Omisión estatal de monitoreo de glifosato
Las dependencias del Gobierno de Jalisco a cargo de la salud de los jaliscienses, así como del medio ambiente, el campo y la economía del estado carecen de programas de monitoreo del uso del glifosato, el pesticida que es probable cancerígeno y que ha sido detectado en la orina de infantes jaliscienses desde 2017
Luis HerreraLas dependencias del estado carecen de programas para monitorear el uso de glifosato, clasificado como probable cancerígeno en humanos pese a que especialistas de la Universidad de Guadalajara (UdeG) han detectado restos del pesticida en la orina de infantes de Jalisco desde el año 2017.
El riesgo que representa la sustancia llevó, inclusive, al Gobierno de México a emitir este 31 de diciembre de 2020 una disposición para prohibir gradualmente su uso en el país, precisando que: “A partir de la entrada en vigor del presente decreto y hasta el 31 de enero de 2024, se establece un periodo de transición para lograr la sustitución total del glifosato”.
El mismo decreto advierte que “en los últimos años, distintas investigaciones científicas han alertado que dicha sustancia química tiene efectos nocivos en la salud, tanto de los seres humanos como en algunas especies animales, y ha sido identificada como probable carcinogénico en humanos por la Agencia Internacional de Investigación de Cáncer”.
Sin embargo, y aun tras los estudios de la UdeG que corroboran que el glifosato ha invadido los organismos de niñas y niños de comunidades jaliscienses, las dependencias del Gobierno estatal carecen aún hoy de estrategias para rastrear la utilización de ese pesticida, por lo que desconocen datos básicos como en qué localidades se está usando, según respondieron vía transparencia.
Las dependencias del Gobierno de Jalisco que dicen desconocer bajo qué condiciones se está utilizando el glifosato en el estado, incluyendo datos como los municipios donde se aplica; los cultivos en los que se usa; los productores que recurren a esa sustancia y las cantidades que implementan, son las siguientes: La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet); la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa); la Secretaría de Salud Jalisco y su Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del estado (Coprisjal); la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco).
Desdén sanitario al glifosato
Pese a los riesgos del glifosato y su impacto en la niñez, confirmado por la UdeG, la Secretaría de Salud Jalisco se limitó a responder lo siguiente, a través de su Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coprisjal), en el folio de transparencia 07982120:
Por lo que hace al registro de consumo y uso de plaguicidas agrícolas, esta Comisión no tiene atribución alguna para controlar o registrar su uso y consumo, generando estadísticas del mismo”.
Y abunda: “La aplicación de plaguicidas en zonas rurales no tiene prevista la existencia de un permiso, aviso o licencia sanitaria, en términos del Acuerdo de Trámites empresariales del 28 de enero de 2011 y sus reformas. Si bien la legislación sanitaria federal define como autorizable la aplicación, la normativa secundaria sólo prevé las licencias para establecimientos urbanos de fumigación y control de plagas (Cofepris-05-30)”.
Y concluye que: “La aplicación agrícola se regula por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) conforme a la Norma Oficial Mexicana NOM-052-FITO-1995 y sus reformas o actualizaciones”.
Inacción ambiental
La instancia que encabeza la protección del medio ambiente en Jalisco, la Semadet, respondió que el uso de este agroquímico “no es competencia de la Semadet; por lo que no se cuenta con la información”, según el folio 06239420:
“La Semadet, en específico en la Dirección Ejecutiva de Protección y Gestión Ambiental y su Coordinación de Gestión Integral de Residuos, no cuenta con la información solicitada, toda vez que la función que se desempeña dentro de la Comisión Estatal de Seguridad para el Manejo y Uso de Plaguicidas, Fertilizantes y Sustancias Tóxicas (Coesplafest) es brindar apoyo en el grupo de trabajo de servicios”.
Por su parte, la Proepa respondió en el folio 06239620 que “esta Proepa, al ser un órgano desconcentrado de la Semadet (…), únicamente cuenta con facultades en materia de inspección y vigilancia de competencia estatal, por tanto, el contenido de su solicitud no encuadra en los supuestos de atribuciones de esta dependencia estatal”.
‘Gigante’ en riesgo por glifosato
El estado de Jalisco es particularmente vulnerable a los riesgos del glifosato, al tratarse del mayor productor agropecuario a nivel nacional (se auto-nombra el “Gigante Agroalimentario de México”).
Pese a ello, dependencias como la Sader y Sedeco no tienen ningún dato relacionado con el uso de glifosato. La primera de ellas –Sader– señala en el folio 08076620: “Esta dependencia no es competente respecto de esa información, ya que (…) no se genera ni se da ningún tipo de permiso para la utilización de agentes químicos, ni tampoco se tiene facultades para tener estadísticas sobre el tipo de información solicitada”.
Mientras que la Sedeco puntualizó en el mismo folio 08076620: “De acuerdo a lo solicitado sobre el uso de fertilizantes, plaguicidas y sustancias tóxicas, cabe señalar que esta dependencia no lleva estudio o funcionamiento de los fertilizantes que manejan los agricultores en el estado”.
De brazos caídos
A todas estas dependencias se les cuestionó también si contaban con algún plan para evitar el uso de glifosato en el estado o para prohibirlo, pero la respuesta fue igualmente negativa.
Semadet señaló:
Y Sader aunó: “Se le informa al solicitante que después de una búsqueda exhaustiva, no se encontró con ningún tipo de programa para prohibir el uso del glifosato o ningún otro tipo de agente químico, pues como ya se dijo en líneas anteriores, esta Secretaría no es competente para ver ese tipo de información”.