A casi tres años de los sismos registrados en septiembre de 2017, un nuevo terremoto, en esta ocasión de magnitud 7.5 grados, puso en alerta a varias regiones del país, sobre todo a Oaxaca y el Valle de México.
Fue en el estado del sur en el que se registraron las mayores afectaciones materiales y en donde se reportaron seis víctimas fatales.
Este sismo vuelve a poner en evidencia la falta de atención a las secuelas que dejaron los terremotos del 7S y el 19S desde la reconstrucción, la atención a los focos rojos y el abandono a los damnificados.
Los daños en Oaxaca
El temblor sorprendió a la población de varios estados del país cerca de las 10:30. El epicentro fue a 23 kilómetros al sur de la comunidad de la Crucecita, en la costa de Oaxaca.
El gobierno de la entidad, encabezado por Alejandro Murat, instaló en el Centro de Control, Comando y Comunicación de Oaxaca (C4) un Consejo de Evaluación para los daños que generó el siniestro.
Poco antes de las 20 horas de ayer, se confirmó la muerte de seis personas, cuatro más resultaron heridas. Además se contabilizaron daños considerables en 30 municipios y más de 500 viviendas tuvieron afectaciones en su mayoría leves.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que para atender la situación se pusieron en alerta a más de 5 mil 500 efectivos del Ejército mexicano como parte del activación del Plan DNIII en una fase de auxilio.
Los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) informaron de daños en los hospitales generales de San Pedro Pochutla, Puerto Escondido y Pinotepa Nacional; así como en los comunitarios de Santa Catarina Juquila, Santa María Huatulco, Río Grande y Santos Reyes Nopala.
El área de Comunicación Social del estado detalló que en el Centro de Servicios Ampliados de Santa María Huatulco, se cayó la barda perimetral; en Santa Catarina Xanaguia, Agencia del municipio de San Juan Ozolotepec, de la Sierra Sur, se desgajó el cerro y hay dos personas con lesiones de fractura expuesta, por lo que se enviaron dos ambulancias a esa localidad.
De igual manera, la unidad del IMSS en la comunidad Los Naranjos de la Costa, informó daños estructurales.
También se dio a conocer que el Hospital de Especialidades de Oaxaca fue desalojado y se realizó evaluación de daños estructurales por parte de brigadas de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPCO).
Por su parte, Caminos y Aeropistas de Oaxaca (CAO), mencionó que derivado de derrumbes no hay paso en la Carretera Federal 190, Oaxaca – Istmo, en el tramo Totolapan – El Camarón; así como en la Carretera Federal 200, en la zona de Pochutla – Huatulco, conocido como La Redonda.
De igual manera, se notificó que se trabajará en las afectaciones registradas en San Juan Ozolotepec, donde se reportan derrumbes y algunas afectaciones.
A través de la página de Facebook, Santa Cruz Ozolotepec usuarios detallaron que no solo se reportaron daños materiales sino que hubo heridos y gente preocupada por familiares ya que algunos habían ido a trabajar a zonas serranas.
CDMX, grandes pendientes
El sismo de ayer hizo evidente que aún hay grandes pendientes en la reconstrucción en zonas de la Ciudad de México tras el terremoto del 19 de septiembre de 2017.
Durante el movimiento telúrico que ocurrió hace más de dos años, en el que la capital del país fue la entidad más afectada con 12 mil 253 viviendas multifamiliares y unifamiliares que resultaron dañadas.
De esa cifra, 250 ya fueron reconstruidas y rehabilitadas, de acuerdo con el Portal de Reconstrucción de la Ciudad de México y el censo de inmuebles perjudicados.
Mientras que 3 mil 204 están por iniciar obra, 148 ya fueron demolidas y faltan por atender 8 mil 651 que están en proceso administrativo.
Sin embargo, damnificados acusan que, además de que a casi tres años de perder su casa y luego de un nuevo sismo de alta intensidad, la reconstrucción no solo es lenta sino que avanza con deficiencias.
Yukari Niño de Rivera, miembro de Damnificados Unidos de la Ciudad de México y afectada del sismo de 2017, acusa que la reconstrucción de su edificio en Insurgentes Norte 476 se realiza de manera irregular con vicios ocultos.
El 19 de junio, la empresa Grupo C2 Ingeniería Integral Mexicana SA de CV quiso entregar el edificio.
Sin embargo, asegura Yukari, los vecinos se negaron a recibir las propiedades por los vicios ocultos e irregularidades que notaron.
Por ejemplo, dice Niño de Rivera, hay acabados en mal estado al igual que la red hidráulica e incluso daños sin reparar derivados del 19S, como una grieta en la entrada del estacionamiento.
“Lo rechazamos porque hay trabajos inconclusos, hemos solicitado entonces que nos digan qué hicieron con los recursos, pero dice la empresa que no tiene por qué entregarnos cuentas”, señala.
Acusa que, pese a los problemas del inmueble, la integrante de la Comisión de Reconstrucción, Fernanda Martínez, quiere obligarlos a recibir el inmueble.
Yukari menciona que tales son los problemas de Insurgentes 476, que sufrió grietas y daños en acabados por el sismo de ayer.
“Hay grietas y azulejos despegados, creo que aunque la sacudida fue fuerte, no era para que pasara eso y más si se supone que lo acaban de rehabilitar”, dice.
Ante esta situación, los inquilinos piden que el Gobierno fiscalice y revise el estado del edificio así como los recursos erogados en Insurgentes 476.
Se niegan a dejar su hogar
Por Rubén Zermeño
En el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México se encuentra un edificio de ocho pisos que sigue de pie, pero por los sismos del 2017 y el de ayer se encuentra dañado.
Los vecinos del inmueble ubicado en la Plaza Santos Degollado, entre Avenida Independencia y José María Marroquí, relatan que están acostumbrados a los movimientos telúricos, pero siempre la alerta sísmica es un recordatorio de lo frágil que es su vida.
“Ya estamos acostumbrados, yo vivo en el quinto piso y por eso intentamos estar siempre alertas, dormimos con pijama y dejamos nuestras cosas de valor cerca de nosotros”, afirma uno de los habitantes del edificio.
Su administradora se percató de que todos salieran del edificio y reveló que todavía hay caída de material adentro y hacia afuera del edificio. “Ya está acordonado y están todos afuera, pero hubo caída de escombros y más daños en los muros internos”, comenta a Reporte Índigo
Desafiando a la gravedad de la situación, hubo quienes no hicieron caso a las recomendaciones de la administradora y de la seguridad del inmueble y decidieron entrar a sus domicilios y cerrar sus puertas para rescatar a sus mascotas o subir por ropa.
“Si van a entrar, es bajo su propia seguridad”, dijo el guardia.
Los habitantes del edificio Marroquí se encuentran en la Plaza Santos Degollado, esperan una tercera oportunidad para seguir viviendo en su patrimonio.