Nunca rindieron cuentas

Hay muchos personajes públicos que bien podrían aportar información valiosa sobre la Línea 12 y que, sin embargo, no han sido llamados a rendir cuentas.

Son exfuncionarios de la administración de Marcelo Ebrard Casaubón que en este momento ocupan otros cargos públicos, pero que conocen a detalle cómo se desahogaron algunos procedimientos en torno a la obra cumbre del sexenio pasado, que hoy está suspendida por irregularidades graves que ponen en peligro a los usuarios.

En esa línea se encuentra Juan Carlos Mercado Sánchez, un activo funcionario que se desempeñó como subdirector general de Administración y Finanzas del Metro durante el sexenio marcelista y que por invitación del excomisionado nacional de seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, fue nombrado coordinador de servicios generales de la Policía Federal.

Mercado Sánchez participó en uno de los procesos más cuestionados en torno a la Línea Dorada: el arrendamiento de un lote de 30 trenes de rodadura férrea a través de un Proyecto de Prestación de Servicios (PPS) para el que Mario Delgado Carrillo, entonces secretario de Finanzas, autorizó los mil 588 millones de dólares a pagarse hasta el 2026.

En la edición “El senador que endeudó al GDF”, Reporte Indigo dio a conocer el documento firmado por Mario Delgado mediante el cual extiende a Francisco Bojorquez, entonces director del Metro, la autorización económica para comprometer dichos recursos en los ejercicios fiscales de 2010 al 2026 a fin de llevar a cabo el “Proyecto para la Prestación de Servicio de Trenes para la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo Metro”.

En seguimiento a dicha investigación, Reporte Indigo obtuvo documentación oficial a partir de la cual Mercado Sánchez presentó ante la Secretaría de Finanzas del Distrito Federal su argumentación para convencer que los trenes de rodadura férrea eran la mejor opción para la Línea 12.

En dicho documento firmado en diciembre del 2009, Mercado Sánchez puntualiza el alcance del PPS por el cual hoy se pagan los mil 588 millones de dólares, muy por encima de la propuesta que el GDF envió a la federación en la que estimó un gasto por 6 mil millones de pesos.

A la letra dice: “El costo total del proyecto de prestación de servicios de trenes para la Línea 12 es de 1,588,152,500.00 dólares IVA incluido”

La millonaria cantidad fue destinada, según el documento, para el diseño definitivo de los trenes, la fabricación, mantenimiento mayor y menor, transferencia de tecnología y financiamiento de las actividades referidas.

En el desglose que el entonces funcionario del Metro presentó a la Secretaría de Finanzas, que por esas fechas encabezaba el senador Mario Delgado, se puntualiza lo siguiente:

Que el costo en pesos del proyecto exclusivamente para la prestación de servicio de los trenes es de 20 mil 880 millones de pesos. Tres veces arriba de los 6 mil millones presupuestados.

Por si dicha cantidad fuera poco, el documento puntualiza que después de 17 años de pagar por la renta de los trenes de la Línea 12, el Sistema de Transporte Colectivo los comprará a un costo aproximado de 124 millones de pesos cada uno. 

Es decir, que para el 2026, el GDF tendrá que desembolsar, según estas cifras, 3 mil 720 millones de pesos más por los 30 trenes de CAF que para ese momento tendrán 17 de los 25 años de vida útil.

Las prisas por comprar

En el 2009, año en el que Mercado Sánchez presentó el documento, la obra de la Línea 12 ya había arrancado desde el 2008 y urgía definir el tipo de tren, la forma en que sería adquirido y, por supuesto, a quién.

Así, según el documento, las áreas técnicas del Metro determinaron que el tipo de trenes de la Línea 12 tendrían características diferentes al resto de los trenes que circulan en la mayoría de las líneas del sistema.

“Esta diferencia radica fundamentalmente en el tipo de rodadura. Los trenes de la Línea 12 contarán con rodadura férrea, a diferencia de la rodadura neumática que se usa en la mayoría de los trenes del sistema”.

Las razones del cambio de trenes, a decir de los argumentos presentados, es que el tren neumático que utilizan la mayor parte del parque vehicular del Metro de la Ciudad de México, tiene un mantenimiento más costoso por la constante adquisición de ruedas.

“Como hemos ya comentado, la construcción de la Línea 12 del Metro es un proyecto que ya está en marcha. No tendría utilidad toda la inversión ya realizada si no se cuenta con los trenes para esta línea al ser un componente fundamental del proyecto. De ahí la necesidad de contar con un lote de trenes con un funcionamiento óptimo a lo largo del tiempo”.

Pero más allá de precisar la adquisición de los 30 trenes por urgente necesidad, puntualiza que debe realizarse en la modalidad de PPS de trenes férreos, de lo contrario: “El STC se enfrentaría a un escenario de recursos limitados, como ha sido la tendencia histórica en los últimos años”.

En el documento análisis, Mercado Sánchez se lanza incluso a hacer la advertencia de “riesgo de que se presenten manifestaciones populares por inconformidad debido al incumplimiento de los compromisos de tener un sistema de transporte colectivo”.

Más involucrados

En el mismo caso que Mercado Sánchez están otros exfuncionarios marcelistas, como el exsecretario de Finanzas, Armando López Cárdenas, a quien el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, lo nombró como director del Fondo Mixto de Promoción Turísticas del Distrito Federal.

Justamente en el 2009, Armando López Cárdenas, entonces subsecretario de egresos de la Secretaría de Finanzas, fue el funcionario receptor del documento signado por Juan Carlos Mercado Sánchez.

También probablemente tendría algo que decir el hoy secretario de Finanzas de Mancera Espinosa, Édgar Abraham Amador Zamora, quien se desempeñó como director general de Calidad de Vida S.A. de C.V., la empresa paraestatal que participó en la fallida intentona de licitar los trenes. 

La misma que desató la polémica entre Bombardier y CAF, que la acusaron ante la Contraloría General por llevar a cabo procedimientos fuera de la Ley.

Y si de llamar a cuentas se trata, no sobraría la explicación del hoy senador Mario Delgado Carrillo, quien dicho sea de paso, mandó aquella comisión hasta China para visitar fabricantes de trenes.

Sin embargo, a estas alturas a la Comisión que investiga las fallas de la Línea 12 en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) parece que el tiempo se le terminó para llamar a más personajes involucrados.

Tal vez tenga razón el diputado local panista, Federico Doring, cuando acusa a la Comisión que investiga la línea 12 de ineficiente. 

El panista dice que no ve claro respecto a inhabilitar y meter a la cárcel a quien hizo mal uso de los recursos públicos.