Neocúpula afina armas para proyecto 2015

La jornada electoral del domingo dejó en Nuevo León grandes perdedores, pero también ayudó para que un grupo político consolidara su proyecto político rumbo al 2015.

El gobernador priista Rodrigo Medina, que arrastró a una debacle al PRI en las elecciones de este domingo, es el gran derrotado de los comicios celebrados este 1 de julio en el estado.

Medina ahora tiene que enfrentar incluso acusaciones de haber traicionado la causa del próximo presidente de México Enrique Peña Nieto, así como del compadre de éste, Felipe Enríquez.

César Cepeda César Cepeda Publicado el
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La jornada electoral del domingo dejó en Nuevo León grandes perdedores, pero también ayudó para que un grupo político consolidara su proyecto político rumbo al 2015.

El gobernador priista Rodrigo Medina, que arrastró a una debacle al PRI en las elecciones de este domingo, es el gran derrotado de los comicios celebrados este 1 de julio en el estado.

Medina ahora tiene que enfrentar incluso acusaciones de haber traicionado la causa del próximo presidente de México Enrique Peña Nieto, así como del compadre de éste, Felipe Enríquez.

Pero los resultados electorales del domingo también dejaron al PAN y a la corriente denominada neocúpula, que controla este partido político, como los grandes triunfadores de las elecciones.

Tras la jornada electoral, la neocúpula panista, que encabeza el alcalde con licencia Fernando Larrazabal, el virtual senador Raúl Gracia y Zeferino Salgado, consiguió las posiciones políticas suficientes para concretar su asalto a la gubernatura en el 2015.

Los neopanistas tendrán el control del Congreso del Estado y las alcaldías de Monterrey, San Pedro, San Nicolás, Santa Catarina y ahora Juárez, para consolidar una estructura que les permita competir en tres años por la silla que actualmente ocupa Rodrigo Medina.

El alcalde con licencia de Monterrey, Fernando Larrazabal, es hasta el momento la cabeza de este proyecto político.

Y es también el panista con mayores posibilidades de convertirse en el candidato del PAN a la gubernatura, apoyado por este grupo albiazul.

Sin embargo, figuras históricas del PAN como el alcalde de San Pedro, Mauricio Fernández, y nuevas como la próxima alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes, no están descartados en esa carrera.

Los panistas tradicionales que apoyan a Arellanes creen que una vez que tome protesta como alcaldesa de Monterrey, la ex delegada de la Sedesol romperá con Larrazabal y con la neocúpula panista.

La elección por el Distrito Federal 10 de Monterrey, donde Larrazabal se impuso al priista Aldo Fasci, apenas por 992 votos de diferencia, significó una gran oportunidad para el PRI de descarrilar la carrera del panista por la gubernatura.

Es cierto que el voto de castigo que los electores propinaron a Larrazabal, involucrado en el escándalo de corrupción del casino Red, estuvo a punto de provocar el primer descalabro electoral al también ex alcalde nicolaíta.

Pero también circulan versiones de que el PRI y Felipe Enríquez, candidato priista a la Alcaldía de Monterrey, concentraron su operativo electoral en este distrito buscando derrotar a Larrazabal y sus aspiraciones por la gubernatura.

Larrazabal tendrá ahora primero que defender su diputación federal en la mesa, para conseguir después el fuero y cabildear en el CEN panista su posible candidatura a la gubernatura en tres años.

Larrazabal podrá construir su candidatura desde el Municipio de Monterrey, que será encabezado por Margarita Arellanes, pero por un Cabildo integrado en su mayoría por “larrazabalistas”.

Por su parte, el ex consejero de la Judicatura del Estado, Raúl Gracia, se convertirá en unos meses en senador por Nuevo León, pero seguirá con una gran influencia en el nuevo Congreso del Estado, donde el PAN tendrá mayoría.

La próxima legislatura estará conformada por panistas afines a Gracia, como son Rebeca Clouthier, Alfredo Rodríguez, Eduardo Cedillo, José Luz Garza y Juan Carlos Ruiz, quien se perfila para ser el próximo coordinador de la bancada panista.

Gracia también tendrá poder en la próxima administración municipal de San Pedro, encabezada por el panista Ugo Ruiz.

Y en la de Monterrey, donde despachará Arellanes.

Una vez que concluya el gobierno federal del PAN, en diciembre de este año, Zeferino Salgado tendrá que dejar la SCT de Nuevo León que ocupa desde hace tres años.

Salgado se refugiará en el Municipio de San Nicolás, gobernado por su hermano Pedro Salgado, desde donde afinará su plan para hacerse del control del CDE albiazul.

A finales de este año concluye la dirigencia de Sandra Pámanes y el Consejo Estatal del PAN tendrá que elegir al presidente y el nuevo Comité Directivo Estatal.

En el Congreso del Estado Salgado estará representado por los diputados nicolaítas Mario Alberto Cantú, Julio César Álvarez y Celina del Carmen Hernández, que son incondicionales a su proyecto político.

