En las elecciones del 6 de junio, tres mujeres de la diversidad sexual lograron cargos públicos. Así, Jessica Elodia Martínez es la primera diputada local bisexual, quien llegó a la curul a través de Morena y ahora coordina a esta bancada en el Congreso de Nuevo León; Ana Eugenia Rodríguez se conviritó en la primera regidora trans de Monterrey; y Lucía Riojas, abiertamente lesbiana, fue nombrada por el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, como secretaria del Ayuntamiento.
A estas mujeres también las caracteriza el activismo por los derechos de la comunidad lésbico, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual, queer, asexual, pansexual. La regidora es colaboradora en el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra personas LGBTTTIQ+ y la integrante del gabinete de Colosio Riojas es cofundadora de Casa Frida, un refugio para la diversidad sexual en la Ciudad de México.
Sin embargo, las y los diputados del Congreso local dejaron fuera de la agenda mínima legislativa modificar la Ley Estatal Electoral para garantizar la participación de la diversidad sexual en las candidaturas a un cargo de elección popular.
“Al Congreso del Estado de Nuevo León se ordena lo siguiente: Que una vez concluido el presente proceso electoral en la Entidad Federativa para el Estado de Nuevo León, legisle lo necesario para que se establezca y regule en la Ley Electoral, el acceso efectivo de las personas de la comunidad LGBTTTIQ+, al ejercicio del poder público”, indica un ordenamiento votado por unanimidad por los magistrados del Tribunal Estatal Electoral de Nuevo León (TEENL).
El TEENL ordenó a la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León (CEENL) implementar las acciones afirmativas que había exigido la organización Movimiento por la Igualdad, que pretende que se garantice la representación de la comunidad LGBTTTIQ+ en la vida política de Nuevo León y no que sólo se acceda a participar en estas elecciones.
“Por la violación a sus derechos político-electorales de ser votado y al principio de igualdad y no discriminación, derivado de la omisión de la Comisión Estatal de expedir acciones afirmativas a través de cuotas del grupo LGBTTTIQ+ para garantizar en condiciones de igualdad el acceso al ejercicio del poder público a cargos de representación política al Congreso del Estado y en la integración de los Ayuntamientos”, dice la exposición de motivos del documento.
La agenda mínima legislativa establece legislar el paquete fiscal tanto del Gobierno estatal como el de los 51 municipios de Nuevo León, revisar la tabla de valores catastrales y el Código Fiscal de la entidad. También incluye reformas constitucionales en materia de paridad y revocación de mandato y se prevé la creación de siete nuevas leyes y nueve asuntos ordinarios. Incluso se plantean reformas a 19 leyes, pero el tema de las candidaturas de la diversidad sexual no está incluido.
El Congreso de Nuevo León no ha aprobado el matrimonio igualitario, la ley de identidades de género, la tipificación de los crímenes de odio y la prohibición de las terapias de conversión.
El aborto, otro pendiente
El Congreso de Nuevo León también dejó fuera en su agenda mínima el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo.
La coordinadora de la bancada de Morena, Jessica Elodia Martínez, considera que una de las mayores responsabilidades como legisladoras y legisladores del órgano legislativo local es armonizar la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declarar inconstitucional la penalización del aborto con la Constitución neoleonesa.
“Quieran o no los diputados, es un derecho de todas. Sabemos que les gusta quedarse con parches en la Constitución del Estado de Nuevo León y no armonizar, sabemos que pueden pasar tres, seis o nueve años sin que armonicen, pero creo que debe ser mayor nuestra responsabilidad de respetar las leyes”, dijo la legisladora morenista.
Martínez se comprometió a que en su momento solicitará incluir el criterio de la Corte con la Constitución de Nuevo León.
Regidora trans vuelve a hacer historia para la diversidad sexual
Ana Eugenia Rodríguez, la primera regidora transexual del municipio de Monterrey, volvió a hacer historia al recibir su acta de nacimiento modificada con su cambio de identidad del Registro Civil de Nuevo León.
La funcionaria pagó 482 pesos para obtener su documento de nacimiento y se convirtió en la primera persona neoleonesa en realizar este tipo de trámite.
Con esto, Rodríguez acudió al Registro Civil y, posteriormente, tramitó cambiar su nombre y sexo.