México, país de tránsito y refugio para migrantes

Más de 194 mil personas han pedido refugio en México en los últimos 8 años para escapar de factores como la pobreza y la violencia que viven en sus países; la mayoría de las solicitudes provienen de Centroamérica
Laura Islas Laura Islas Publicado el
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México se ha convertido en un país de refugio y no solo de tránsito para decenas de miles de migrantes que escapan de un contexto de pobreza y violencia.

En los últimos años, el número de solicitantes de asilo pasó de 2 mil 137 peticiones, en 2014; a 70 mil 440, en 2019, año en el que más personas han realizado este trámite.

De acuerdo con las cifras de la Comisión Mexicana de Ayuda a los Refugiados (COMAR), de 2013 a marzo de 2021, han solicitado refugio un total de 194 mil 146 personas.

Tan solo en marzo pasado se registraron en México 9 mil 076 solicitantes de asilo, un 29.8 por ciento más que en el mes anterior, lo que suma un total de 22 mil 606 en el primer trimestre del 2021, un 221.3 por ciento más que en el mismo periodo del 2020.

Las estadísticas revelan que Honduras es la nación con más solicitantes desde el 2019, mientras que Cuba, Haití, El Salvador y Venezuela son los países que durante esos años se han mantenido dentro de las primeras cinco posiciones.

El número de migrantes solicitantes de asilo pasó de 2 mil 137 peticiones, en 2014; a 70 mil 440, en 2019.
El número de migrantes solicitantes de asilo pasó de 2 mil 137 peticiones, en 2014; a 70 mil 440, en 2019.

Cambio de patrón

Luciana Gandini, coordinadora del Seminario Universitario sobre Desplazamiento Interno, Migración, Exilio y Repatriación (SUDIMER) de la UNAM, dice que ha habido un cambio en el patrón migratorio regional, lo que puede explicar que cada vez más personas pidan refugio en el país.

Ha habido en los últimos años un cierre de fronteras y un mayor control migratorio en lo que llamamos los países del norte global, en el que se situaría Estados Unidos, el típico país receptor durante mucho tiempo, como también muchos países de Europa
Luciana GandiniCoordinadora del Seminario Universitario sobre Desplazamiento Interno, Migración, Exilio y Repatriación

La especialista menciona que esta reconfiguración no solo está ocurriendo en México, sino que hay una tendencia en toda América Latina, donde la mayoría de los países se están convirtiendo en receptores de población, ya que muchos de los que migran lo hacen de manera forzada porque no tienen otra alternativa.

Aunque México tiene una tradición de refugio, explica, fue hasta el 2011 cuando se creó la Ley de Refugiados, Asilo Político y Protección Complementaria. Esto, sumado a un mayor conocimiento de la población centroamericana y de otras nacionalidades, ha fortalecido el incremento del refugio en México.

Gandini dice que esta es una tendencia que seguramente llegó para quedarse al menos un tiempo.

“El impacto que tuvo la pandemia fue muy pequeño, pensamos que esto iba a retener la migración (…) y fue muy pequeño, te diría que impactó entre abril, mayo y junio, y luego se retomaron los mismos niveles y este año las solicitudes se incrementaron a niveles históricos”.

La catedrática de la UNAM explica que hay que pensar en acciones mancomunadas con organismos internacionales como ACNUR, gobierno y sector privado; un ejemplo es el programa de integración local y reubicación que está operando en Saltillo y otras ciudades del norte que está fortaleciendo a esta población.

“Lo que se ha recomendado muchas veces en la academia u organizaciones gubernamentales es que algo muy simple como que las reglas de operaciones, los procedimientos de un programa o de una política pública indiquen que también aplican para la población migrante y refugiada”, señala.

Además, aunque puede parecer que el número de refugiados es muy alto, menciona que de acuerdo con el último censo del INEGI, en México solo hay 0.96 por ciento de personas migrantes; mientras que 52 mil 098 personas han recibido refugio o alguna protección complementaria, lo que es el 0.04 por ciento de la población.

“Esta lejísimos México de ser un país migrante respecto a muchos otros países de América Latina. Sí, está convirtiéndose en un país de destino, pero las cifras son muy pequeñas”, señala.

El centro de ayuda para migrantes pasó de atender a 8 o 9 personas al día a recibir solicitudes de unas 70 en marzo pasado.
El centro de ayuda para migrantes pasó de atender a 8 o 9 personas al día a recibir solicitudes de unas 70 en marzo pasado.

Ayuda para migrantes en el camino

Desde que comenzó la pandemia de COVID-19, el albergue Migrantes Toribio Romo A.C, con sede en Querétaro, ha brindado refugio a 230 personas en su camino a Estados Unidos en promedio cada mes.

El presbítero Aristeo Olvera es quien dirige este lugar que no tiene fines de lucro y que se sostiene con donaciones voluntarias.

Sí ha habido un incremento fuerte en cuestión de migrantes en su paso por el estado, al menos aquí en el albergue hemos tenido una gran afluencia en todos los meses sobre todo en febrero y marzo, una gran afluencia desde personas migrantes, tanto adultos como menores de edad
Aristeo OlveraSacerdote

El albergue —ubicado en la Parroquia San Pedro Apóstol, en la privada Campesinos de la Colonia San Pedrito Peñuelas, en Santiago de Querétaro— pasó de atender a 8 o 9 personas al día a recibir solicitudes de unas 70 personas en marzo pasado, muchas veces acompañados de menores de edad.

Sin embargo, debido a la contingencia sanitaria por coronavirus, solo tienen acceso para 50 migrantes.

“El albergue de Migrantes Toribio Romo en la labor de la Iglesia estamos siempre para sumar en estas situaciones de atender a las personas vulnerables en este sentido, como son los migrantes”, dice.

Sin embargo, debido a que tienen recursos limitados, el presbítero hace la invitación a quien así lo desee a donarles todo tipo de ayuda, ya sean desde jitomates, cebollas y papas, hasta productos no perecederos.

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