El ex alcalde nicolaíta estaría impulsando a Alfredo Rodríguez para que ocupe la secretaría del Ayuntamiento de Monterrey, lo que implicaría que el actual alcalde de San Nicolás, Carlos de la Fuente, arribe al Congreso incrementando su cota de poder.

La neocúpula panista estará representada también en el Congreso Federal a través de diputados como Víctor Fuentes, Martín López, Alfonso Robledo y por supuesto por Fernando Larrazabal.

No hay duda que los panistas y priistas ya afinan su juego por la gubernatura del 2015.

Raúl Gracia

Será senador de Nuevo León.

De los líderes de la neocúpula es el que tendrá en la próxima legislatura más diputados afines a su grupo político.

En la contienda interna apoyó a Ugo Ruiz, quien se convertirá en el nuevo alcalde de San Pedro, por lo cual le redituará posiciones en la administración municipal.

Fernando Larrazabal

El alcalde con licencia de Monterrey se perfila para ser diputado federal por Nuevo León.

Es el panista que será impulsado por el grupo de la neocúpula del PAN a la gubernatura de Nuevo León.

Larrazabal apoyó a Margarita Arellanes para la Alcaldía de Monterrey y logró importantes posiciones en el próximo Cabildo regiomontano.

Zeferino Salgado

Su hermano Pedro Salgado gobernará el municipio de San Nicolás, que utilizará como su centro de operaciones.

En diciembre buscará hacerse del control del Comité Directivo Estatal del PAN, que actualmente encabeza Sandra Pámanes.

Salgado estará representado por tres diputados locales incondicionales en el próximo Congreso del Estado.

Congreso panista, cúpulas divididas

El próximo Congreso del Estado se perfila para convertirse en el nuevo ring de los enfrentamientos entre la neocúpula del PAN y la vieja cúpula panista.

Los resultados de la jornada electoral del domingo beneficiaron a los candidatos del PAN, partido político que tendrá la mayoría legislativa y las principales comisiones.

En la próxima legislatura el PAN estará representado con 20 legisladores en total,  incluyendo los 15 curules conseguidos por mayoría relativa y los 5 obtenidos por representación proporcional.

Una mayoría que en teoría debe de representar un fuerte bloque en contra del poder que ostenta actualmente el gobernador Rodrigo Medina.

Sin embargo, este control del PAN en el Congreso del Estado estará mermado por la división que existe entre la neocúpula panista y el panismo tradicional.

Los diputados que pertenecen a la neocúpula panista, grupo que encabeza Fernando Larrazabal, Raúl Gracia y Zeferino Salgado, asumirán el control del Congreso del Estado a partir del mes de septiembre.

Pero de este control escapan cerca de 10 legisladores locales electos que son afines a la cúpula tradicional panista que encabezan Fernando Elizondo y Alejandra “Kana” Fernández.

Luis David Ortiz, Fernando Elizondo Ortiz -hijo de  Elizondo Barragán-, Francisco Treviño, Jesús Hurtado, Luis Ángel Benavides y Blanca Lilia Sandoval, son panistas que ganaron sus distritos en la jornada del domingo, pero representan los intereses del panismo de la vieja cúpula.

En este bloque sobresalen también los panistas que serán legisladores locales por el sistema de representación proporcional, como son Braulio Martínez, Héctor Briones, Carolina Garza y Armando Amaral.

Luis David Ortiz, quien logró la victoria en el Distrito Local 4 de Monterrey, es cuñado del actual senador Fernando Elizondo Barragán, ex candidato a la gubernatura de Nuevo León y uno de los líderes del panismo tradicional.

Pero Ortiz no será la única posición que tendrá en el Congreso de Nuevo León el senador Fernando Elizondo Barragán.

Porque su hijo, Fernando Elizondo Ortiz, ganó el Distrito Local 12 de Guadalupe y aseguró un curul en el Poder Legislativo de Nuevo León.

En el Congreso del Estado entrante Alejandra “Kana” Fernández tendrá poder en las decisiones legislativas.

Jesús Hurtado, quien logró el triunfo en el Distrito Local 5 de Monterrey, es un panista que le debe su carrera a Alejandra Fernández, la ex dirigente estatal del PAN y hermana del alcalde actual de San Pedro, Mauricio Fernández.

Lo mismo ocurre con Francisco Treviño, ex delegado de la Profepa, que ganó el Distrito Local 6 de Monterrey.

Hay más panistas que no forman parte de la neocúpula, como son Blanca Lilia Sandoval y Luis Ángel Benavides, vinculados al grupo de Judith Díaz, la candidata del PAN a la Alcaldía de Guadalupe.

Benavides obtuvo el triunfo en el Distrito Local 15 de Guadalupe, mientras que Sandoval lo hizo en el Distrito Local 14, también de este municipio.

Los próximos diputados panistas plurinominales del PAN como son Braulio Martínez, Héctor Briones, Carolina Garza y Armando Amaral, y están identificados con el grupo del senador Fernando Elizondo Barragán.

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