Minimizan violencia de género
La cantidad de mujeres asesinadas en el estado ha llegado a una cifra récord de 80 en los primeros siete meses de este año.
Jalisco ocupa el tercer lugar a nivel nacional en feminicidios y estos se han incrementado en los últimos cuatro años.
La Procuraduría de Justicia de Jalisco (PGJ) y el Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM) han sido incapaces de activar la alerta de Violencia de Género que provee la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres.
Esteban Contreras
La cantidad de mujeres asesinadas en el estado ha llegado a una cifra récord de 80 en los primeros siete meses de este año.
Jalisco ocupa el tercer lugar a nivel nacional en feminicidios y estos se han incrementado en los últimos cuatro años.
La Procuraduría de Justicia de Jalisco (PGJ) y el Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM) han sido incapaces de activar la alerta de Violencia de Género que provee la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres.
En 2011 fueron más de 100 los homicidios contra mujeres según la coordinadora del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (Cladem) en el estado, María Guadalupe Ramos Ponce.
Pero los datos contrastan no solo en cantidad, sino en enfoque.
Aunque Cladem reporta esta cifra de 101 feminicidios, el interés del IJM es minimizar y decir qué se pasó del lugar 2 al 17 en la última Encuesta Nacional Sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH).
Para Itzel, víctima de violencia de género, los meses son una cifra que castiga, porque cada seis meses su ex pareja le cumple las amenazas que le hace, que aumentan de tono desde finales de 2010, cuando se conocieron.
Ante las amenazas que recibe ha denunciado en repetidas ocasiones a la Agencia 8 del Ministerio Público local, pero los funcionarios justifican su incompetencia argumentando que los acosos ya no son perseguidos y que no pueden intervenir.
“Si nos está amenazando de muerte, hasta cuando van a intervenir ¿ya que nos maten?”, replicó Itzel a los agentes ministeriales sobre las amenazas hacia ella y una de sus conocidas.
El cinismo de la respuesta de la autoridad muestra lo desprotegida que se encuentra: “no, en ese caso entraría la SEMEFO, no nosotros”.
“Ni siquiera cuando esté muerta me van a ir a atender ellos” expresa descompuesta.
Las pruebas son cuantiosas, decenas de mensajes de texto, correos electrónicos y cartas escritas a tinta, Itzel tiembla mientras las lee, su voz se quiebra.
“Dile a Itzel que las cosas que saqué de su casa se las regreso si me habla o si no su mamá se puede dar por muerta”, dice un mensaje que recibió un amigo.
Itzel y su ex pareja salieron juntos por 15 días, pero hasta hoy, aunque ella da por terminada la relación, las amenazas violentas que recibe azotan su espíritu.
Al inicio el suicidio fue un chantaje recurrente en las cartas y correos diarios que él le enviaba.
Ella lo había dejado por los problemas de adicciones que él tenía.
“Me salí de mi casa porque me hablaba y me decía que me iba ir a tumbar la puerta, que me iba ir a sembrar droga en mi casa o en mi carro”.
“Ahorita lo veo en retrospectiva, me fue bombardeando de información para que empezara a tenerle miedo”, dice nerviosa.
Denigrarla fue su primera amenaza, la cumplió seis meses después pegando papeles en las afueras de su oficina en los que apuntó sus números telefónicos sobre un fotomontaje de ella con el torso desnudo.
El mismo tiempo transcurrió para que entrara a robar a su casa después de intimidarla. Ella denunció los hechos, pero hasta la fecha no lo han capturado y él la sigue intimidando.
“En una ocasión habló a mi oficina diciendo que había una bomba”.
Hoy las amenazas de muerte a ella y algunos de sus allegados no se detienen y no ha recibido apoyo de la PGJ porque son necesarias las marcas de violencia.
“No se puede hacer nada más que seguir engrosando el expediente, lo más que podemos es demandarlos para que dejen de molestarla”, le respondieron en el ministerio público.
“Lejos de ayudarte te denigran más. Fui a presentar la denuncia, les mostré las fotos, los mensajes y según ellos, querían hacerme más amena la situación para que no sintiera tanto trauma.
