Además de la alta incidencia de feminicidios y desapariciones de mujeres que se registra en el Estado de México, las agresiones que sufren por parte de los elementos de seguridad pública es otro tipo de violencia del que son víctimas.
Luego de la detención de Alexia y Jhoany en el municipio mexiquense de Nezahualcóyotl, colectivos denuncian que las policías locales de la entidad ejercen uso excesivo de la fuerza, extorsionan y violentan de manera física. Es el caso del abuso que sufrieron estas dos jóvenes, dado a conocer en días recientes.
El 7 de junio, el diputado local Pedro Carrizales “El Mijis”, publicó en sus redes sociales un video donde se muestra a cuatro mujeres que caminan de noche cuando son interceptadas por dos patrullas de seguridad municipal. Mientras una mujer policía revisa a una de ellas, sus acompañantes trataban de acercarse a ella pero otro elemento les frena al paso; al insistir en acercarse, uno de los policías opta por tomar del cuello a una de las jóvenes y la tira al piso.
Más tarde, Carrizales informó que las víctimas le comentaron que se encuentran escondidas, ya que recibieron amenazas de muerte, acoso sexual y advertencias por parte de los policías con violarlas y matarlas si los denunciaban.
Elsa Arista González, quien forma parte de la Asamblea Vecinal Nos Queremos Vivas Neza, asegura que el caso de abuso policíaco del que fueron víctimas las dos jóvenes muestra que el Estado no es capaz de garantizar la seguridad de las mujeres, sobre todo aquellas que viven en la periferia de la entidad mexiquense.
“A pesar que desde octubre del año pasado la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) declaró la segunda Alerta de Violencia de Género (AVG) para el Estado de México por la desaparición de mujeres la policía no nos cuida, al contrario, con este caso se volvió a visibilizar que son ellos quienes también nos agreden y esto sin duda es lamentable pues no tenemos protección por ningún lado”, comenta.
De acuerdo con Arista González, lo sucedido a Alexia y Jhoany no es el primer hecho en el que se refleja el abuso de autoridad por parte de los policías del Estado de México pues tan solo el año pasado tuvieron conocimiento de dos sucesos más.
“Nosotras como mujeres sabemos que no nos cuida la policía en Neza ni en los municipios cercanos. En Chimalhuacán acompañamos el caso de una menor detenida y posteriormente desaparecida de manera forzada por elementos de la Policía Ministerial”, detalla.
El segundo caso que denuncia Elsa se trata de dos menores que iban con su tío y al detenerlo a él se las llevaron sin presentar en su contra. No obstante, fueron víctimas de golpes, tortura física, emocional y recibieron amenazas de represalias contra su familia si levantaban una denuncia contra los elementos municipales.
“Parece que no pudiéramos defendernos de las agresiones que la policía nos hace pues no hay una investigación, impera la impunidad. Es como si no importara nuestra integridad y seguridad, como si por ser mujeres del oriente del Estado de México no importara lo que nos pase ni quien nos maltrate”, enfatiza.
Capacitar con perspectiva de género
Ana Yeli Pérez Garrido, Asesora Jurídica del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), subraya que en el Estado de México hay una particular preocupación con el actuar de la policía estatal y municipal ya que se caracteriza por hacer uso excesivo de la fuerza y sobre todo por no emplear la perspectiva de género.
“La Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió una sentencia contra el Estado de México por su responsabilidad de tortura sexual en las detenciones en Atenco donde se comprobó la violencia de este contra muchas. Deberían de aprender y corregirlo pero vemos lo contrario, que es la repetición de los hechos”, explica.
De acuerdo con Pérez Garrido, la falta de preparación de los elementos de seguridad en temas de derechos humanos y perspectiva de género son las causas por las cuales se repiten los hechos de tortura, por ello, asegura que es urgente hacer una depuración en las instituciones municipales y estatales así como realizar investigaciones por parte de las Fiscalías y las Comisiones de derechos humanos para prevenir y erradicar dichas conductas.
Confiada en que el Estado no cuida a las mujeres sino que lo hacen ellas mismas, Elsa aplaude la resistencia de las mujeres de Nezahualcóyotl pues afirma que si algo las caracteriza es la organización ante la violencia machista.
“Ser mujer en Neza es sobrevivir pero sobre todo es tener la característica de luchar por una vida indigna, porque nos vean, que sepan que aquí estamos que aquí se resiste.