Narco exhibe en NL nula coordinación
La ola de violencia que se registra en Nuevo León, provocada por la disputa por la plaza que libran los cárteles de la droga, ha exhibido la falta de investigación, trabajo de inteligencia y coordinación de las autoridades de los tres niveles de gobierno
Luz RangelLa crisis de inseguridad que existe en la ciudad y la ola de ejecuciones en Nuevo León no sólo se agrava por la entrada del Cártel Jalisco Nueva Generación, sino por el nulo apoyo institucional que existe entre las autoridades de seguridad.
La coordinación entre la Fiscalía General del Estado, a cargo de Gustavo Adolfo Guerrero, y el secretario de Seguridad Pública, Bernardo González, es prácticamente inexistente. No hay intercambio de información entre las dependencias y funcionarios, según fuentes consultadas por este periódico. Una policía que tenga mayor comunicación con la sociedad civil pasa a segundo plano cuando no se puede resolver lo urgente.
El secretario de Seguridad Pública afirmó en abril, al asumir el cargo, que buscaría un acercamiento con la Fiscalía para resolver los crímenes en la entidad. Su apuesta era fortalecer a la policía para colaborar de manera conjunta con el Ministerio Público en la prevención e investigación del delito.
No se puede hablar de prevención cuando los registros de asesinatos de los últimos tres años en Nuevo León son un reflejo de la falta de acoplamiento entre las autoridades. Cifras sobre homicidios dolosos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) muestran el incremento del problema.
Registros de 2015 revelan que en territorio nuevoleonés hubo 450 carpetas de investigación por asesinatos. Para 2016 esta cifra repuntó a 641 casos, es decir, hubo un incremento de 42.44 por ciento.
De continuar con esta tendencia en las carpetas de investigación abiertas por ejecuciones, el número al final de este año también podría superar los 600 casos.
Al asumir la titularidad de la secretaría en abril, Bernardo González se comprometió a reforzar la seguridad en la frontera. Sin embargo, el Ejército está replegado en Nuevo León con puestos de auxilio en lugares limítrofes y enfocado más en contener el “efecto cucaracha” para evitar que la violencia de Tamaulipas se extienda, que en atender la totalidad de la región
Mientras que la Secretaría de Seguridad Pública está concentrada en realizar operativos de decomiso de mercancías ilegales y alcohol en antros y bares, en lugar de realizar labores de inteligencia.
Disputa por las plazas
Entre la noche del jueves y el sábado Monterrey fue escenario de por lo menos 10 ejecuciones, incluyendo cuatro mujeres en la zona metropolitana y la aparición de un hombre con un narcomensaje.
Las autoridades no salieron a informar sobre lo ocurrido en ningún caso y las versiones no oficiales que circulan dan cuenta de que no hay coordinación, no hay investigación y no hay líneas de acción en materia de inteligencia.
El jueves cuatro personas perdieron la vida en Monterrey y Guadalupe, dos de ellas mujeres. La primera versión indica que sujetos armados ingresaron a una vivienda en la Colonia Valle de la Esperanza de Monterrey y dispararon en contra de tres personas, de entre 23 y 28 años.
Momentos después, otro hombre murió en un ataque a balazos en la colonia Cañada Blanca, en el municipio de Guadalupe. La versión que circula es que la víctima pretendía ingresar a su casa cuando le dispararon desde un taxi.
La Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), auxiliar del Ministerio Público en investigación, no ha esclarecido los hechos delictuosos.
El viernes a las 09:30 horas ocurrió el hallazgo de otro cuerpo femenino en la colonia Villas de San Juan, a metros de un filtro de seguridad de la Policía Municipal de Juárez. La AEI confirmó el crimen pero aún falta esclarecer el móvil.
Ese mismo día apareció una persona embolsada en San Pedro Garza García con un narco mensaje. La víctima fue ultimada a balazos, con huellas de tortura y envuelta en bolsas de plástico negras en la colonia Fuentes del Valle.
El cuerpo fue hallado a las 03:00 horas en lo que era el estacionamiento del Club Pumas, atrás de la estación de Bomberos Nuevo León. Se trata de Rolando López Salinas, “El Roly”, de entre 60 y 65 años, ligado a l crimen organizado.
López Salinas fue privado de su libertad desde hace dos semanas, el martes 4 de septiembre, frente a los locales en Avenida Real San Agustín y Monte Everest.
El municipio gobernado por el panista Mauricio Fernández vive por sí solo una situación grave por la disputa del territorio que libra Héctor Huerta, “La Burra”, y Rodolfo Villarreal Hernández, “El Gato”, exjefes de la plaza sampetrina del Cártel de los Beltrán Leyva.
El narco mensaje vinculaba a Rolando López Salinas con Héctor Huerta, pues lo mencionaba como gente de “La Burra”. Huerta Ríos es cabecilla de los Beltrán Leyva, junto con Jorge Barrera Lozano, “El Izquierdo”.
El panista Mauricio Fernández, presidente municipal en tres ocasiones en San Pedro, ha declarado que su salida de la administración y la llegada del alcalde electo Miguel Treviño puede significar un reacomodo para los grupos delictivos.
El sábado ocurrió un ataque en el bar La Borrada 2 ,ubicado en la colonia Fomerrey 35, que dejó tres personas muertas incluyendo una mujer identificada como María Guadalupe Enríquez Guerrero, de 56 años. Circula la versión no oficial de que los agresores descendieron de un vehículo y entraron al establecimiento a disparar.
Las agresiones en bares llevan más de un mes, desde principios de julio, y el caso más reciente fue el del sábado. Van más de 20 muertes registradas en estos lugares, donde se disputa la venta de droga.
En otro hecho un hombre fue ejecutado de un balazo en la cabeza en el fraccionamiento Bernardo Reyes, cerca de las 23:00 horas. Aunque elementos de la policía de Monterrey y la AEI fueron los primeros en llegar para resguardar la zona y montar un operativo para arrestar a los responsables, hasta el momento no han sido capturados y la víctima no fue identificada.
Este lunes también fue encontrado el cuerpo de un hombre en el Anillo Periférico de Cuota, en Pesquería. La víctima de entre 30 y 35 años tenía un impacto de bala en la cabeza.