La recompensa de un millón de pesos que prometió el Gobierno de Jalisco para todo aquel ciudadano que aporte información útil para localizar a personas desaparecidas, considerando los más de 3 mil casos sin resolver, fue solo un anuncio mediático que nunca se formalizó mediante su publicación en el Periódico Oficial del Estado.
Hasta ahora el único acuerdo de recompensa que está publicado en el Periódico Oficial de Jalisco, es el que se emitió de forma exclusiva para obtener información sobre dos hechos de desaparición: el de los tres estudiantes de cine Javier Salomón Aceves Gastélum, Marco Francisco García Ávalos y Jesús Daniel Díaz, y el de Cesar Ulises Arellano Camacho, estudiante de la UdeG.
Ese acuerdo de recompensa que está restringido a esos dos casos se publicó desde el 23 de marzo, pero nunca se publicó algún otro para dar sustento legal al anuncio que dio el gobernador, Aristóteles Sandoval Díaz, el 25 de marzo, cuando afirmó que el millón de pesos también se haría extensivo para todos los desaparecidos del estado, y ya no solo para aquellas cuatro víctimas.
Las palabras del gobernador ante los medios de comunicación nunca se tradujeron en un acuerdo oficial para ponerlas realmente en práctica, pues la única recompensa publicada hasta ahora señala expresamente que su validez se circunscribe a los cuatro estudiantes de cine desaparecidos
La primera recompensa que se ofreció únicamente para dar con los tres estudiantes de cine, además de Arellano Camacho, generó una serie de críticas a Sandoval Díaz, por haber delimitado ese mecanismo a solo unos pocos casos de desaparición que habían llegado al conocimiento de Guillermo del Toro y otros personajes de proyección internacional, mientras se ignoraba al resto de los 3 mil 060 desaparecidos en Jalisco.
Estos cuestionamientos hicieron que el 25 de marzo el gobernador reculara, y expresara que la recompensa se abriría para la totalidad de las víctimas de desaparición en Jalisco, así lo dijo entonces:
“Este proceso de recompensa que se está ofreciendo será permanente; permanente para todas aquellas familias que hoy cuentan lamentablemente con el dolor de un familiar desaparecido. Cualquier información que nos llegue para dar con el paradero de cualquier joven, persona, adulto, mujer, hombre, que esté en un caso de desaparecidos o extraviados todo esto nos aportará elementos mediante un protocolo que se tiene establecido. Esto lo dejaremos permanentemente para evitar que se sigan dando estos hechos en cualquier rincón de nuestro estado”.
No obstante, estas palabras del gobernador ante los medios de comunicación nunca se tradujeron en un acuerdo oficial para ponerlas realmente en práctica, pues la única recompensa publicada hasta ahora señala expresamente que su validez se circunscribe a los cuatro estudiantes mencionados, según se lee en sus puntos resolutivos siguientes:
“Primero. Se autoriza el ofrecimiento y entrega de recompensa a quien o quienes proporcionen información veraz y útil, que coadyuve eficaz, eficiente, efectiva y oportunamente para la localización de Javier Salomón Aceves Gastélum, Marco Francisco García Ávalos, Jesús Daniel Díaz y Cesar Ulises Arellano Camacho así como para la identificación, localización, detención o aprehensión de los probables responsables de los delitos de privación ilegal de la libertad y los que resulten”
“Segundo. El monto de la recompensa se determinará conforme a lo siguiente: I. Hasta de 1 MDP por la localización de Javier Salomón Aceves Gastélum, Marco Francisco García Ávalos, Jesús Daniel Díaz y Cesar Ulises Arellano Camacho. II. Hasta de 1 MDP por la identificación, localización, detención o aprehensión de los probables responsables de los delitos de privación ilegal de la libertad y los que resulten, cometidos en agravio de las personas mencionadas en la fracción I.”
El acuerdo anterior –el único publicado- fue emitido por el fiscal general, Raúl Sánchez Jiménez; según este, se tiene esclarecida ya la suerte que corrieron esas cuatro víctimas: en el caso de los tres estudiantes de cine al determinar que fueron asesinados y sus cuerpos disueltos en ácido por el Cártel Jalisco Nueva Generación; mientras que Arellano Camacho fue hallado sin vida el 25 de marzo tras quitarse la vida, a decir de la autoridad.
