Endurecen medidas contra migrantes

Las deportaciones en Estados Unidos han aumentado un 38 por ciento a partir de que el presidente de ese país, Donald Trump, firmó las órdenes ejecutivas que ampliaron el espectro de personas que pueden ser deportadas.

En su argumentación para solicitar presupuesto para el 2018, la oficina del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), señala que hasta el 15 de mayo pasado se han deportado a 144 mil 353 personas a 176 países distintos.

De ellos, el 54 por ciento tenían antecedentes penales. Es decir, solo uno de cada dos había cometido un delito.

Las autoridades de inmigración de Estados Unidos plantean también fondear con recursos millonarios la oficina de atención a víctimas de crímenes cometidos por personas indocumentadas, que fue creada por Trump.

El proyecto de presupuesto del Servicio de Inmigración y Aduanas, presentado esta semana al Congreso de los Estados Unidos, da claro testimonio del endurecimiento de las medidas contra los inmigrantes indocumentados que ocurre en ese país.

Contra indocumentados

Una fuerza de 20 mil agentes de migración y aduanas es la encargada de vigilar las fronteras de Estados Unidos y, de ellos, 6 mil forman parte de un grupo a cargo de “remover” a las personas que estén en el país sin documentos.

“Nuestros oficiales pueden tomar medidas de cumplimiento contra cualquier extranjero extraíble mientras se encuentre en el ejercicio de sus funciones, y que estén en franca violación de las leyes de migración de los Estados Unidos”, expone el documento que Thomas D. Homan, director de la oficina de ICE, presentó a la Cámara de Representantes.

Las órdenes de Trump permiten que los oficiales de ICE arresten, mantengan detenida, sea enviada a un juez y luego deportar a cualquier persona que esté en violación de las leyes de migración de EU.

Después de que Trump emitió sus órdenes, los arrestos de migrantes indocumentados han crecido exponencialmente.

Entre finales de enero y mayo de este año, los arrestos aumentaron 38 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado; ha iniciado cargos contra un 47 por ciento más de personas; y han sido remitidas por autoridades locales un 75 por ciento más de indocumentados.

En ese periodo, el promedio diario de personas mantenidas en detención ha sido de 39 mil 610 y tienen monitoreadas a 70 mil 44 indocumentados.

En el 2016, las autoridades estadounidenses tenían pendientes más de 520 mil casos de migración en litigio. Para este año, esperan que el número llegue a 650 mil casos.

En cuanto tomó posesión del cargo, Trump abrió la Oficina de Víctimas de Crímenes cometidos por Inmigrantes (Victims of Immigration Crime Engagement, VOICE, por sus siglas en inglés). En ella se brinda atención a las familias de personas que fueron asesinadas por migrantes.

Una de estas atenciones consiste en darles información sobre el destino de las personas detenidas, si eran o no deportadas y si permanecían en prisión. Con las órdenes ejecutivas de Trump, ahora pueden recibir esa información.

También seguridad

El discurso público de Donald Trump es que se debe cuidar la frontera no solo de migrantes indocumentados, sino del crimen trasnacional.

Para la Administración de Trump, la frontera sur es la más riesgosa para su país, por lo que la Oficina de Inmigración y Aduanas tiene destacados mil 500 agentes especiales y 150 oficiales de inteligencia en sus oficinas del sur.

Además, para reforzar la seguridad de su frontera sur, la oficina de ICE tiene personal en 66 oficinas de 49 países.

“Este personal utiliza las relaciones establecidas con las fuerzas del orden público del país anfitrión, incluidas las Unidades de Investigación Criminal (…) Estos esfuerzos, a veces a miles de millas de la frontera de Estados Unidos con México, en países como Colombia o Panamá, actúan como una capa de seguridad para nuestra frontera sur”, afirma el director de ICE.

El Servicio de Inmigración y Aduanas señala que debido a sus labores de investigación sobre tráfico de drogas, en 2016 se realizaron 10 mil 438 arrestos relacionados con actos criminales, solo en su frontera con Estados Unidos.