El fantasma del feminicidio vuelve a recorrer las calles de Ciudad Juárez, Chihuahua, veinte años después.
Ya sea por la impunidad que persiste después de dos décadas de la primera ola de asesinatos, como por nuevos casos de homicidios violentos contra mujeres, la ciudad fronteriza vuelve a convertirse en el epicentro de la violencia de género en el país.
Estas sombras y ecos de lo que ocurrió se escuchan y ven con más fuerza luego de que Amnistía Internacional revelara que se siguen cometiendo en la entidad las mismas deficiencias cuando se investiga la muerte violenta de una mujer y de que se publicara la novela de César Silva Márquez, Sombras nada más, una historia de ficción inspirada en hechos y personajes reales que visibiliza el problema de la ciudad y que es un llamado a que las “muertas de Juárez” no queden en el olvido.
Esta semana Chihuahua comenzó con la noticia del hallazgo de los cuerpos de dos mujeres que fueron asesinadas violentamente en Ciudad Juárez.
Alrededor de las 23:30 horas del pasado 19 de septiembre se reportó a la policía local que en el cruce de las calles Colombia e Ignacio de la Peña, de la colonia Partido Romero, se encontraba el cuerpo de una mujer de entre 25 y 30 años de edad que había sido asesinada a balazos.
A cuadra y media de la Casa de Juan Gabriel y a 14 calles del límite de México con Estados Unidos, yacía el cuerpo de una mujer no identificada de complexión delgada y 1.60 metros de altura. A su alrededor, había dos casquillos percutidos calibre 9 milímetros.
Dos horas después, el 20 de septiembre, se reportó el hallazgo de otra mujer sin vida en el cruce de las calles Geranios y Margaritas, en la colonia Popular, a solo dos cuadras de la ciudad fronteriza de Estados Unidos, El Paso.
En esta ocasión, la víctima que tampoco fue identificada, presentaba marcas visibles de golpes en el cuerpo y de tortura.
Al respecto, Julio Castañeda, vocero de la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género (FEM) de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, informó sobre los hallazgos, el inicio de las investigaciones, se comprometió a que su unidad esclarecería los hechos y habría justicia para las víctimas.
Durante la conferencia de prensa, también reveló que 133 mujeres habían sido asesinadas este año en Ciudad Juárez, aunque la FEM sólo ha catalogado 14 de estos casos como feminicidio pese a que muchos de ellos cumplen con alguna de las características necesarias para ser clasificados como tal.
En el caso de las víctimas del 19 y el 20 de septiembre, que su cuerpo haya estado expuesto en la vía pública es motivo suficiente para clasificarlo como feminicidio.
Los meses más violentos para las juarenses durante este año han sido mayo y agosto con 20 homicidios de mujeres, incluso, de julio a agosto el incremento fue del 33 por ciento.
Si se comparan los 126 homicidios de mujeres que van durante este año con el mismo periodo de 2020, la reducción en la incidencia delictiva durante este 2021 es del 11.26 por ciento.
Pese a esto, Ciudad Juárez se coloca en el cuarto lugar nacional de los municipios en donde más mujeres son asesinadas por mes y en el número uno de Chihuahua con el 60 por ciento de los homicidios dolosos de personas del sexo femenino.
Si se habla de los 940 delitos calificados como feminicidio durante el año pasado en el país, Ciudad Juárez encabeza la lista como el municipio con mayor incidencia con 19 casos, seguido por Tijuana con 18 y Monterrey con 17.
Debido a este escenario, el Gobierno federal emitió la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género para cinco municipios de Chihuahua, Ciudad Juárez se encuentra en el lugar número uno de la lista.
Sombras nada más, exigencia de justicia a víctimas de feminicidio
Con la intención de mantener vivas las exigencias de justicia para las mujeres asesinadas en Juárez, César Silva Márquez escribió su novela Sombras nada más en la que retrata la odisea del periodista Luis Kuriaki para esclarecer el homicidio de su novia Verónica.
Pero en una ciudad en la que la incidencia delictiva es tan alta y los casos se congelan debido a investigaciones deficientes o en el mar de la burocracia, el protagonista se encuentra en una encrucijada sin salida.
“Es tan complicado porque involucra a todos. Yo he hablado con Luis Kuriaki (el verdadero) y simplemente me dice que hay muchas vertientes en esas muertes, por lo que no se esclarecen.
“Muchos dicen que es el turco, el europeo, los gringos y sus películas snuff, que si los narcos con los órganos, los ricos con sus decadencias sexuales, los cholos, las pandillas. La única realidad es que todo se vuelve más peligroso para las mujeres. Kuriaki, que es investigador y especialista del tema, me ha dicho que no hay manera de saber qué pasó porque seguramente el poder está metido ahí”, comenta en entrevista.
Además del personaje de Luis Kuriaki que está basado en el periodista de la frontera: Luis Chaparro, César Silva comenta que muchos de los elementos de su novela están basados en casos reales o en personajes ficticios de las novelas de otros compañeros, como el caso de Edgar “El Zurdo” Mendieta, un detective protagonista de una serie de novelas de narcoliteratura de Élmer Mendoza.
“Fue un proceso de todas las noches estar leyendo noticias, seleccionando y recreando cada una en la novela. Respecto a los personajes, la psicología del ser humano apunta a que el sufrimiento ajeno nos mantiene al borde y de alguna manera nos acerca a ellos, es lo que sucede con malos como el Joker o Darth Vader”, agrega.
En varias partes de la novela cuando ocurre un asesinato la ciudad queda en paz. Al respecto, el escritor explica que para él las ciudades son como monstruos de miles de cabezas (sus habitantes) que necesitan de sacrificios para seguir sobreviviendo.
“Ciudad Juárez es una ciudad con muchos problemas, pero también el reflejo de muchos de los problemas del país. A través de las cosas terribles que van pasando, se va construyendo una novela como lo es Sombras nada más (…) Nuestra vida está llena de cosas malas y conforme te vas a haciendo adulto te das cuenta que las cosas malas se van acumulando, pero siempre existe la esperanza de que el día siguiente va a ser mejor”, concluye.