Motocicleta: riesgo en dos ruedas
El uso de la motocicleta para el trabajo en la ciudad no solo es una actividad en aumento ante la falta de oportunidades, también significa un riesgo creciente que es necesario regular
David MartínezLa motocicleta ha destacado en los últimos años como una opción laboral ante el desempleo y la falta de oportunidades para trabajar en el sector formal.
No obstante, también representa un riesgo; el incremento de su uso para trabajar no viene acompañado de una regulación adecuada. Por lo que han aumentado 5.9 por ciento los accidentes en este medio de transporte en la Ciudad de México, afirman especialistas.
Explican que el uso de la moto como medio de trabajo también se ha visto reflejado en el aumento de unidades a nivel nacional.
Cifras del Parque Vehicular del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), muestran que en el 2000 circulaban 293 mil 924 motos, cifra que ascendió en 2018 a 4 millones 83 mil 422.
Incluso durante esta pandemia de COVID-19, los repartidores de comida en bicicleta o motocicleta son de los servicios más solicitados.
Aumento de accidentes
De acuerdo con el Reporte Trimestral de Hechos de Tránsito Enero-Marzo 2020 de la Secretaría de Movilidad (Semovi) de la capital, los accidentes en dicho tipo de vehículos son los que más han aumentado en comparación con el mismo periodo de 2019.
Durante los primeros tres meses de 2019, Semovi registró dos mil 039 accidentes en los que se vieron involucrados motocicletas en la ciudad, cifra que aumentó a dos mil 169 en el mismo lapso de 2020 y que representa el 52 por ciento del total de percances.
Esto significa un crecimiento de 130 hechos, 5.9 por ciento más que en el primer trimestre de 2019, cuando no había pandemia todavía.
Especialistas en seguridad vial afirman que para evitar que los incidentes en moto sigan en aumento, se requiere regular su uso laboral y privado, así como mejorar la infraestructura y aplicar controles de velocidad.
El tema laboral de la motocicleta
Es necesario regular laboralmente el uso de la motocicleta para que los empresarios y patrones proporcionen capacitación para el trabajo de repartidor o mensajero en la capital del país, asegura Ezequiel Palacios, director de proyectos de México Previene.
“Es un servicio muy útil para la sociedad y también es fácil entrar a este tipo de empleos, por eso su crecimiento. Se necesitan filtros más rigurosos y capacitación técnica a los mensajeros y repartidores”, explica.
Añade que las empresas también deben ser obligadas a dotar a sus trabajadores del seguro de daños a terceros, seguro médico y de vida para que, en caso de accidente -y ante el aumento de personas que usan la moto para laborar-, los empleados tengan una protección integral.
Alejandro García trabaja para una empresa de mensajería (cuyo nombre prefirió no revelar) desde el mes de abril. Su caso refleja lo fácil que es ser repartidor en la ciudad y no tener garantías, como el seguro médico.
Explica que durante enero, febrero y marzo ganaba seis mil pesos como capturista de datos.
Después de que se declaró la contingencia sanitaria por COVID-19 el 23 de marzo, en abril le informaron que le iban a rebajar el sueldo a la mitad, cuenta.
Entonces comenzó a buscar cómo completar sus gastos, principalmente para pagar la renta de donde vive.
“Vivo solo en un cuarto, de por sí con seis mil casi no me alcanzaba, con tres mil menos, prácticamente sólo me iba a dar para pagar mi alquiler”, detalla.
Posteriormente, encontró una oferta laboral para repartir mercancías en la que le pedían tener licencia para conducir y mínimo dos años manejando motocicleta.
“Yo sé manejar moto por mi familia, me prestaba la que tenía y ya. Nunca me hicieron un examen, sólo cuando me explicaron cómo iba a estar el trabajo y me enseñaron la moto, la prendí y manejé”, afirma.
Así fue como se convirtió en repartidor de mercancías para la gente que compra por internet. En la primera quincena de abril dejó su antiguo trabajo.
García explica que, a pesar de que gana siete mil pesos, mil más que en la empresa anterior, aún no le dan seguro médico (aunque la promesa dice que sí lo van a inscribir). Tampoco tiene seguro de vida.
Medidas integrales
Francisco de Anda Orellana, especialista en seguridad vial y colaborador de la Misión Cero, considera que la regulación debe ser integral no sólo en lo laboral.
“Se necesitan procesos formativos que permitan a los conductores tener las aptitudes para que haya menor riesgo, que se hagan dos tipos de licencias, particular y de trabajo, así como órganos terceros reguladores de la producción de motos y supervisión de las medidas de seguridad. No sólo que sea obligatorio el casco, también de la suficiente protección en caso de accidente”, menciona.
De Anda Orellana explica que la importancia de tener dos tipos de licencias reside en que alguien que la busca para trabajar deberá ser mayor de 21 años, cuando ya existe mayor madurez emocional.
“Los que se están moviendo más son hombres en edad productiva, muy jóvenes, gran parte tiene menos de 21 años, poca experiencia manejando y menos conciencia del riesgo”, afirma.
Por último, detalla que para reducir los accidentes en moto, las autoridades tienen que ubicar las zonas de mayor incidencia para mejorar la infraestructura existente y aplicar controles de velocidad.