Oaxaca fue el primer estado del país en prohibir la venta de refrescos y comida “chatarra” a niños y niñas el 5 de agosto de 2020, a propuesta de la diputada local de Morena, Magaly López Domínguez. Doce días después se sumó Tabasco, el 17 de agosto, por iniciativa del gobernador morenista, Adán Augusto López.
A la fecha, en otras entidades, legisladores morenistas también han presentado su propia Ley “Antichatarra”. Pero en el estado de Nuevo León lo hizo la coordinadora de la bancada Independiente Progresista, Claudia Tapia, ante la Oficialía de Partes en el Congreso local.
Tapia Castelo propuso una iniciativa con proyecto de decreto que reforma la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes para el Estado de Nuevo León. Se trata de modificar por adición la fracción XXIV del artículo 13, así como de un capítulo XXIV y un artículo 119 Bis de esta ley para que niños y niñas puedan ejercer su derecho a una alimentación sana para prevenir la obesidad, el sobrepeso, la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
“Para garantizar el derecho a la alimentación de las niñas, niños y adolescentes queda prohibida, a través de cualquier medio, la venta, distribución y suministro, a menores de edad, de bebidas azucaradas y alimentos envasados, cuya cantidad de azúcar y contenido calórico sea mayor a lo establecido en los lineamientos que al efecto emita la Secretaría de Salud del Estado”, dice el documento.
De manera que el Gobierno de Jaime Rodríguez Calderón, el secretario de Salud, Manuel de la O Cavazos, y los diputados del Congreso local tendrán que tomar medidas conjuntas para tener la posibilidad de dar una vida saludable a la niñez de Nuevo León.
La congresista considera que esta iniciativa ha resultado incómoda para algunas empresas neoleonesas, incluso, para algunos diputados del Congreso, que aparentemente no estarían a favor de aprobar la propuesta contra la comida “chatarra”.
“Esta iniciativa resulta oportuna y procedente, ya que garantiza el derecho humano a la salud de las niñas, niños y adolescentes, debiendo predominar en todo momento el interés superior de la niñez sobre cualquier derecho que algún tercero pudiera alegar que se le esté vulnerando”, señala Tapia Castelo.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018 revela que quienes consumen alimentos no recomendables de forma cotidiana, como bebidas no lácteas endulzadas, son 83.3 por ciento de entre 1 a 4 años y 85.7 por ciento de entre 5 a 11 años.
Mientras que el consumo cotidiano de botanas, dulces y postres es de 63.6 por ciento de la población de 1 a 4 años, 64.6 por ciento de 5 a 11 años y 53.7 de 12 a 19 años.
Medina y su ley limitada contra la comida Chatarra
En enero de 2015, diputados del Congreso aprobaron la propuesta del exgobernador Rodrigo Medina, que crea la Ley para Prevenir la Obesidad y Sobrepeso en el Estado y Municipios de Nuevo León.
Pero los alcances de esta ley no han evitado que niños y niñas consuman bebidas azucaradas y alimentos con alto contenido de calorías. El marco legal determina las competencias de las autoridades estatales y municipales para aplicar mecanismos, herramientas y estrategias para prevenir la obesidad y el sobrepeso, así como programas de activación física.
La prohibición de la venta y distribución de bebidas azucaradas o alimentos con altas calorías sólo se contempla en el interior de los planteles educativos, pero no fuera de la escuela ni en la vida cotidiana.
La ley del exgobernador estableció la creación del Comité Estatal Interinstitucional para la Alimentación Saludable y la Activación Física, que tendría que sesionar cada dos años y cada cinco deberìa presentar la Encuesta Estatal de Salud y Nutrición, pero no ha funcionado. En 2018 esta ley fue reformada para otorgar recursos al Fondo Municipal para combatir la obesidad y el sobrepeso de la población, pero todo apunta a que tampoco ha tenido resultados.
En Nuevo León, el diputado de Morena, Luis Armando Torres, impulsó una reforma para promover una alimentación sana sin ánimo prohibicionista, sino enfocada al tema de la educación en nutrición.