En días recientes Javier Jiménez Espriú, próximo secretario de Comunicaciones y Transporte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, encargó un análisis de la situación hidrológica e impacto ambiental en torno a la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México.
El documento titulado “Conclusiones sobre el análisis de las condiciones hidrológicas en el oriente de la Zona Metropolitana del Valle de México como consecuencia de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en la Zona Federal del Lago de Texcoco” fue elaborado por el expanista José Luis Luege Tamargo.
En el estudio al que Reporte Indigo tuvo acceso se concluye que si sigue el proyecto tal y como está planeado podría haber inundaciones y desabasto de agua en la zona oriente del valle de México.
“Por esta razón llegamos a la conclusión de que no están dadas las condiciones suficientes para garantizar la seguridad tanto en la operación del NAICM como de los municipios aledaños, que a nuestro juicio estarán en riesgo de sufrir graves inundaciones y desabasto de agua”, sucio señala el texto.
Además el estudio señala que para poder ser viable el aeropuerto se tienen que desarrollar otros proyectos.
“Consideramos que se requieren muchas más acciones para garantizar la seguridad futura del NAICM y de toda la zona conurbada en el oriente. Estamos convencidos de que se debe profundizar más en los estudios de regulación hidrológica y en el desarrollo de nuevos proyectos que incrementen la capacidad de regulación y conducción en la ZFLT (Zona Federal del Lago de Texcoco)”.
Entre los proyectos y que los ingenieros liderados por el exdirector general de Conagua ven como urgentes están: Túnel profundo dren General del Valle, Laguna de regulación, once plantas de tratamiento de aguas residuales, lagunas artificiales de captación de agua tratada, recuperación de las 200 hectáreas de los Tlateles ‘donadas’ al municipio de Chimalhuacán para Antorcha Campesina, una planta de bombeo profundo y la ampliación de la laguna de Xico.
Durante las reuniones que tuvo el comité evaluador con Conagua, les hicieron saber que se necesitan 8 mil millones para concluir los proyectos en proceso, pero de realizarse los nuevos se requerirá mucho más dinero.
Destrucción del Lago Nabor Carrillo
En el proyecto original se pretende “secar” el Lago Nabor Carrillo, acción que el grupo evaluador calificó de “un crimen que no se debe tolerar”.
“Las consecuencias ambientales de desaparecer el Lago Nabor Carrillo (LNC) como cuerpo de agua permanente, hábitat de un número muy importante de aves tanto locales como migratorias y su condición favorecedora de un microclima benéfico en toda la zona oriente, no fueron evaluadas en la MIA-R del proyecto, violando gravemente la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente”, advirtieron.
El documento agrega que tuvieron reuniones con especialistas, miembros del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, la Semarnat y la Conagua, pero sus respuestas han sido ambiguas y no les han dicho si el Lago debe de continuar.
“Consideramos que deben detenerse inmediatamente las acciones de secado del LNC, proceder a las acciones de desazolve ya contratadas, poner en funcionamiento la planta de tratamiento de aguas residuales así como las lagunas facultativas con objeto de alimentar con agua de calidad al LNC”, concluyeron.