La negociación de la reforma energética no va a ser cosa fácil.
A pesar de que por ahora hay propuestas por parte de los tres principales partidos en México -PRI, PAN y PRD- nada asegura que el asunto no termine en las calles.
En el PRD están convencidos que rompieron con la inercia de oponerse sin proponer. Esta vez hay un proyecto del partido del sol azteca para discutirlo en el Congreso y en cualquier foro.
Pero históricamente su terreno son las calles. Y es por eso que nadie sabe cuánto dure la mano suave y el trato amable.
“No va a ser un día de campo”, advierte el diputado Luis Espinoza Cházaro, uno de los encargados de la redacción del proyecto perredista presentado en el Monumento a la Revolución el lunes por Cuauhtémoc Cárdenas.
Es la primera vez que es diputado federal, pero ya entiende el sistema político mexicano, por eso es que desde ahorita contempla el escenario de que el PRI junto al PAN y Nueva Alianza hagan mayoría para que la reforma constitucional, -a la que se oponen los perredistas- pase libremente en las dos cámaras del Congreso.
“No va a ser un día de campo, porque es mucho lo que está en juego para el país. Si como en el 2008 hacemos los cambios, vienen los capitales y no se transforma en derrama económica habremos dado un paso en falso poder echar atrás; porque cuando ya los invitaste a la fiesta no fácil les dices que ya se vayan”, dice.
En este escenario la advertencia del diputado es no legislar al vapor. Tomarse su tiempo y dar por lo menos el próximo período de sesiones –de septiembre a diciembre- sólo para el debate del tema, es una buena medida.
“Sería un gravísimo error, hacer una reforma de esta envergadura, la madre de todas las reformas, al vapor. Precisamente en esta reforma no podemos equivocarnos”, insiste.
Desde las primeras horas de la mañana de ayer el joven legislador está en una especie de road show en medios de comunicación para detallar la reforma perredista. Poco después del mediodía ya tiene los ojos enrojecidos y de emergencia se come un gansito con un Sidral Mundet.
Se apresura en los argumentos porque tiene por delante otras entrevistas. Si bien hay una constante en su discurso para llamar al diálogo y al debate, de pronto aparece el alma perredista.
“Si quieren privatizar que lo digan abiertamente, pero que lo digan”, recalca.
Sin embargo pone el dedo en la llaga y asegura que a México no le ha ido bien con las privatizaciones. Como ejemplo pone el servicio en los bancos y las tarifas de Teléfonos de México.
Hace una severa crítica al PRI pues en la negociación de la reforma energética del 2008 tuvo argumentos muy diferentes a los que ahora postula.
“O mentían entonces, o mienten ahora. Yo creo que mienten ahora, porque los estatutos de su partido, el partido nacionalista que ellos evocan, fuero cambiados precisamente para eso hace un par de meses. Los cambiaron ex profeso para poder aperturar”.
Insiste en que es una actitud hipócrita por parte del PRI.
“Que lo digan cómo es, si quieren privatizar que se atrevan a decirlo, con todas sus palabras y lo debatimos, pero que lo digan. Pero que no digan medias verdades, que no digan que van a venir las inversiones y todos felices. ¿Con qué cobran los señores de British Petroleum y de Statoil, pues con la renta petrolera compartida”.
El diputado sube de tono, se acomoda en la silla de su pequeña oficina en el Palacio Legisaltivo de San Lázaro y suelta otra metralla contra los priistas, a quienes acusa de no querer dar detalles de su iniciativa precisamente por ser privatizadora.
“Para argumentar ya en el debate no les alcanza decir que quieren modernizar y no vamos a privatizar, vamos a cambiar el 27 constitucional y no lo vamos a cambiar mucho, y etcetera. Ya cuando necesitas tanta explicación, eso lo decía mi abuela, es que algo no anda bien.
“Quién invierte lleva la mayoría de la utilidad. Porque se oye muy padre que ellos (compañías extranjeras) van a poner la lana. Y sí la van a poner, pero hay que decir contra que la ponen, y es que garantizan con la renta petrolera, cotizan en la Bolsa de Valores de Nueva York, traes 5 mil millones de dólares y se querrán llevar esos 5 mil millones para otros 3 mil millones de utilidades”.
Espinoza Cházaro lanza una puntilla más al PRI pidiéndoles que expliquen por qué su propuesta no contempla el combate a la corrupción.
Por eso insiste: “Si nos quieren mayoritear, si se quiere imponer, en primera persona lo digo: no lo permitiré, saldré a la calle con la gente a decirles que lo que quieren es vender nuestra industria nacional”.
Esa es la postura de los moderados.