El ocaso del Sol Azteca

El PRD se enfrenta a un gran reto: reformularse o morir. El partido ha sufrido desbandadas y otros golpes que lo han dejado herido. En sólo 12 años pasó de ser casi la primera fuerza política del país a un partido satelital que busca al PAN para competir, el 2018 podría ser el año en que se vea el eclipse del sol azteca, referente de la izquierda
Gibrán Zafra Gibrán Zafra Publicado el
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El sol azteca podría vivir su ocaso en 2018. La agrupación política más representativa de la izquierda mexicana de los últimos años tendrá un proceso electoral clave entre dos opciones: reformularse o morir. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) pasó en 12 años de estar a nada de convertirse en la primera fuerza política nacional a ser un partido satelital.

Los críticos del PRD lo observan huérfano de líderes morales, con traiciones a sus valores e ideales que lo fundaron en 1989, con desbandadas internas que lo dejaron fraccionado y como una oposición a modo que sirve a los intereses de los representantes del poder en turno

El 2018 es clave para el PRD, al proceso electoral federal acudirá con un Frente formado junto a Movimiento Ciudadano y con el Partido Acción Nacional, de ideología contraria, para competir por la presidencia con un candidato externo a sus filas, luego de que en las últimas dos elecciones postularon a Andrés Manuel López Obrador, hoy su enemigo, y quien podría ser el causante de la llegada del sol azteca al patíbulo.

En el actual proceso electoral estarán en juego nueve estados, de los cuales tres gobierna el PRD con un político propio. La Ciudad de México con Miguel Ángel Mancera, Tabasco con Arturo Núñez y Morelos con Graco Ramírez acudirán a las urnas y el panorama indica que será muy difícil que logren mantener las entidades que representan casi 10.5 millones de ciudadanos del padrón electoral.

En el 2006, luego de la elección federal que perdieron por menos del uno por ciento, el PRD se convirtió en la segunda fuerza en San Lázaro con 127 curules. Tres años después ese número se redujo a la mitad con 63, para el 2012 recuperaron representatividad con 104 legisladores, pero actualmente su bancada se compone de sólo 52 diputados.

Enrique Vargas, exdelegado perredista en Azcapotzalco, detecta el principio de la tragedia que vive el Partido de la Revolución Democrática cuando la corriente de “Los Chuchos” tomaron el poder. El político capitalino no duda en señalar que el próximo 1 de julio, día de la elección, será el fin de la agrupación política y pone sobre la mesa la pregunta: ¿quién va a asumir ese desastre?

El exsecretario general del PRD capitalino culpa a la tribu Nueva Izquierda, representada por Jesús Ortega y Jesús Zambrano, como la responsable de volver al partido en un instrumento del poder y en una agrupación de unos cuantos donde irónicamente desapareció la democracia pese a llevar la palabra en el nombre.

“El partido estuvo bien conducido por Cuauhtémoc Cárdenas, por López Obrador, pero luego vino Jesús Ortega, y fue el principio del fin, porque él está acostumbrado a trabajar bajo la sombra del poder, ya sea el PAN o el PRI”
Enrique VargasExdelegado por el PRD en Azcapotzalco

Vargas se remite al origen del PRD, aquel año 89, donde el partido vio la luz aglutinando a diversos frentes, había expriistas, guerrilleros, líderes sindicales, comunistas, maoístas, trotskistas, guevaristas, así como miembros de los partidos Socialista de los Trabajadores y Popular Socialista, entre otros.

“Fue una federación de organizaciones civiles”, explica el político, quien renunció al PRD a principio de año, y aunque su grupo no se ha adherido a Morena, sí apoyará el proyecto de López Obrador con la estrategia de la defensa del voto en la Ciudad de México y en todo el país.

“Los acuerdos internos en el PRD siempre fueron complejos, la complejidad también era la riqueza del debate, pero hay que reconocer que había violencia, las ideas no eran suficientes y surgían fuertes enfrentamientos”, explica Enrique Vargas.

El exdelegado considera que la pluralidad que podría verse como algo positivo derivó en ocasiones en ingobernabilidad por la llegada al poder de corrientes como “Los Chuchos”, además lamenta no ver una figura de prestigio que tenga la viabilidad de sacar al PRD de la crisis que vive.

En el 2012, López Obrador renunció al PRD, unos meses después de perder en su segundo intento por llegar a Los Pinos. Dos años después, el líder moral de ese partido, Cuauhtémoc Cárdenas anunció su partida. En el 2015, Marcelo Ebrard dijo que no podía continuar con lo que se había convertido el partido. El año pasado partieron figuras como Miguel Barbosa y Pablo Gómez.

En las elecciones federales de 2006 y 2012, el PRD acudió acompañado de otras agrupaciones satelitales, en ambos comicios quedó en segundo lugar y con un candidato perteneciente a sus bases. Hoy la realidad es muy distinta; el sol azteca es un partido satelital y el candidato no salió de sus filas.

No hay mea culpa en “Los Chuchos”

Jesús Zambrano, expresidente nacional del PRD, tiene las cosas claras: su partido no está en crisis, las coaliciones con otros grupos siempre han existido, la partida de militantes es un proceso que se da desde unos años después de su fundación y que las versiones de que “Los Chuchos” son el mal que ha acabado con la institución política son puras leyendas negras.

Aunque acepta que después de las elecciones que vienen, el partido del sol azteca, gane o pierda, debe de hacer una revisión autocrítica y reinventarse para continuar vigente.

El integrante de la corriente Nueva Izquierda también percibe en la figura de AMLO, al político que dividió al partido con su salida en el 2012.

“López Obrador dividió al PRD, como el partido que era claramente identificado como de izquierda. Él rompe al PRD prácticamente a la mitad y funda Morena, después de que lo habíamos postulado por segunda ocasión a la presidencia de la República”
Jesús ZambranoVicecoordinador del PRD en la Cámara de Diputados

Sobre las desbandadas de militantes por la llegada de “Los Chuchos” al poder, el político se remite a tiempos pasados, donde hubo salidas como las de José Woldenberg y su equipo de intelectuales, la partida de Porfirio Muñoz Ledo o la de Gilberto Rincón Gallardo.

El actual vicecoordinador del grupo parlamentario del sol azteca explica que hoy en México nadie puede ganar las elecciones solo, por lo que es necesario formar coaliciones y frentes comunes para competir.

Zambrano recuerda que hace unos años hubo un intento de formar un bloque de partidos de izquierda, pero AMLO les dio un portazo, por lo que indica que el PRD no se rebajará a rogarle al líder de Morena para ser su aliado en próximas contiendas electorales.

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