Osorio presiona por Ley de Juegos

El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, llamó ayer a los senadores en su encuentro con senadores del PRI y del PVEM en su reunión plenaria a aprobar la nueva Ley de Juegos y Sorteos para tener mayor control e impedir que el crimen organizado tenga injerencia en casinos u otros medios de juego.

En la ley vigente –que data de 1947–, “se regulan juegos tradicionales como peleas de gallos, carreras de caballos, naipes, sorteos y apuestas, pero no regula las nuevas modalidades de juego con apuestas, esas que vemos todos los días en todos lados. No tenemos el instrumento para regularlas”, indicó Osorio Chong.

La Ley Federal de Juegos y Sorteos que se encuentra vigente data de 1947, cuando Miguel Alemán era Presidente.

En el año 2014, el gobierno federal trabajó y cabildeó una propuesta con diputados de la Comisión Especial para Indagar el Funcionamiento de las Instancias del Gobierno Federal Relacionadas con el Otorgamiento de Permisos para Juegos y Sorteos.

Aunque se trataba de un proyecto hecho principalmente por la Secretaría de Gobernación, los diputados de todas las fracciones parlamentarias –excepto la del PT– acordaron presentar la propuesta a su nombre, por lo que en el registro quedó como iniciativa de los legisladores.

El mismo día que se presentó la iniciativa en la Cámara de Diputados, el 27 de noviembre del 2014, fue aprobada por la Comisión de Gobernación, a la que fue turnada. El 2 de diciembre de ese año se aprobó en el pleno.

Fue enviada al Senado donde quedó enterrada en la Comisión de Economía, a la que fue turnada.

Hasta la Cámara Alta han llegado cabilderos para evitar que la nueva legislación sea aprobada, pues contiene mecanismos para combatir el lavado de dinero y filtros de control para otorgar los permisos.

El funcionario llamó a los senadores del PRI y del PVEM a hacer público quiénes se resisten a aprobar esta ley, por cualquiera que sea su interés.

La legislación señala que se concederá a los permisionarios un permiso por cada uno de los establecimientos y estipula que los lugares de apuesta no podrán colocarse a menos de 500 metros de instituciones educativas, lugares de culto público, zonas arqueológicas, lugares de patrimonio cultural tangible o intangible, hospitales, albergues para víctimas del delito y Centros de Atención Integral Infantil, entre otros.

Se creará también un programa de exclusión para ludópatas, en los que las personas con problemas de juego se podrán inscribir de forma voluntaria a un padrón de personas con este problema y les sea impedido el acceso a los salones de juego.