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Mil ambulantes en 100 días

El primer reto para liberar la vía pública, que se pelean líderes del comercio informal, es retirar mil puestos ambulantes durante los primeros cien días del gobierno de Ricardo Monreal al frente de la Delegación Cuauhtémoc.

El director de Mercados y Vía Pública, Herman Domínguez Lozano, habla de la mafia enquistada en la delegación, a partir de la cual ambulantes e inspectores se reparten a discreción las calles del corazón de la Ciudad de México.

50,000
puntos de venta distribuidos en la delegación Cuauhtémoc, considera que existen el director de Mercados y Vía Pública
La avenida Rivera de San Cosme, donde aumentó el ambulantaje en las cercanías a la estación del metro, es uno de los objetivos del gobierno delegacional 

El primer reto para liberar la vía pública, que se pelean líderes del comercio informal, es retirar mil puestos ambulantes durante los primeros cien días del gobierno de Ricardo Monreal al frente de la Delegación Cuauhtémoc.

El director de Mercados y Vía Pública, Herman Domínguez Lozano, habla de la mafia enquistada en la delegación, a partir de la cual ambulantes e inspectores se reparten a discreción las calles del corazón de la Ciudad de México.

En una oficina desmantelada, de puertas viejas, paredes amarillentas y con mobiliario deslucido, el funcionario declaró “es deplorable el estado físico, se llevaron todo”, en referencia a sus antecesores en la administración.

Afuera de su oficina, un grupo de hombres merodea, susurra entre sí, cargan radios y observan cada movimiento que se registra. 

Son inspectores de Vía Pública, que están expectantes de cuál será su destino ahora que el jefe delegacional Ricardo Monreal amagó con remover a todo aquel que se descubriera exigiendo cuota a los comerciantes o lucrando con los permisos.

Son los llamados “reyes de la charola”, supervisores de la vía pública, quienes a través de colaboradores cobran el derecho de piso a miles que ejercen el comercio informal en la delegación.

Domínguez Lozano explica que el Sistema de Comercio en Vía Pública (Siscovip) registra 8 mil 800 puestos en vía pública, más 2 mil de romerías, en total 11 mil 800 ambulantes en la Cuauhtémoc.

El recién nombrado titular de Mercados y Vía Pública considera que la cifra está rebasada y que el padrón no está actualizado, pues estima más de 20 mil ambulantes en la demarcación, cerca de 50 mil puntos de venta.

“Y creo que me veo corto”, abunda.

Negociación pública, no en lo oscurito

En la primera semana del primer gobierno morenista en la Delegación Cuauhtémoc, el gabinete ya entabló acercamientos con algunos de los líderes más antiguos de la zona.

“Tenemos la instrucción de no recibir a los líderes de forma privada; ya hubo acercamientos públicos con algunos, a quienes se les habló de la intención de reordenar y poner en marcha un plan de regularización”, dice el funcionario.

En la delegación Cuauhtémoc operan grupos de comerciantes ambulantes altamente organizados, económica y políticamente, que han aprendido a negociar con los gobiernos en turno. 

Históricamente se reconoce a los grupos de la lideresa Alejandra Barrios y sus hijos, Miguel Galán, María Rosette; a los hermanos Jaimes, del Centro Histórico; Ángel Lemus, Martín Candino, Sofía Trejo y Mayolo Juan Martínez, entre otros que se disputan cada metro de vía pública para colocar a sus agremiados.

Pero más allá de estos grupos, en los últimos meses de la administración del PRD en la Cuauhtémoc, cuando fue oficial el triunfo de Morena en la demarcación, se registró una proliferación masiva de puestos con estructuras metálicas que abarrotaron algunas zonas de la ciudad.

Fundamentalmente contra ellos, que no cuentan con antigüedad ni tolerancia de ningún tipo, es que va dirigida la acción para cumplir la meta de retirar mil puestos en los primeros cien días de gobierno.

Una de las zonas que está bajo la mira del gobierno delegacional es la avenida Rivera de San Cosme, en donde se detectó el incremento del ambulantaje en la zona aledaña a la estación del metro del mismo nombre.

La acción de retiro impacta en dos vías: fundamentalmente a los ambulantes y las organizaciones que los apadrinan, pero también a los supervisores de vía pública que en su momento permitieron su instalación y fueron omisos para retirarlos.

Llaman a reventar

Respecto a qué pasará con el cuerpo de supervisores, a los que Ricardo Monreal señaló como uno de los focos de corrupción, el director de Mercados y Vía Pública explicó:

“No se pueden cortar de tajo, son de base y están sindicalizados”, precisó.

De manera oficial operan 20 supervisores para cada una de las zonas de la delegación Cuauhtémoc, sin embargo cada uno de estos trabaja con una “tropa” (conformada por siete personas) que les ayudan a reordenar la vía pública.

Los primeros están en la nómina delegacional, el resto de los que integran la tropa se supone ganan de las mordidas y charola que pasan a los agremiados a cambio de permitirles instalarse a vender en la calle sin un permiso.

Estos supervisores, a quienes los ambulantes señalan como “los reyes de la charola”, tienen el control real de las calles y saben a detalle quién opera cada espacio del comercio en la vía pública.

Están basificados y por lo tanto son protegidos por el Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal (SUTGDF), que lidera Juan Ayala Rivero. 

Los sindicalistas ya comenzaron a inconformarse con algunas de las medidas que puso en marcha el zacatecano, como suspender el pago de horas extras. 

Debido a lo anterior es posible encontrarse en los pasillos de la Delegación Cuauhtémoc a integrantes del SUTGDF con un megáfono en mano convocando a “reventar” la audiencia pública que tendrá todos los viernes el jefe delegacional, en tanto no se alcance un acuerdo laboral.

Mientras eso ocurre el área administrativa del gabinete morenista revisa con lupa la nómina delegacional. 

En esta aparecen los nombres de esposas, hijos, sobrinas, tíos y hasta novias de antiguos funcionarios.

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