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A tres meses de que la Ciudad de México fuera testigo y escenario de la llegada de la primer Caravana Migrante durante su paso hacia los Estados Unidos, las imágenes se repiten.
Personas con el rostro fatigado y una mochila al hombro se vuelven a formar para entrar al Estadio Jesús Martínez “Palillo” del deportivo Magdalena Mixhuca, sólo que en esta ocasión un distintivo verde atado a la muñeca logra identificarlos: integrantes del éxodo migrante
Procedentes de Honduras, El Salvador y Guatemala, principalmente, alrededor de 2 mil personas se han concentrado en el lugar desde las primeras horas del pasado lunes.
El propósito siguen siendo el mismo: cruzar la frontera estadounidense para cumplir el Sueño Americano.
Con 36 años de edad, Iván Gómez decidió abandonar a su familia en Honduras con la intención de preverla de un futuro con mayores oportunidades. El frío no ha podido contra él, aunque sí lo ha resentido, asegura.
Tras 15 días de caminar bajo el sol y a ratos pedir ‘aventón’ desde su natal Honduras, el hombre dice que la actual caravana migrante se ha caracterizado por “avanzar de manera pacífica”, en comparación con la anterior.
“Yo creo que muchos de la caravana anterior fueron rechazados porque venían echando mucho relajo y no se portaron bien. La de ahorita, gracias a Dios, viene tranquila y todos estamos en calma, por lo que también creo que México nos ha abierto las puertas”, relata.
“Ojalá que el presidente Trump nos abra las puertas allá (en la frontera), aunque por ahora sólo nos queda encomendarnos a Dios”, advierte sobre su destino.
En la estancia de la anterior Caravana Migrante, el Estadio Jesús Martínez “Palillo” ostentaba basura de todo tipo en sus accesos e inmediaciones, sin embargo, en esta ocasión, el albergue cuenta con personal de limpia de la Ciudad de México y para entrar es necesario un cateo a cargo de policías de la Secretaria de Seguridad Ciudadana (SSC) local.
Aún sin una certeza de su ruta en México, pero en compañía de dos hermanos y dos primos, el adolescente explica que su estancia en la capital del país será de máximo 4 días “porque dicen que van a dar una especie de Visa, pero no sabemos si toda la gente la vaya a agarrar”.
Con servicios médicos, lúdicos y de alimentación, los extranjeros descansan y aguardan el arribo de sus connacionales que se han retrasado en esta travesía, la cual lleva aproximadamente 20 días.
“La idea de conseguir un trabajo para sacar adelante a mis dos hijos es la idea que me mantiene viva para poder llegar al otro lado de la frontera norteamericana”, dice Vilma Padilla, originaria de Honduras.
El mayor deseo de la mujer de 34 años, asegura, es conseguir un empleo lo antes posible en los Estados Unidos, no obstante, no descarta la idea de quedarse a vivir y a trabajar en México, y posteriormente traerse a sus dos hijos que dejó encargados con su madre.
A favor del puente humanitario
Ante la llegada de la nueva Caravana Migrante, el Gobierno de la Ciudad de México, y en coordinación con el Ejecutivo federal, inició acciones en favor de la misma.
En el Estadio “Palillo” de la deportiva Magdalena Mixhuca, situado en la alcaldía Iztacalco, la Secretaría de Marina-Armada de México es la encargada de proveer las tres comidas a los ciudadanos extranjeros que lo soliciten, mientras que las dependencias locales son las comisionadas de dar servicios lúdicos, sociales, de salud, entre otros.
Al cierre de esta edición, la afluencia de inmigrantes en el sitio, y de acuerdo a la Comisión de Derechos Humanos local (CDHCDMX), se mantuvo en un aproximado de 2 mil, ya que hasta la mañana de ayer se tuvieron registrados mil 803 personas, además de 120 adicionales que llegaron al sitio hasta el transcurso del medio día.