Carlos Lomelí Bolaños, el candidato a la gubernatura de Jalisco por Morena, enfrenta expresiones de rechazo por miembros de su mismo partido. Esto a pesar de su designación y de tener el control de todas las secciones que habían organizado algunas bases del partido.
Uno de sus críticos más acérrimos ha sido el morenista Jaime Hernández Ortiz, quien incluso el mes pasado pidió a la ciudadanía no votar por ningún candidato de su mismo partido debido a las irregularidades en el proceso de selección.
Hernández Ortiz ha sido una de las voces más polémicas al interior del partido, primero por su respaldo al ahora candidato del Partido Verde Ecologista de México a gobernador, Salvador Cosío Gaona, cuando se intentó hacer de la dirigencia del partido, y luego como opositor a la inclusión de Carlos Lomelí en la coordinación estatal y posterior nombramiento como candidato.
En 2016, Jaime Hernández inició un juicio de protección de sus derechos políticos y partidistas, al señalar irregularidades en el nombramiento de Alejandro Peña Villa como enlace con la dirigencia estatal y otros nombramientos para candidaturas, una de ellas, la de Lomelí.
Apenas el pasado 13 de abril, el Tribunal Electoral del Estado de Jalisco determinó como válida su queja impuesta por habérsele sido violentado en sus derechos partidistas y le dio la razón a sus alegatos.
Los magistrados resolvieron que a Hernández Ortiz no se le debía impedir su participación en los procesos internos, pues la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido había señalado que su injerencia como aspirante no podía darse.
Con la resolución local, los dichos del partido han quedado invalidados y la legalidad en el proceso interno de Morena en Jalisco ha quedado en duda por la misma base que controla, en parte, Jaime Hernández.
Su respaldo se encuentra anclado en el grupo que controla la Universidad de Guadalajara, de la que es profesor en la licenciatura en derecho, el cual ha tenido permanentes rencillas con el partido que abandera a López Obrador.
Incluso, el pasado 27 de marzo, a las puertas del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco, se pronunció porque la ciudadanía no votara a los candidatos de Morena que él mismo impugnaba en tribunales.
Y es que la imposición de las figuras allegadas a Carlos Lomelí se han hecho sin voces que se alcen a favor de los trabajos de las bases en los partidos y que también aspiraban a ocupar una candidatura.
Queda con antecedentes penales
Luego de que un Juez le negara la extinción de la ficha de antecedentes penales al abanderado a la gubernatura por este partido, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal también hizo lo mismo.
El Tribunal desestimó los alegatos que han estado haciendo a nombre de Lomelí Bolaños para que se elimine la ficha administrativa en donde se encuentran sus datos personales y huellas dactilares, elaborada en 2002 al haber sido arrestado por posesión de arma de fuego sin un permiso de por medio.
El argumento de Lomelí era que dicho documento violaba su derecho y estigmatizaba su condición de ciudadano, al haber cumplido con la pena de dos años de prisión en libertad condicional por haber portado el arma.
Ambas instancias judiciales dieron razón a que los argumentos no eran suficientes para la extinción de un documento administrativo que sólo resguarda los hechos ya ocurridos y que tampoco viola la normatividad del sujeto como aspirante a un cargo de elección popular.
El tema de la ficha signalética de Carlos Lomelí lo ha perseguido, al menos, desde la pasada elección de 2015, en donde algunos miembros del PRI a nivel local difundieron la imagen como muestra de supuestos nexos con el narcotráfico, cuando el ahora abanderado de Morena aspiraba a ser diputado federal por Movimiento Ciudadano.
Ahora, el candidato al gobierno local señala que estas acusaciones y el tema de su ficha han sido un montaje, declarando incluso que hay intenciones de la persona que presentó las demandas a su nombre, aunque algunos medios han consignado que este proceso legal se lleva a cabo por “su abogado”.
Ya que, como ha declarado a medios locales, dice no conocer al litigante que lleva el caso e incluso negó tener los antecedentes penales que se le achacan, consignando el recurso como ‘guerra sucia’.
“Es evidente que se trata de una medida desesperada. Pedimos a la ciudadanía que no se confunda; es mucho más que un ataque a mi persona, es un ataque a todo el movimiento nacional, es uno más de los ataques infundados a AMLO”, declaró Lomelí Bolaños al diario Milenio.
Y continúan las críticas
Las críticas contra el abanderado de Morena a la gubernatura de Jalisco se han abierto por diversos frentes, por ejemplo, uno de los casos más polémicos fue la presentación que le dio a Paola Adriana González Dávalos, de 18 años, como candidata a la Alcaldía de Tepatitlán de Morelos.
En tanto que el pasado lunes se registró una manifestación en Ocotlán, por parte de los mismos militantes de Morena durante un evento de Lomelí, para mostrar su inconformidad por la designación de su candidato a la Alcaldía.
“Si nosotros pudiéramos cumplir todos los caprichos de toda la gente que participa y de todos los candidatos que quieren estar encabezando los movimientos ocuparemos dos repúblicas y créemelo que yo festejo que se manifiesten y que lo hagan tan cívicamente, esto demuestra la calidad de personas y la altura que tiene la gente que milita en Morena”, respondió el candidato a la gubernatura por Morena.