Si tiempo atrás los cárteles de la droga buscaban transportar su materia prima hacia el norte para obtener ganancias, ahora están comprando armas con el dinero de esas utilidades.
Ioan Grillo, el periodista británico cuya residencia en México ha sido de 11 años, aborda el tema del narcotráfico como una insurgencia criminal cuya industria se basa en la comercialización de la droga.
Insurgencia porque entre los planes de los narcos no solamente está el negocio de llevar la droga hacia Estados Unidos y controlar el mercado interno mexicano, sino porque también hay una obsesión por tener un dominio territorial.
Son pandilleros y ex militares, que distribuyen sustancias ilegales y que combaten contra quienes se interpongan en el negocio.
Se trata de insurgentes con tácticas de guerrilla, sin ideología y sin un plan.
“Hoy en día vemos grupos armados financiados por la droga buscando controlar un territorio.
“Y tú hablas con los mismos sicarios de los grupos y hablan de traficar droga para financiar la guerra. Como si fuera un objetivo la guerra” explica el autor del libro “El Narco”.
“Entiendo que en México cuando hablan de insurgentes la gente es muy sensible porque los insurgentes en México son los fundadores de la República. Entonces cuando Hillary Clinton dice que hay insurgencia en México, aquí se enoja mucho el gobierno mexicano”.
La evolución del narcotráfico se convirtió en una “guerra de baja intensidad” que el gobierno mexicano prefiere no escuchar.
Pues existe un rechazo frontal por parte del gobierno para denominar “insurgencia criminal” al conflicto del narco en México, subraya Grillo.
“Si queremos buscar la solución de que haya menos violencia hay que verlo en términos de lo que estamos enfrentando.
“Cuando tienes un conflicto de 60 mil muertos no puedes hablar de una cuestión de pandilleros y mafias, sino de algo más grave”.
La insurgencia en México ha vuelto como células independientes cuya marca significa más que su líder.
Se les reconoce más por el grupo que por la cabeza.
“Quitas una cabeza y tienes a un ejército de sicarios sin líder.
“Entonces siempre llega más gente y más sanguinaria”, detalla Grillo.
El libro de El Narco es una provocación para quienes todavía hoy tratan de minimizar esta guerra en territorio mexicano.