La reforma a la Ley Ambiental del Estado para que las pedreras utilicen agua tratada residual en su proceso industrial de explotación y aprovechamiento pétreo incomodó a las empresas.
El dictamen se iba aprobar el 3 de noviembre en la Comisión de Medio Ambiente del Congreso local, a cargo de la diputada del Partido Acción Nacional (PAN), Claudia Caballero, pero fue bajado de última hora, informó la diputada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Ivonne Bustos Paredes.
Un documento dirigido a la coordinadora del PVEM firmado por Horacio Martínez Reyes, director del Instituto para la Protección Ambiental de Nuevo León, revela la solicitud de que la reforma debería estudiarse bajo tres observaciones.
“Creemos que la iniciativa debe ser estudiada con mayor cuidado por las implicaciones en la seguridad de los trabajadores, en el suministro de agua y respecto a la legalidad de los preceptos”, menciona el documento.
El Instituto para la Protección Ambiental de Nuevo León, un organismo filial de la Cámara de la Industria de la Transformación de Nuevo León (Caintra), dice que existen impedimentos técnicos para la conexión a la red de agua tratada.
“La Iniciativa establece el uso obligatorio de agua tratada, lo cual siempre es deseable, pero debe mantener un margen de posibilidad para otras opciones. La iniciativa debe estudiarse en función de la capacidad de tratamiento de la Ciudad, en contraposición de la demanda de las plantas que tienen extracción de materiales pétreos”, menciona el documento fechado el 2 de noviembre.
El órgano agrega que tendría que modificarse la redacción de la iniciativa a agua no potable en al menos 50 por ciento y cruda.
“Debe evaluarse el uso también de agua no potable y no sólo proveniente de tratamientos, en ese sentido la redacción debe ser modificada y ampliado el alcance a agua no potable. Es deseable que los TRANSITORIOS incluyan la implementación paulatina del uso de agua tratada, así como la posibilidad que exista un margen de uso de agua cruda”, expresa la industria.
El uso prioritario del agua debe ser para consumo humano, por encima del industrial, pero pareciera que la Comisión de Medio Ambiente no acepta que la humectación de pedreras se puede lograr con agua tratada o residual. La reforma busca como resultado quitar presión de uso a los acuíferos subterráneos, dejando agua disponible para consumo de los neoleoneses.
Reforma para protección del agua
La reforma a la Ley Ambiental del Estado de Nuevo León busca la protección y fomento sostenible de este recurso natural que se utiliza en la industria de explotación y aprovechamiento pétreo, a través de agua tratada.
La legisladora del PVEM, Ivonne Bustos Paredes, propone modificar el artículo 126 Bis 1 de esta Ley para que las empresas utilicen agua residual tratada y con esto reducir los riesgos hídricos, sobre todo en un estado que tiene periodos de sequía.
“Será obligatorio que la cantidad de aguas residuales tratadas disponibles sea equivalente a la cantidad de agua estimada que requieren todos los procesos relacionados con la extracción pétrea”, dice la reforma que está varada desde febrero en el Congreso.
Cabe recordar que el desabasto de agua es un problema latente, que año con año se hace presente en Nuevo León, es por eso que la Presa Libertad está en construcción. Además, este estado está obligado a trasvasar agua a Tamaulipas por un convenio entre ambas entidades, de ahí la importancia de cuidar los mantos acuíferos y ríos.
El agua cruda a la que hace referencia la industria de explotación y aprovechamiento pétreo en el documento que demanda se estudie la reforma a la Ley de Medio Ambiente del Estado y que contempla sea utilizada para sus procesos, es la que no tiene ningún tratamiento. En Nuevo León se puede encontrar en mantos acuíferos subterráneos, así como en las presas y ríos.