Narco pobre

La PGR asegura que, en 7 años, ha incautado a los cárteles michoacanos apenas 21 millones de pesos. Eso, a pesar de que las autoridades federales han señalado que el crimen organizado en esa entidad obtiene utilidades de hasta 2 mil millones de pesos al año

El narco michoacano es, dentro del crimen organizado, uno de los más pobres del país. 

J. Jesús Lemus J. Jesús Lemus Publicado el
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35
millones de pesos
en efectivo, el decomiso en EU al cártel de Sinaloa
No hay registro de ningún bien inmueble que haya sido usufructuado por el crimen organizado

La PGR asegura que, en 7 años, ha incautado a los cárteles michoacanos apenas 21 millones de pesos. Eso, a pesar de que las autoridades federales han señalado que el crimen organizado en esa entidad obtiene utilidades de hasta 2 mil millones de pesos al año

El narco michoacano es, dentro del crimen organizado, uno de los más pobres del país. 

Al menos así lo revela un informe de la PGR que detalla los montos de lo incautado a los cárteles de La Familia Michoacana y de Los Caballeros Templarios, durante la guerra contra el narcotráfico, de septiembre del 2007 a junio del 2014.

En ese lapso, la PGR logró incautar bienes que suman un total de 21 millones 264 mil 083 pesos con 53 centavos. El dato resalta frente a las declaraciones hechas por funcionarios del propio Gobierno federal, que en su momento apuntaron que los cárteles michoacanos de las drogas obtenían utilidades por hasta 2 mil millones de pesos al año.

Quien fuera en su momento el comisionado para la seguridad de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, reveló que la estructura del cártel de los Caballeros Templarios había podido consolidar su presencia debido a su fortaleza económica, la que fue calificada como “increíble”.

Hasta mediados del 2014, se advirtió por parte del Gobierno federal que la presencia de La Familia Michoacana y de Los Caballeros Templarios, no solo era preponderante en el trasiego de las drogas, sino que habían podido trasladar su imperio de dominio a diversas actividades económicas, en empresas formalmente  establecidas.

Entre los renglones señalados como nichos de presencia del crimen organizado en el estado de Michoacán, se mencionó el sector minero, transportes, industria metal mecánica y diversas actividades agrícolas y ganaderas. También se habló de la presencia de Los Caballeros Templarios en negocios inmobiliarios.

Sin embargo, dentro de la actuación de las Fuerzas Federales que intervinieron en Michoacán para declarar formalmente desarticulados a los dos más poderosos cárteles de las drogas, no se registra el decomiso ni la incauta de grandes propiedades. No hay registro de ningún bien inmueble que haya sido usufructuado por el crimen organizado.

Solo autos viejos, teléfonos celulares, un teclado para computadora, un sintetizador de estéreo, un televisor, un congelador para carne y hasta una cama matrimonial, es lo que aparece, entre otros bienes muebles, en la lista de artículos que la PGR entregó al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para su venta. La lista de lo incautado a los integrantes del crimen organizado en Michoacán, se conforma por mil 115 artículos muebles. No existe ningún inmueble dentro de lo incautado, pero sí resaltan teléfonos celulares con un valor de 4 pesos o bocinas con un precio de 2 pesos con 8 centavos.

¿Y la riqueza de ‘El Chayo’?

Tras los saldos de la guerra contra el crimen organizado en Michoacán, no aparece en ninguna parte de la lista de lo incautado por la PGR, ningún tipo de aeronave o yate de los que, en su momento reconoció el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), eran comprados por capos como Nazario Moreno González, El Chayo; Servando Gómez Martínez, La Tuta; o Jesús Méndez Vargas, El Chango.

La suma de bienes muebles incautados -por un valor de poco más de 21 millones de pesos- al narco michoacano en una guerra de poco más de 8 años, se dimensiona frente a otras acciones que se han llevado a cabo contra otros cárteles de las drogas, como la realizada en Estados Unidos en septiembre del 2014, cuando se logró el decomiso de 35 millones de pesos en efectivo a células que trabajaban para el cártel de Sinaloa de Joaquín Guzmán Loera.

