‘Oro rojo’ para la salud
Fernando Belaunzarán, diputado por el PRD, quiere que sembrar amapola sea legal en el país.
De la amapola, conocida como “oro rojo”, se extrae el opio, sustancia con la que se fabrica la heroína, uno de los narcóticos más poderosos y con mayor índice de ventas en todo el mundo.
Sin embargo, Belaunzarán no busca que se legalice la amapola para la producción de heroína, sino para la fabricación de morfina y de otros medicamentos con base en opiáceos.
Imelda García
Fernando Belaunzarán, diputado por el PRD, quiere que sembrar amapola sea legal en el país.
De la amapola, conocida como “oro rojo”, se extrae el opio, sustancia con la que se fabrica la heroína, uno de los narcóticos más poderosos y con mayor índice de ventas en todo el mundo.
Sin embargo, Belaunzarán no busca que se legalice la amapola para la producción de heroína, sino para la fabricación de morfina y de otros medicamentos con base en opiáceos.
“Tenemos un tremendo problema en Guerrero, donde está creciendo el cultivo de amapola pero para el crimen organizado; entonces ¿por qué no lo hacemos para la industria farmacéutica? Que, por cierto, es un producto rentable para la industria farmacéutica.
“Imaginemos escalar nuevamente la guerra contra las drogas; si el problema es que está creciendo el cultivo de amapola y, ¿cómo lo respondemos? Con balas, con tanques. Ya demostramos que eso no funciona, y si algo ha demostrado México es que la guerra contra las drogas no se puede ganar. Entonces, seamos más inteligentes: si es posible el cultivo legal de amapola, establezcámoslo”, expuso el legislador en entrevista.
Belaunzarán, diputado que también ha propuesto la despenalización del uso de la mariguana, presentó ayer un punto de acuerdo para que el gobierno mexicano solicite a la Comisión de Estupefacientes de la ONU, con sede en Viena, el permiso para cultivar legalmente la amapola en el país.
En su argumentación, el congresista refiere que el mercado ilegal de amapola en México ha crecido de forma exponencial por la demanda de heroína en Estados Unidos.
De toda la amapola que se produce en el mundo, la mitad está destinada a la producción de medicamentos que produce la industria farmacéutica, que debe conseguir el opio en alguno de los 18 países que cuentan con permiso de la ONU para producirlo.
La otra mitad de la amapola se produce ilegalmente en varios países; México ocupa el tercer lugar en producción, después de Afganistán y Myanmar.
“Considero que el país debe comenzar a pensar en formas eficaces para resolver nuestros principales problemas y creo que si el gobierno de nuestro país asume el compromiso de someterse a la estricta regulación de Naciones Unidas, podremos estar en condiciones de enfrentar los desafíos de la producción ilegal de drogas y sus ominosas consecuencias”, señala el congresista en su punto de acuerdo.
Cuando la ONU otorga el permiso para la siembra de amapola, establece también una serie de medidas de seguridad y supervisión para evitar que se haga un mal uso del producto.
El “oro rojo” se ha convertido en un producto manejado totalmente por el crimen organizado, por lo que, apuntó el perredista, los campesinos de estados como Guerrero, donde se produce el 90 por ciento de la amapola de todo el país, podrían mejorar significativamente su calidad de vida.
“La idea es que en lugar de importar opiáceos, nosotros seamos productores y nosotros se lo demos a la industria farmacéutica tanto para consumo interno como para exportación.