‘Muchos adjetivos y pocas pruebas’.- Ebrard

En medio de un operativo de seguridad para impedir el paso a San Lázaro, que solo ocurre cuando se esperan movilizaciones multitudinarias, Marcelo Ebrard Casaubón acudió a defenderse de las acusaciones por su presunta responsabilidad en las fallas de la Línea 12.

Ante los diputados de la Comisión Especial para la Línea 12 de la Cámara de Diputados, Ebrard aseguró que es mentira que las fallas y el cierre de esa línea se deban a actos de corrupción.

Imelda García Imelda García Publicado el
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En medio de un operativo de seguridad para impedir el paso a San Lázaro, que solo ocurre cuando se esperan movilizaciones multitudinarias, Marcelo Ebrard Casaubón acudió a defenderse de las acusaciones por su presunta responsabilidad en las fallas de la Línea 12.

Ante los diputados de la Comisión Especial para la Línea 12 de la Cámara de Diputados, Ebrard aseguró que es mentira que las fallas y el cierre de esa línea se deban a actos de corrupción.

“En lo que es el archivo de la comisión y el cuerpo del informe, de que las afirmaciones que explican que la Línea 12 hoy está suspendida, la mitad, y que ha tenido esta afectación a medio millón de personas, no es cierto que se deriven de irregularidades y corrupción, porque eso ha quedado claramente establecido”, afirmó.

El exjefe de Gobierno afirmó que enfrentará las responsabilidades que le corresponden y lamentó que le hayan permitido hablar hasta que se le acusó en el informe preliminar de la Comisión que, incluso, llegó al pleno de la Cámara baja.

“Si hay responsabilidades de las que yo tenga que hacerme cargo, lo haría sin lugar a dudas. O sea, no vengo aquí a decirles ‘yo no estuve, yo no supe, yo no sé nada’. Nada más que lo que no me parece justo es que se hagan imputaciones genéricas como las que me fueron hechas en la tribuna el otro día. Conté demasiados adjetivos y muy pocas pruebas”, expuso.

Pidió que se reponga el informe, se añada toda la información que proporcionó a los legisladores y dijo que era necesaria “menos política y más responsabilidad”.

“Yo esperaría que como resultado de esta reunión de trabajo se puede corregir, a la luz de la evidencia de esta documentación, se reponga ese informe y se los pido en mi calidad de ciudadano, porque primero, no es justo.

“Segundo, no va a ayudar a que se repare la Línea si no tenemos claridad de qué ocurre con la misma. Tercero, se violentan los derechos de las personas por una intención política”, sentenció.

Ebrard Casaubón llegó a la Cámara de Diputados cerca de una hora antes del comienzo de la reunión con la Comisión de la Línea 12.

Fue recibido por Marco Antonio Calzada, presidente de la Comisión, el mismo que le negó la palabra en la sesión del domingo pasado, cuando Ebrard se presentó sin invitación a intentar ser escuchado antes de que se aprobara el informe.

Pasaron juntos al restaurante La Mansión, donde conversaron algunos minutos.

Ebrard esperaba la llegada del senador Mario Delgado para entrar juntos al salón donde se llevaría a cabo la reunión; sin embargo, a este no se le permitió el paso.

Durante más de 40 minutos, Delgado recorrió varias puertas para intentar accesar al Palacio Legislativo de San Lázaro, que por orden de la Mesa Directiva fueron cerradas para evitar el paso de simpatizantes de los perredistas y que pudieran poner en riesgo a los legisladores o al recinto.

Incluso, se permitió a los trabajadores de base salir más temprano de sus labores para que se desalojara la Cámara Baja.

Con los documentos en mano que mostraría a los legisladores, Delgado esperó junto a las diputadas de izquierda Aleida Alavez, vicepresidenta de la Mesa Directiva; Yesenia Nolasco, del PRD y Luisa María Alcalde, de Morena, que los dejaran ingresar a la sesión.

“No sé a qué le temen, tal vez a que se diga la verdad”, dijo Delgado afuera de una de las puertas de San Lázaro.