Solo el 30 de abril del 2014, las Fuerzas Federales de seguridad lograron incautar en el puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, un barco chino, el Jian Hua, el que habría comprado a los Caballeros Templarios más de 68 mil toneladas de hierro en bruto, lo que habría representado ingresos para el cártel por el orden de los 7 mil millones de pesos.

En su momento, de acuerdo a fuentes oficiales del Gobierno federal, se dio cuenta de que El Chayo, el jefe fundador del cártel de Los Caballeros Templarios, mantenía una de las riquezas más grandes de todo el país, en donde se le atribuyó una fortuna de casi 5 mil millones de dólares, invertida principalmente en granjas agrícolas y empresas dedicadas al transporte.

De esa fortuna nada se ha sabido desde que su muerte fue decretada oficialmente el 10 de marzo del 2014. Lo único que oficialmente se ha informado que le fue arrebatado al capo michoacano fue la llamada Fortaleza de Anunaki, el rancho en Apatzingán en donde mantenía sus reuniones personales y acto de iniciación masónica para los miembros de su cártel.

Vehículos viejos, y todo de a 4 pesos

En la lista entregada a Reporte Indigo, se detalla que entre los bienes incautados a las células del cártel de La Familia y de los Caballeros Templarios, del 2006 al 2014, se encuentran una gran cantidad de vehículos, todos de modelo viejo, cuyos precios oscilan entre los 5 mil a los 65 mil pesos. Son pocos los vehículos que registraron un valor por encima de los 170 mil pesos.

Entre los vehículos decomisados y colocados a la venta del mejor postor, se encuentran algunas unidades marca Nissan, Volkswagen, Honda, Dodge y Chevrolet, modelos desde 1974 a 1989, que en su momento fueron utilizados por las células de los cárteles para transgredir la paz y el orden público.

Destaca dentro de lo decomisado a las células desarticuladas, principalmente del cártel de los Caballeros Templarios, 300 costales de piedra porosa, conocida como “piedra Pómez”, mismos que ya fueron colocados al mejor postor a razón de un precio de 160 pesos con 64 centavos, todos.

En su momento, el Gobierno estatal celebró diversos aseguramientos de bienes muebles a células del crimen organizado. 

El que fuera gobernador interino de Michoacán, Jesús Reyna García, que luego fuera procesado como parte del cártel de los Templarios, aseguró que se estaba “golpeando a la estructura financiera del crimen organizado” en la entidad.

Hoy se sabe que parte de esa “estructura financiera” fue, entre otras cosas aseguradas, un teléfono celular Motorola Startac; una bolsa de mano, color crema, con una placa en color dorado con la leyenda Moschino, con un valor económico también de 4 pesos o una pistola para silicón con la leyenda Truper, modelo pie 5/16, color negro, con valor de mercado de 4 pesos.

En la lista de los decomisos de la guerra contra el narco en Michoacán, también resaltan una medalla rellena de la virgen de Guadalupe o de Lourdes, color dorado, con un precio de mercado de 119.91 pesos; una pulsera de oro amarillo al parecer de 10 quilates, tipo esclava eslabón 3×1, que tiene un precio de 199 pesos con 85 centavos; un anillo de oro amarillo de al parecer 14 quilates, con una figura de crucifijo al frente, con un precio de 119 pesos con 91 centavos.

Entre la larga lista de decomisos que en su momento fueron de los cárteles en Michoacán, se encuentra también un librero; un jarrón de barro y un globo terráqueo didáctico, marca Word Mation, en regular  estado de uso, que vale 3 pesos con 40 centavos.

Golpe financiero

Algunas de las cosas aseguradas al cártel de Los Templarios:

> Un teléfono celular Motorola Startac

> Una bolsa de mano, color crema, con una placa en color dorado con la leyenda Moschino

> Una pistola para silicón con la leyenda Truper

> Una medalla rellena de la virgen de Guadalupe o de Lourdes, color dorado

> Una pulsera de oro amarillo al parecer de 10 quilates, tipo esclava eslabón 3×1

> Un anillo de oro amarillo de al parecer 14 quilates, con una figura de crucifijo al frente

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