“Me dijo el licenciado: ‘O lo trató muy mal o lo trató muy bien, por algo no la deja en paz’”.
Para el IJM, Itzel es una más de alrededor de mil casos mensuales que reciben asesoría por la violencia de género que sufren muchas mujeres en Jalisco.
Sin embargo el problema no está siendo atacado de raíz y el instituto formado hace diez años invierte sus recursos en su operatividad y no en prevenir la violencia de género y su última consecuencia, el feminicidio.
Contraste en cifras oficiales
Según María Elena Cruz Muñoz, presidenta del IJM la violencia contra las mujeres viene a la baja, pues en la última ENDIREH de 2011 Jalisco ocupa el lugar 17 en violencia intrafamiliar.
En el anterior estudio publicado en 2006 la entidad estaba en el segundo lugar pero se señalaba a Jalisco como uno de los estados donde la violencia contra las mujeres en los centros de trabajo es grave.
“En algunos estados, la violencia hacia las mujeres en sus centros de trabajo es alta, los casos más graves se ubican en Jalisco, Chihuahua, Puebla y Querétaro con cifras entre 36.1 y 37.6 por ciento”, se dice en dicho informe.
Sin embargo en el Segundo Informe de Feminicidios en Jalisco las cifras indican que la violencia va en aumento pues la cantidad de homicidios contra mujeres fue de 581 entre 1997 y 2009.
En un periodo de tiempo similar, entre 1993 y 2005, Ciudad Juárez presentó 442 homicidios.
En el ENDIREH 2006 Jalisco aparece arriba de la media nacional en violencia contra las mujeres. Señala que 59 por ciento de las mujeres han vivido eventos violentos por parte de su pareja, el promedio nacional era de 47.
La coordinadora del Cladem, Guadalupe Ramos Ponce señala que en los últimos tres años se ha elevado de manera alarmante la cantidad de feminicidios, por lo que urge a armonizar las leyes secundarias para tipificar este delito.
“A partir del año 2006 se van incrementando de manera exponencial a tal grado que en 2010 fueron 86 mujeres asesinadas, en 2011 fueron 101 y en lo que va de 2012 van 79. Una cifra récord y es alarmante”.
Las cifras reportadas al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) de homicidios en lo que va de 2012 coinciden con las del Cladem.
Aún así la demanda de alerta de Violencia de Género hecha por Ramos Ponce ha sido ignorada.
“Lo hemos demandado tanto a la Comisión Estatal de Derechos Humanos como al IJM que forman parte del sistema para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres, pero las declaraciones de la anterior presidenta del IJM decían que no era necesario que se activara la alerta”.
La coordinadora del Cladem señala que tanto la Procuraduría como el IJM no están asumiendo el papel que les corresponde, pues el instituto se ha limitado a brindar asesorías a las víctimas.
Y es que aunque en términos legales ya se erogó la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres en 2008, no se ha modificado el marco legal secundario armonioso con la figura del feminicidio.
La Comisión de Puntos Constitucionales del Congreso local aprobó en mayo pasado las reformas que reconocen al feminicidio como un delito, pero estos cambios aún no se reflejan en el Código Penal del Estado y no se emitió una alerta de género.
Y el Instituto Jalisciense de la Mujer basa sus decisiones entorno a la información de la violencia de pareja o doméstica e ignora el asunto de la violencia de género y por consecuencia el feminicidio como un tema integral.
“Constreñir la violencia como un asunto doméstico cuando en la realidad es que la violencia contra las mujeres es más amplia y estructural en donde hay una responsabilidad del estado”, indicó la coordinadora de Cladem.
Es hasta hoy que el IJM está trabajando en un protocolo de investigación en conjunto con la procuraduría, según señala la presidenta del instituto, el cual presentarán en alrededor de tres meses.
Además reconoce que “falta llegar al tema del feminicidio, en eso estoy completamente de acuerdo, ese es un tema que se tiene que afrontar muy decididamente con una reforma a la ley”.
Última consecuencia, el feminicidio.