Por no alcanzar los ingresos millonarios que por semana dejaba como ganancia el anterior autogobierno criminal en el Penal del Topo Chico, internos anteriormente ligados a Los Zetas y que ahora forman parte del Cártel del Noreste habrían ordenado la muerte de Javier Orlando Galindo Puente.
Al descartar que se trate de un intento de fuga o un motín, el secretario General de Gobierno de Nuevo León, Manuel González, aseguró que el fallecimiento de tres personas durante la noche de ayer al interior del penal corresponde a un ataque directo en contra de Galindo Puente.
A Galindo Puente, alias “El Maruchan”, “Javi”, o “El Chocorrol”, se le identifica como uno de los instigadores de la masacre registrada el pasado mes de febrero que dejó un saldo de 49 internos sin vida.
Los otros dos, Edelmiro Guadalupe Gaspar González y Jesús Ledezma Ramírez, habrían acudido a socorrer a “El Maruchan” cuando fue atacado, pero perdieron la vida en el intento.
El secretario General de Gobierno explicó que los hechos ocurrieron pasadas las 21:00 horas cuando los internos acuden a encerrarse en sus respectivas celdas.
Fue entonces que “El Maruchan” fue interceptado por un grupo de 5 o 7 internos, quienes lo lesionaron de gravedad y que hasta ahora no han sido identificados.
Aunque personal de primeros auxilios atendió a “El Maruchan”, la persona quedó sin vida. Los otros dos (Gaspar González y Ledezma Ramírez) fueron encontrados muertos cerca del lugar de los hechos.
El secretario General de Gobierno explicó que Galindo Puente fue asesinado por no alcanzar la cifra millonaria que el Cártel de Los Zetas obtenía del anterior autogobierno del penal, aproximada a los 5 millones de pesos semanales, mismos que usaban para su operación en el estado.
Lo anterior, luego de que el gobierno del Estado tomó el control del penal a raíz de la masacre registrada el pasado mes de febrero, en el que incluso fueron cesados tres funcionarios, entre ellos la ex directora del penal, Gregoria Salazar, quien habría sido corresponsable de permitir el acceso de droga y de haber permitido el autogobierno.
“Cuando las autoridades toman posesión de los penales, terminan esos flujos de dinero que activaba a la delincuencia”, dijo el secretario General de Gobierno.
“Una vez que empezaron a ver que el dinero era menos, consideraron que el que estaba fallando era el líder (“El Maruchan”) que ellos habían dejado en el penal”.
González comentó que una vez que se identifiquen a los autores del asesinato, éstos podrían ser trasladados a otro penal ubicado en Nuevo León.