"No estamos insensibles, que no nos pasa de noche por la mente lo que se está viviendo”
Ante la ola de mexicanos que han sido deportados de Estados Unidos, la Ciudad de México recibió a cerca de 6 mil ciudadanos en el último año, que manifestaron como lugar de destino o residencia a la capital de la República.
La ciudad ha resentido el impacto de las deportaciones, pues en el periodo de 2010 a 2015 el flujo de repatriados es de casi 2 millones de personas que en primera instancia llegan a esta capital y de los cuales, algunos deciden volver a sus estados de origen, otros más se quedan.
Con la alerta de deportaciones masivas que pueden registrarse este año y los venideros, ya se analiza de qué manera se refuerzan las políticas públicas para lograr su reincorporación socio-laboral de los paisanos.
Las autoridades locales ha comenzado por desmenuzar la información que reportan las autoridades migratorias para conocer el perfil del mexicano que por años vivió y trabajó en los Estados Unidos y que hoy se ve obligado a volver a México.
La mayoría de los repatriados se ganaban la vida en los Estados Unidos como ayudantes generales, chef, pintor en edificios o construcciones, soldadores, en el campo y hasta actividades de contabilidad, según cifras oficiales obtenidas por el Instituto Nacional de Migración.
Con base en estas estadísticas, la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo de la Ciudad de México busca la manera de canalizar esta mano de obra, en su mayoría hombres mayores de edad, que a su regreso y después de años intentan incorporarse a alguna actividad productiva para obtener ingresos, pues dejaron familias que deben mantener.
Cambio brusco
De esos 6 mil mexicanos repatriados que en el 2016 llegaron a la Ciudad de México provenientes de diversos estados de la Unión Americana, el Gobierno de la Ciudad brindó apoyo a través del Seguro de Desempleo a 314 personas repatriadas (260 hombres y 54 mujeres), que por un lapso de 6 meses recibieron 2 mil 150 pesos mensuales.
Para este año el incentivo económico se incrementará tan sólo cien pesos más al mes, de tal manera que los beneficiados por el Seguro recibirán 2 mil 264 pesos, en tanto se incorporan a una actividad que les garantice los ingresos.
Los 2 mil pesos al mes de dicho seguro equivaldrían a menos de cien dólares norteamericanos, que un migrante podría ganar en dos días en los Estados Unidos por labores como poda de árboles, pintura o ayudante en general, cobrando 10 dólares por hora de trabajo.
Del 2008 a 2016, periodo que comprende el último tramo de la administración de Marcelo Ebrard y la actual de Miguel Mancera, se ha proporcionado este seguro a 4 mil 18 migrantes mexicanos.
La cifra de asegurados por desempleo en la capital registró su nivel más alto en el 2009 con 943 beneficiados.
Ya en la actual administración se entregó a 340 personas en 2013, a 423 en 2014, a 247 en 2015, y 314 el año pasado.
La misión de Mancera
En esta coyuntura política y económica internacional, el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera ha tomado como estandarte el apoyo que desde el gobierno se debe brindar a los mexicanos que son deportados.
Sin perder de vista que el político tiene aspiraciones presidenciales rumbo al 2018, ha dado instrucciones para que diferentes dependencias ajusten sus políticas sociales a fin de incluir a los migrantes.
El mandatario capitalino ha viajado a Estados Unidos, específicamente a Los Ángeles y a Chicago, para reunirse con organizaciones civiles, empresarios y gobernantes, a fin de formalizar una especie de red o ciudades santuario en las que los deportados puedan encontrar un soporte jurídico, laboral o económico.
Pero no es el único. El también aspirante presidencial, Andrés Manuel López Obrador, se trasladó hasta los Ángeles, California para protagonizar un mitin desde la Placita Olvera, en donde manifestó el respeto y admiración por todos aquellos que por necesidad llegaron a trabajar a Estados Unidos.
El acto del líder de Morena en aquel país tuvo como finalidad defender los derechos de los inmigrantes mexicanos ante la agenda, que calificó como racista y discriminatoria, del presidente Donald Trump.
El PRI no se quiso quedar atrás y su líder nacional, Enrique Ochoa, viajó a Estados Unidos a fin de reunirse con líderes de migrantes y estudiantes para conocer sus opiniones ante la actual política migratoria y definir líneas de acción.
Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México y quien también aspira a la presidencia de la República, llamó a una cruzada desde las escuelas, calles e iglesias para hacer valer los derechos que tienen los migrantes en Estados Unidos.
México se encuentra entre los países con el mayor número de migrantes en Estados Unidos, con 36.9 millones de personas de origen mexicano, según datos reportados en 2015.
