Nuevos partidos, rostros conocidos

Hace unos días el Instituto Nacional Electoral (INE) abrió la etapa de registro de las organizaciones que deseen convertirse en partidos políticos y ya son más de una treintena las que han expresado su intención de participar en la escena política del país.

Sin embargo, los líderes de algunas de estas organizaciones ya son rostros conocidos en la política del país y con ello buscarán aprovechar la popularidad de sus protagonistas para obtener el apoyo de miles de personas.

Entre ellas están la organización Libertad y Responsabilidad Democrática, México Libre, de la excandidata presidencial, Margarita Zavala; y Redes Sociales Progresistas, de familiares y cercanos a la exlideresa del magisterio, Elba Esther Gordillo, por mencionar solo algunas.

El anterior registro de partidos políticos nacionales ocurrió después de las elecciones del 2012, cuando tres partidos obtuvieron su registro público nacional: el Movimiento de Regeneración Nacional, Morena; el Partido Encuentro Social, el PES; y el Partido Humanista.

Su registro les fue entregado en julio del 2014 y pudieron participar ya en las elecciones federales del 2015.

En ese proceso electoral, el Partido Humanista perdió su recién adquirido registro nacional al no poder obtener el 3 por ciento de la votación; en cambio, Morena y el PES consolidaron su presencia en la escena política nacional. Incluso, en el 2018, fueron aliados para ganar la elección presidencial.

¿Estas nuevas asociaciones que buscan convertirse en partidos políticos darán una sorpresa en las siguientes elecciones federales del 2021? Las cartas están sobre la mesa y solo hará falta seguir la estrategia para lograr y conservar su registro.

Polos opuestos

Diversas organizaciones han expresado su intención de convertirse en partidos políticos nacionales para poder competir en las elecciones del año 2021.

En su conjunto forman un crisol de posturas políticas diversas. Mientras hay algunas en clara oposición al gobierno actual, hay otras cercanas que incluso le dieron su apoyo en la elección presidencial pasada.

Hay otros de grupos sociales como los migrantes u organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos humanos.

Una de las organizaciones que han solicitado su registro es México Libre, de la excandidata presidencial Margarita Zavala y en la que participa su esposo, el expresidente Felipe Calderón.

Esta organización se conformará como abierta opositora al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y agrupa a varios políticos exintegrantes del Partido Acción Nacional, que han ido renunciando desde que Ricardo Anaya fue nombrado candidato presidencial del albiazul.

“México Libre es un proyecto que no se construye en torno a una u otra persona ni contra nadie. Es un proyecto que trasciende a todos porque se trata de generar una plataforma de participación que restaure la política en México, que subordine la política al bien común”, expuso ayer Margarita Zavala al entregar su intención de registro al INE.

La expanista negó que se trate de una acción para construir su candidatura presidencial rumbo al 2024.

Otra de las organizaciones con amplias posibilidades de lograr su cometido es Redes Sociales Progresistas (RSP) AC, cercana a Elba Esther Gordillo y con un abierto apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador.

El sábado pasado, la organización tuvo una convención en la que decidió que sí solicitaría su registro como partido político.

“¿Pero por qué y para qué las Redes Sociales Progresistas quieren ser un partido político nacional? Creemos con firmeza que vivimos una época tensa, compleja y difícil.

“Cada generación dice lo mismo; pero en esta en particular, en que se observa definitivamente un cambio de era, un cambio de régimen, se requiere la voluntad y la conciencia de muchas personas de buena fe, de buenos sentimientos, que asuman que el crimen no es normal y la corrupción no es imbatible”, expuso en la convención Fernando González, coordinador nacional de operación política de la organización y yerno de Elba Esther Gordillo.

Incluso, en la identidad gráfica de su convención nacional, RSP colocó una imagen de Andrés Manuel López Obrador.

La Agrupación Política Nacional Migrante Mexicana también busca conformar el Partido Migrante Mexicano, en el que se agrupe a esa comunidad.

Convicción Mexicana por la Democracia es el nombre de otra asociación que busca su registro, es de origen poblano y corte cristiano evangélico; y cercana también a un grupo religioso está la asociación Expresión Liberal Democrática, cuyo líder pertenece a la iglesia La Luz del Mundo.

Está también la asociación Pueblo Republicano Colosista, cuyo presidente, Gonzalo Navor, quien trabajó en la campaña presidencial de Luis Donaldo Colosio; y la Unión Nacional Sinarquista, considerada de extrema derecha.

También está la Asociación Nacional por la Defensa de los Derechos Político Electorales, de Israel Rafael Yúdico Herrera, quien fue secretario de Desarrollo Social de Cuernavaca cuando Cuauhtémoc Blanco fue alcalde.

Miles de firmas

Las organizaciones que estén interesadas en convertirse en partidos políticos nacionales deben presentar su carta de intención de registro antes del 31 de enero.

Después, estas agrupaciones deben celebrar al menos 20 asambleas estatales, en la que participen 3 mil ciudadanos en cada una; o hacer 200 asambleas distritales en las que participen 200 personas.

Además, se deben recolectar 233 mil 945 firmas de afiliación, lo que representa el 0.26 por ciento del padrón electoral.

Estas firmas deben ser recolectadas a través de una aplicación como la que se utilizó para los apoyos a los candidatos independientes.

Tras presentar las firmas, el INE revisará que no haya apoyos duplicados o que se cometan actos como en el proceso presidencial para definir a los candidatos independientes, en que se presentaron miles de apoyos en copias fotostáticas o con datos falsos, algunos incluso con fotografías de santos, datos de personas de otros países o firmas que no coinciden con las originales.

En esta aplicación se pedirá que se tome la foto de quien busca afiliarse a los nuevos partidos, para evitar que se cometa un fraude con las firmas.