a revisión.
Por su parte Ricardo Monreal dejó en claro que este encuentro no sustituye el proceso legislativo para analizar, y en su caso, aprobar las posibles enmiendas al T-MEC.
“Vamos a esperar los tiempos formales en los próximos días para que nos comuniquen por los conductos oficiales sobre el protocolo de enmiendas”, agregó.
Resaltó que fue muy oportuno y correcto que el Tratado haya sido ratificado por el Senado hace varios meses. Si no se hubiese dado así, “estaríamos discutiendo en este momento aspectos torales del mismo. Ahora no y se acotan sólo los temas que comentó el canciller”.
La presidenta de la Mesa Directiva, Mónica Fernández Balboa, reiteró la importancia de este ejercicio, pues por primera vez el Ejecutivo consultó al Legislativo sobre el estado de las negociaciones internacionales en proceso.