No hubo traición panista
Desde que el pasado jueves se aprobó la reforma laboral en San Lázaro y devuelta al Senado donde pasó sin mayor problema, al presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, le ha caído encima una cascada de improperios, el más recurrente “traicionero”.
Así le llama la izquierda a él, a su partido, a sus bancadas, por haberse unido a última hora al PRI para sacar adelante una iniciativa supuestamente casi idéntica a la “preferente” que envió el presidente Felipe Calderón. Una iniciativa que a la izquierda no le gustó nunca nada.
Raúl Tortolero
Desde que el pasado jueves se aprobó la reforma laboral en San Lázaro y devuelta al Senado donde pasó sin mayor problema, al presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, le ha caído encima una cascada de improperios, el más recurrente “traicionero”.
Así le llama la izquierda a él, a su partido, a sus bancadas, por haberse unido a última hora al PRI para sacar adelante una iniciativa supuestamente casi idéntica a la “preferente” que envió el presidente Felipe Calderón. Una iniciativa que a la izquierda no le gustó nunca nada.
Jesús Zambrano, líder nacional del PRD, lamentó que el PAN haya roto lo que él pensaba sería una alianza duradera contra “el autoritarismo y la corrupción” para el próximo sexenio. El diputado Alejandro Sánchez Camacho tachó al PAN de haber mostrado su verdadero rostro, uno muy parecido al del PRI.
Para el PRD, la posibilidad de una alianza electoral con el PAN para 2013 y años venideros se ha quedado prendida con alfileres.
“Si fuera por el PRD, no habría ni reforma”, dijo el presidente del CEN del PAN, al que no parecen quitarle el sueño todos los jitomates que le han tirado últimamente.
Para él, el “bien común” –ése con el que el PAN siempre se llena la boca-, está por encima de toda alianza con los demás partidos.
En conferencia de prensa el pasado viernes nueve de noviembre, dio a entender que no está casado con nadie y que para su partido la prioridad era ver aprobada una reforma que dará supuestamente empleo a cientos de miles de personas.
Muchas de estas traiciones tienen que ver con la aprobación del famoso voto “indirecto” en la elección de los líderes sindicales, por parte del PAN y el PRI. Pero Madero para todo tenía respuestas: alegó que se consiguió que la votación sindical pueda ser libre y secreta, directa o indirecta.
Explicó que las elecciones presidenciales en Estados Unidos se hacen mediante el sufragio indirecto y es un ejemplo de democracia mundial. En eso tiene razón, allá el voto es por delegados. Y también lo hacen asi el PRD y el PAN.
Voto indirecto o directo, ambos son democráticos, señaló el líder blanquiazul. Estamos respetando por un lado la autonomía de los sindicatos, pero al mismo tiempo, impulsando la democracia interna de éstos.
Honrando compromisos
¿Son traidores? “Nuncamente”, responde Madero. “Estamos honrando compromisos, le cumplimos a México”. Y en cambio, el PRD siempre votó en contra de la reforma laboral, recordó. El único compromiso con el PRD fue que el voto fuera libre y secreto, y la transparencia sindical, precisó.
Para documentar “su optimismo”, esgrimió entonces datos del sentido con que se ha votado en el pasado.
Por ejemplo, el 28 de septiembre, el PRI-PVM emitió 237 votos a favor, y el PAN 114 frente a 100 en contra del PRD y 28 del PT y el MC.
En el Senado, el 23 de octubre, el PRI-PVM tuvo 61 votos a favor, el PAN 38, y el PANAL uno, contra 22 del PRD y seis del PT y del MC.
Por último, el 8 de noviembre, el PRI-PVM dio 238 votos por el sí, junto a los 114 del PAN y nueve del PANAL, contra 104 del PRD y 24 del PT-MC.
Todo ello muestra, para Madero, que el PAN siempre estuvo del mismo lado, que “construyó mayoría” con el PRI y el PVM en cada votación para su aprobación.
En cuanto al polémico artículo 388 bis, referente a los requisitos para los contratos colectivos, Madero dijo que siempre será apoyado por el PAN, y que su partido seguirá insistiendo en las luchas inmediatas.
Los trabajadores ganan
Dice estar muy satisfecho con estos resultados, porque la reforma va a permitir que miles de empleos informales, sin protección, ahora sean formales, y van a generar antigüedad, sin simulación de horarios, ni de nada, y los outsourcings deberán dar protección jurídica a los empleados.
Se ganan también –cree el chihuahuense- derechos para mujeres y jóvenes, es decir, mejor justicia laboral, ya que se contará además con mejores mecanismos para resolver problemas. Y se avanzará en competitividad.
Finalmente, Madero respondió a las acusaciones que le ha hecho Zambrano. Para el PRD –apuntó- todo es traición. Pero esta reforma es un instrumento para garantizar la democracia sindical, que genera un respaldo que antes no había. Con el PRD, todo quedaba en el “status quo”, justo como estaba antes.