El Coro Gay de la Ciudad de México se ha convertido en un espacio de libertad donde el límite es la música. Pero también es una plataforma que ha cambiado la vida de las personas que ahí participan al visibilizarlas y empoderarlas.
“Antes era más introvertido y tímido y ahora esto me permite estar en el escenario y bailar. También me ha hecho más sensible y empático a mi entorno y yo creo que esas son de las grandes cosas que a mí me ha dado este coro”, dice Óscar Urtusástegui, miembro y director del proyecto.
Él no duda al afirmar que el grupo ha cambiado su vida, le ha permitido dar entrevistas, hablar en público y sobre todo lo ha hecho un hombre más seguro al manejar la responsabilidad de representar y cuidar los intereses de los miembros y sus espectadores.
El Coro Gay de la Ciudad de México nació en el 2013 con 12 personas y fue el primero de su tipo en América Latina, ya que desde hace 40 años existen en Estados Unidos.
El proyecto, independiente y autofinanciado, ahora cuenta con 90 integrantes y ha sido uno de las acciones más importantes para Óscar, quien afirma que a través de ese espacio se busca hacer activismo cultural a través de la música.
“Si hay algo que me ha dejado este proyecto es tener más claro que esta lucha es constante. Siempre pensamos que alguien más la debe hacer por nosotros, pero esto me ha enseñado que es mucho el trabajo que se debe hacer día a día y nuestro medio de hacerlo es con el coro” relata.
A casi seis años de su creación, el grupo ha realizado 66 representaciones de las que tres fueron en la Ciudad de Nueva York y cuatro en Los Ángeles. Mientras que en el país han estado en el Estado de México, Hidalgo y Morelos.
Para los integrantes, cada que ven al público emocionarse o llorar reafirman que esas emociones pueden lograrse gracias a la energía tan bonita que tienen los miembros del grupo.
Con cinco años y medio siendo parte del coro, Óscar, de casi 50 años, dice que desde que forma parte del coro ha aprendido a emocionarse cada vez más.
Además de eso, el grupo puede presumir de romper prejuicios. “Una vez, una persona del público preguntó por qué nos llamamos Coro Gay si cantamos como hombres, mucho lo que hemos hecho es romper estereotipos que tienen sobre las personas de la comunidad, aquí respetamos la individualidad, habemos gente robusta, de 18 años, de 60”, dice el director.
El proyecto está integrado por doctores, contadores, ingenieros, arquitectos y se busca eliminar la idea de que solo está conformado por ciertos sectores.
Un lugar para todos
Las canciones que interpreta el Coro Gay de la Ciudad de México tienen que tener un mensaje importante para la comunidad, tal es el caso de Born this way de Lady Gaga.
Otras de las canciones en su repertorio son las de Juan Gabriel, Queen, Mónica Naranjo y Pink Floyd.
“Nosotros buscamos canciones nos hagan disfrutar, que nos haga vibrar”, afirma Luis Domínguez, miembro del comité organizador del coro.
Además, cualquier persona mayor de 18 años puede audicionar para ser parte del proyecto.
De acuerdo con Luis, hay dos periodos de audiciones, en invierno y en verano. Los únicos requisitos que se piden es que sean mayores de edad y que tengan ganas de hacer música.
Los ensayos del coro son los días lunes y miércoles de 19:30 a 21:30 horas y un domingo al mes de 10:00 a 14:00 horas en la Casa de la Cultura Jesús Romero Flores ubicada en la Colonia Condesa.
Para Luis, los viajes al extranjero que ha tenido el coro son muy representativos.
“Haber estado en Nueva York y cantar con el coro o con Gloria Trevi nos ha hecho sentir muy llenos de gran suerte para alcanzar esto”.
El grupo también ha servido de ejemplo para jóvenes gays de otras latitudes.
Mientras que para Óscar Urtusástegui, el concierto que más ha disfrutado fue en la reinauguración de la Glorieta de Insurgentes. “Estábamos muy cercanos al público y me encantó ver como no dejaba de llegar gente y como se enganchaban inmediatamente, estaban prendidísimos y en ese momento el director nos dijo ‘vayan con el público’ y nos acercamos y bailamos junto con ellos”.
Óscar también recuerda una presentación en Cuautla en donde al terminar una mujer de la tercera edad les dijo que ojalá hubiera un lugar así y su nieto se pudiera unir con ellos.
“Fue muy bonito porque nuestra responsabilidad es con nuestros compañeros, ellos han utilizado este coro para salir del clóset, para mostrar una manera diferente de orgullo, es la parte que nos llena a nosotros de mucha satisfacción más allá si cantamos con Trevi o frente con muchas personas”.
Retos para el 2019
Para Luis Domínguez, miembro del comité organizador del Coro Gay de la Ciudad de México, los retos son seguir haciendo shows y grabar un disco, pero sobre todo poder ir a GALA (Gay and Lesbian Acceptance), organización de la que forman parte y que en 2020 dará un festival en Minneapolis, Estados Unidos, para él es como las Olimpiadas de este tipo de proyectos.
Óscar Urtusástegui, miembro y director, no se arrepiente de formar parte del coro, de hecho asegura que si tuviese la oportunidad de hablar con su yo antiguo, aquél que llegó a tener inseguridades y miedo, le gustaría decirle que no deje de intentarlo, que siempre va a poder, que vale la pena luchar porque tarde o temprano van a llegar las recompensas de tanto esfuerzo.