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Los migrantes en Estados Unidos, están volteando a territorio mexicano con una nueva esperanza.
Y es que, al ver sus derechos vulnerados y las oportunidades laborales cada día más sesgadas, las comunidades de indocumentados redirigen la mirada hacia nuestro país, observando un espacio para de desarrollo.
De acuerdo con información del Banco de México, en el 2018 los migrantes en Estados Unidos enviaron 33 mil 480 millones de dólares de remesas a nuestro país, la cifra más alta en la historia. Y casi todo ese dinero va al mantenimiento de las familias mexicanas.
En su análisis sobre las remesas del 2018, BBVA Bancomer señala que 1.6 millones de hogares dependen de estos recursos, que son utilizados principalmente para el gasto en alimentación, vestido, salud familiar, pago de deudas, gastos de educación o adquisición de una vivienda o de enseres domésticos.
Ahora, con la llegada del régimen presidencial de Andrés Manuel López Obrador, gran parte de la percepción de las comunidades migrantes se orienta a considerar que México será territorio para el desarrollo de las actividades que en Estados Unidos se les prohibe realizar.
Ejemplo de ello es Ignacio García, fundador del Centro Latino Comunitario (Celac), una organización civil de apoyo a migrantes que opera en Dallas, Texas. Su principal actividad es la capacitación en diversos oficios que les permita encontrar un mejor empleo en el país del norte; todo, con base en el trabajo voluntario.
Para Ignacio, el gobierno del presidente López Obrador está obligado a responder a los migrantes que, año con año, envían miles de millones de dólares a México y que son ahora el principal sostén de la economía mexicana.
Y no se trata, en su consideración, sólo de que el Gobierno federal les envíe mensajes de apoyo a través de discursos, sino que los migrantes y las autoridades pueden trabajar de la mano para que, quienes buscan invertir en México, puedan hacerlo con total seguridad. Lo mismo que aquellos con ánimos de regresar a la tierra que los vio nacer.
‘Nuestra esperanza es con México’
El fundador del Celac es contundente: ante el rechazo del gobierno y la sociedad estadounidense hacia los migrantes indocumentados, su objetivo es regresar a México y poder tener una buena vida después de trabajar con tanto esfuerzo en Estados Unidos.
Y aunque pareciera que volver a México se trata de una decisión segura y personal, lo cierto es que influyen muchos factores, como el propio Gobierno federal, pues los migrantes saben que deben pensar dos veces antes de poner en riesgo su futuro.
“En el 2018 mi hermana se fue a México; agarró todo su dinero y dijo ‘sí la voy a hacer’. Pero llegó allá y empezó a tratar de crear una guardería, que se fue para abajo porque no le dieron la posibilidad. En total hizo como cuatro negocios y los cuatro fueron a través de la corrupción: mordidas.
“Cuando iba empezando a florecer su negocio, por ejemplo de los clásicos tacos, le estaba yendo bien y de repente llegaron a decirle que tenía que pagar aquí y allá; que se necesitaba tal permiso y le acabaron el negocio. ¿Qué es lo que pasa? Falta de seguridad, falta de control de la corrupción”, narró Ignacio en entrevista para Reporte Índigo.
No obstante, el líder migrante aplaudió que la principal bandera del presidente Andrés Manuel López Obrador sea el combate a la corrupción, y señaló que el ánimo de la comunidad connacional es apoyarlo en su lucha, porque es la única manera en que ellos podrán dejar los Estados Unidos y volver a su país.
“Ahora nuestra esperanza es con México. Poder regresar, tener el recurso; poder ahorrar lo que se pueda mientras nos corren de aquí. Pero para eso necesitamos tener algo que no nos vayan a quitar; que lleguemos y que no nos digan ‘pues bueno, ya se lo llevó el presidente municipal o ya se lo llevó el abogado que tiene toda la información’. Eso es lo que no queremos.
“Queremos tener esa fe; ese recurso para cuando nosotros tengamos que regresar. Y si vamos a regresar, también que sepamos que podemos servir. Por ejemplo, a mi edad, yo ya no tengo posibilidades de entrar a una empresa. ¿Cómo es posible que a los 35 años se acabó tu vida?”, afirmó Ignacio.
Una de las propuestas de Ignacio es que el Gobierno pueda promover la inversión de proyectos productivos en México con capital enviado por los migrantes, para crear empresas que sean manejadas por estudiantes o personas de las comunidades, para así promover el desarrollo regional.
“Podemos invertir. Podemos crear granjas porcícolas, avícolas, ganaderas, lo que sea. Sabiendo que nosotros podemos aportar ese dinero para que vaya creciendo. Con los mismos estudiantes que puedan llevar a cabo el negocio agropecuario allá y ser los inversionistas. Ganar entre ambos.
“Estamos esperando bastante de la nueva administración; que dejen de cerrarnos las puertas en diferentes niveles. Que deje de existir la corrupción para que nosotros podamos crecer en conjunto, tanto México como nosotros”, expuso.
En otro aspecto, Ignacio lamentó que las remesas se destinen a gasto corriente de las familias, al pago de corrupción o de intereses bancarios y no se inviertan para tener un desarrollo productivo en el país.
“Tiras el dinero”, menciona en consideración del maltrato que sufren en Estados Unidos los miles de migrantes; los mismos que, cuando pueden viajar México son tratados como reyes por sus familias; recibiendo halagos por sus logros, pero que tienen hasta dos o tres trabajos y deben ahorrar durante varios años para darse esos lujos.
Además de la posibilidad de volver a México en condiciones de certeza jurídica y menos inseguridad, los migrantes mexicanos han pedido al gobierno de Andrés Manuel López Obrador que la atención en los Estados Unidos sea mejor, por lo que trabajan ya con los consulados para ver cómo colaborar y rediseñar el papel de las representaciones mexicanas en la Unión Americana.