Comenzaron los trabajos de la Comisión y justo antes de que se le diera la palabra a Ebrard, el presidente del órgano instruyó para que se permitiera el paso a Delgado y los otros legisladores.

Con paso presuroso, Delgado cruzó el patio del recinto y llegó hasta el salón, donde lo esperaba su asiento, dispuesto a varios metros del de Marcelo Ebrard.

Los diputados priistas llegaron temprano a la sesión para ocupar los lugares cercanos a la presidencia de la Comisión.

De esta forma, junto a Ebrard se sentó Leopoldo Sánchez Cruz, uno de los legisladores que el domingo pasado gritaba consignas contra el exjefe de Gobierno cuando éste trató de tomar la palabra.

Junto al senador Mario Delgado, el diputado priista Isidro Moreno Árcega, por el Estado de México, lo interpeló varias veces en sus intervenciones.

Todo esto ocurría mientras afuera de la Cámara de Diputados, un centenar de simpatizantes de Ebrard observaban en una pantalla gigante lo que ocurría dentro del recinto legislativo.

Perredistas con pancartas donde se leían mensajes como “Te tienen miedo, Marcelo. 2018”, “Marcelo, hasta la victoria siempre” o uno con una fotografía de Ebrard y las frases “#AquíEstoy #NoDeboNada #YoDefiendoMiCiudad”, escucharon y aplaudieron cada postura de su líder y, ante la voz de diputados priistas o del PVEM, chiflaron.

Durante sus intervenciones, Ebrard se lavó las manos por la decisión de que los trenes fueran férreos y no neumáticos y aseguró que al momento en que la obra comenzó a funcionar y cuando fue entregada a la actual administración capitalina, no había indicios de la incompatibilidad de los trenes con los vías.

“Esa evolución de la interface entre el tren y la vía, era difícil de prever con la información disponible cuando se puso en marcha la línea. Pero también lo era difícil de prever en la fecha que se recibió, porque en caso contrario –insisto– no se habría recibido la línea”, apuntó.

El exjefe de Gobierno dijo que la Línea 12 del Metro ha sido una de las obras más vigiladas en toda la historia, y contó con varias certificaciones que no han sido cuestionadas por los legisladores.

Ebrard insistió en que el cuestionamiento en su contra es parte de un golpeteo político que no lleva la verdadera intención de solucionar el problema.

El senador Mario Delgado, quien recientemente se unió a las filas de Morena, acusó a los diputados de utilizar argumentos falsos para señalarlo por su responsabilidad en el asunto.

“Del tipo de cambio, yo no sé quién les vino a contar esto. Dice (el informe), el contrato de CAF, con CAF se estableció al precio del dólar en 16.27 la unidad, cuando el 31 de mayo de 2010, la fecha que se firmó, el precio era 12.91 y esto se traduce en un sobrecosto de 3 mil 197 millones de pesos.

“Esto es absolutamente falso. Es falso, falso, falso. El contrato que firma el metro con CAF el 31 de mayo de 2010 está pactado en dólares, factura en dólares CAF y se le paga en dólares y no hay ninguna cláusula que establezca algún tipo de cambio de referencia”, expuso Delgado.

El momento más álgido de la reunión ocurrió cuando Delgado mostró que el mismo esquema contractual de los trenes fue utilizado en un hospital construido e inaugurado por Enrique Peña Nieto cuando era gobernador del Estado de México y que, visto a simple vista, parecería también que hubo un sobrecosto cuando se trata de un tipo de contrato distinto.

Al mencionar el ejemplo, de inmediato legisladores priistas salieron en defensa del presidente Peña Nieto e interpelaron a Delgado, quien tuvo que acortar su intervención para evitar un mayor enfrentamiento.

Diputados del PRI y el PVEM insistieron en que su mayor preocupación son los 500 mil ciudadanos que no pueden utilizar los servicios de la Línea 12.

Los partidos de izquierda encabezaron la defensa de Ebrard y Delgado; el PAN celebró que se haya abierto la puerta a ambos, pero aclaró que tampoco busca una exoneración de ninguno de los dos.

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