Pedro Ramírez Vázquez, el arquitecto que trajo la modernidad al paisaje urbano de la Ciudad de México, murió ayer cuando celebraba su cumpleaños 94. Nacido en 1919, es considerado un ícono de la arquitectura del siglo XX en México.
Rafael Tovar y de Teresa, presidente de Conaculta, anunció el suceso en su cuenta de Twitter: “México sufre una gran pérdida: murió el Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, uno de los grandes de nuestra cultura. Acompaño a toda su familia”.
Su obra insignia es el Museo Nacional de Antropología, inaugurado en la década de los 70.
Poco después construyó el Museo de Arte Moderno en el mismo Bosque de Chapultepec, el Estadio Azteca, en Santa Úrsula y la Torre Tlatelolco, hoy centro cultural.
Diseñó las instalaciones para los Juegos Olímpicos de México 1968 y fungió como presidente del Comité Organizador de las Olimpiadas.
En 1976 construyó la nueva Basílica de Guadalupe, en 1980 el Palacio Legislativo de San Lázaro y el Museo del Templo Mayor en la misma década.
En el Vaticano diseñó la Capilla de la Virgen de Guadalupe en la Basílica de San Pedro, en Senegal se encuentra el Museo de las Culturas Negras y en Tanzania el conjunto de edificios de gobierno para Dodoma.
Otras obras del arquitecto son la embajada de Japón en México, la Torre de Mexicana de Aviación y el Palacio Legislativo de San Lázaro.
Ramírez Vázquez estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en donde recibió años después el doctorado Honoris Causa.
