Niños: La víctima más inocente

Eran las 11:15 de la noche del domingo 10 de marzo, una noche de fiesta.

 El salón de eventos “JR” estaba repleto de invitados por la celebración de los 15 años de Saidi Abigaíl, quien había contratado a Los Príncipes del Vallenato para animar su fiesta.

Abigaíl estaba feliz, pensba en su futuro.

Varios de los asistentes aún estaban afuera esperando a otros amigos. Unos más se encontraban dentro del carro platicando y realizando los últimos ajustes a sus atuendos.

Muy pronto, en cuestión de segundos, el banquete de gala de Saidi se convirtió en un acto terrorista.

Diez personas armadas descendieron de tres camionetas y comenzaron a disparar indiscriminadamente la fachada del salón, donde había 300 invitados en total.

Los hombres armados con fusiles  AK-47 y AR- 15 subieron al segundo piso y empezaron a disparar contra quien los invitados que corrían asustados rumbo al fondo del salón. 

Los gritos de terror inundaron el lugar.

Uno de los criminales lanzó una granada y salió corriendo.

Axel Jair Mar Barrón, el hermano menor de la quinceañera, de apenas cinco años, se encontraba dormido en una de las sillas de la fiesta.

Mientras todos corrían y gritaban el niño apenas se movía sobre la silla, adormilado, inocente de lo que estaba ocurriendo a su alrededor.

Recibió el impacto de las balas y también de las esquirlas del explosivo en el abdomen y en las piernas.

Su madre, con la adrenalina del acto criminal, en medio de la sangre y el escándalo, cargó al niño y lo llevó a un automóvil para conducir hasta al Centro Médico San Bernabé.

Pero Axel se desangraba.

La cantidad de sangre fue tanta que el niño falleció en el carro.

En los últimnos 12 meses, de Día del Niño a Día del Niño,  son  59 menores de edad que han muerto en hechos violentos y a manos del crimen organizado en Monterrey.

El pasado 20 de febrero Osiris Michelle Flores Villegas, de 8 años de edad, murió junto con su familia en un ataque que el crimen organizado realizó al negocio de fierro y cartón de su papá Alfredo Flores.

Fue durante un indiscrimando acto sanguinario en la colonia Villa de San Ángel, al norponiente de la ciudad.

Y a pesar de que no se han esclarecido las causas de la masacre, la autoridad especula que tuvo que ver con las cuotas mensuales, de entre mil y 15 mil pesos, que el crimen organizado pide a los comerciantes de chatarra.

Trece días antes, el 7 de febrero,  la suerte del niño Moisés Alejandro Rojas Juárez, de 8 años de edad, fue morir en un acto de crueldad.

Por celos entre adultos, un hombre primero lo sacó de su casa con engaños.

Y cuando ya era buscado por las autoridades, lo encontraron en un terreno baldío del Fraccionamiento Paseo Las Margaritas, en el municipio de Juárez.

 La mayoría de éstos casos presentan características en común.

Los niños ya no son objeto de trato especial,  no son considerados inocentes, sino rehenes de la venganza de los adultos y del crimen organizado.

Los sicarios, las pandillas, las celos entre la pareja, se llevan de encuentro la vida de niños inocentes.

Según el  Informe Alternativo de Infancia y Conflicto Armado en México 2011, del 2000 al 2006, 503 niños perdieron la vida en medio de la lucha contra la delincuencia organizada en el país. 

Y de 2007 a 2010 aumentó a 994 homicidios infantiles en México.

Casi cuatro de cada 10 mexicanos son menores de edad.

La población infantil es exactamente del 37 por ciento del total.

Juan Martín Pérez García, director de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), destacó las dificultades de los niños en el ámbito de su protección.

Y resaltó la reclusión y el encierro que vive la infancia mexicana por la inseguridad. 

“Las madres de familia no dejan salir ya a los niños y a las niñas a la calle, o a los parques públicos, por miedo a la violencia”, dice Pérez.

“Esto es en términos de la vivencia propia, es decir, porque han sido heridos, han sido víctimas directas de agresiones”.

Y es que el sistema no tiene la posibilidad de proteger a los niños, agrega.

“Por eso es importante destacar que en tanto el Estado mexicano no asuma el reto de la violencia, es su responsabilidad. 

“Y no se reduce a vínculos solamente virideccioanles, sino que habla de omisión del Estado en su responsabilidad”.

En términos de inseguridad para niños y niñas, Nuevo León ocupa el segundo lugar en la lista de las entidades federativas más violentas.

Tan sólo después de Chihuahua, pero arriba de Guerrero y Sinaloa.

Ataques recientes

Estos son los actos violentos ocurridos en las últimas fechas en los que han muerto menores de edad.

Tradicionalmente el sicariato en los cárteles de la dorga consistía en aseinar, de la manera más quirúrgica, a los rivales o a quienes consideraban traidores a su organización.

Pero hoy en día “los mataniños” están en todos los cárteles.

> 6 enero 2013
Desde afuera de  la casa un grupo de hombres armados pasaron con cuernos de chivo y rifles de alto poder a rafaguear el domicilio que alcanzó a Esmeralda Hilario Castro de 23 años y a su hijo Marcelo Pérez Hilario de 4 años de edad. Ambos se encontraban viendo el televisor.

> 8 enero 2013
La noche del domingo 8 de enero, el niño Marcelo Hernández, de 4 años de edad,  fue baleado y herido por hombres armados que irrumpieron en su domicilio para asesinar a sus papas. Los hechos ocurrieron en la colonia Tampico, en la zona oriente de Monterrey.

> 7 febrero 2013
Moisés Alejandro Rojas Juárez, de 8 años de edad, fue víctima de un asesinato a piedras y golpes en un terreno baldío en el Fraccionamiento Paseo Las Margaritas, en Juárez, Nuevo León, tras haberlo reportado extraviado.  

> 20 febrero 2013
Una familia fue masacrada por hombre armados en un negocio ubicado en la colonia Villa de San Ángel.  Entre las víctimas estaba una niña de 8 años de edad, Osiris Michelle Flores Villegas.

> 10 marzo 2013
La noche del 10 marzo del 2013, durante la fiesta de 15 años de su hermana, muere Axel Jair Mar Barrón, de 5 años, mientras dormía en unas sillas de un salón de fiestas. Los pistoleros que atacaron indiscriminadamente a los invitados, lanzando al menos una granada en el salón de actos ubicado en la colonia Fomerrey 1.