La solución se convirtió en problema. El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) fundado en 1972 por el entonces presidente Luis Echeverría Álvarez, cuyo objetivo es brindar facilidades a los asalariados del país para comprar un hogar, ha dejado a miles de mexicanos endeudados y sin la posibilidad real de algún día adquirir una casa digna.
Una clara muestra de la problemática que enfrenta el Instituto es el número de casas desocupadas, una cifra que según informó apenas ayer su director, Carlos Martínez Velázquez, ya supera los cinco millones.
Ante este problema y como parte de su plan de combate a la corrupción, el presidente Andrés Manuel López Obrador, junto con el titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Román Meyer, anunció un plan para atender a los miles de deudores y así darles la seguridad de que no se va a desalojar a nadie y que se les dará la oportunidad de que puedan terminar de pagar para tener sus escrituras.
Para entender el problema, Carlos Martínez Velázquez explicó que entre los años 2000 y 2018 se construyeron viviendas en lugares donde no debió hacerse porque eran zonas de riesgo y se hicieron desarrollos que no cuentan con servicios básicos, lo que tuvo como consecuencia el abandono de viviendas y la insatisfacción de los trabajadores.
Además, el problema no solo corresponde a algunos estados del país, sino que se ha convertido en un tema de índole nacional.
De acuerdo con los últimos datos del Infonavit, Jalisco es la entidad con más hogares abandonados con 58 mil 939 casas.
En segundo lugar está Nuevo León con 5 mil 924, seguido del Estado de México con 5 mil 730, Tamaulipas con 4 mil 593, Veracruz con 3 mil 062, Chihuahua con 3 mil 49, Guanajuato con 2 mil 901 y por último la Ciudad de México con 2 mil 500 viviendas.
Ante estas cifras, Martínez Velázquez indicó que el Instituto tiene detectado un promedio de 80 mil casas abandonadas al año en todo México.
Para resolver esta situación, el Gobierno federal informó que entre las primeras acciones que emprenderán se cambiaran los créditos de salarios mínimos a pesos, se harán descuentos al saldo total de hasta 55 por ciento y se congelaran las mensualidades para evitar que la deuda de aquellas personas que tienen un crédito siga incrementando y sea impagable.
“A pesar de que pagaban sus créditos, los trabajadores veían incrementarse su saldo a cada mes. Nosotros queremos que los trabajadores sigan pagando, pero en mejores condiciones”, aseguró el titular del Infonavit, Carlos Martínez.
Durante el primer año el programa para los deudores apoyará a 194 mil 875 trabajadores.
Quienes se podrán beneficiar del programa impulsado por el nuevo gobierno son: empleados que tengan sus créditos en salarios mínimos y que ganen menos de 410.72 pesos por día; aquellos que hayan sido constantes con el pago de sus préstamos; trabajadores que lleven más de 15 años pagando su deuda y aquellos que tengan un saldo actual a pagar 1.5 veces mayor que el monto original.
El objetivo al concluir este sexenio es atender a un total de 800 mil obreros que en este momento se encuentran endeudados.
Los motivos del abandono
Entre las principales causas que han provocado que las personas abandonen las casas que adquirieron mediante el Infonavit se encuentran la falta de servicios básicos como agua y electricidad, además de las dificultades que se les presentaban para poder trasladarse a sus lugares de trabajo ya sea por la lejanía o la falta de transporte público o hasta infraestructura carretera.
Otros factores que también influyeron en el desarrollo de este problema son los reducidos tamaños de las viviendas, lo que ocasiona que al crecer la familia se tengan que mover a otro espacio con más lugar para sus integrantes.
La baja calidad de los materiales fue otro tema que orilló a los trabajadores a abandonar sus casas del Infonavit, pues en muchas casos se reportaron desgastes inusuales al poco tiempo de haberla habitado.
Si las personas que se endeudaron para adquirir una vivienda tenían hijos, la falta de escuelas en los alrededores también se convirtió en un problema.
A todo esto se suma uno de los factores que más afecta a la sociedad mexicana: la crisis de inseguridad por la que atraviesa el país. Ser víctima frecuente de la delincuencia motivó a muchas personas a dejar sus casas a pesar de recién haberlas adquirido.