http://www.youtube.com/watch?v=WQnLV6otswI
El dictamen de la reforma energética se decide hoy en un ambiente en el que la discusión legislativa parece ser un mero trámite. La negociación real está entre el PRI y el PAN.
Afuera, el cerco propuesto por Morena no parece tener efectos para la decisión, mientras los partidos de izquierda piden que, al menos, los dejen leer los contenidos propuestos.
Sus propuestas fueron aplazadas ya que no proponían cambios a la constitución y, como eso parece ser un hecho, la reforma de la izquierda quedó para después.
Así, ante lo que parece un pacto entre dos, el dictamen de reforma energética se conocerá esta tarde. Las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Primera de Estudios Legislativos, y Energía, sesionarán brevemente para que les entreguen un dictamen que ya está elaborado.
Los senadores de la izquierda no han participado en el contenido que aún se negocia.
Sin embargo, en los pasillos del Senado se habla de diferencias entre los partidos, incluso de una oposición al interior del priismo.
La tarde de ayer el presidente de la Comisión de Energía, el priista David Penchyna, aceptó lo que había negado durante una semana: sí se trabajaba en un dictamen –ahora rebautizado como anteproyecto– entre el PRI y el PAN.
“Lo estamos trabajando los integrantes de las comisiones de ambos partidos, con seriedad, con responsabilidad. Hemos hecho un trabajo muy profesional”, se autoelogió Penchyna.
Ante la pregunta de cuánto tiempo habría para debatir, Penchyna desechó el proceso legislativo.
Dijo a los medios que ha habido un “debate intenso” durante más de un año.
El punto medular, para él, fueron sus foros, en los que no participó la izquierda.
“Además esta Nación lleva 15 años debatiendo lo mismo”, agregó Penchyna con una sonrisa.
Para la izquierda parecen solo quedar lamentaciones. Además de ser ignorados en la elaboración del dictamen, su propuesta de modificaciones secundarias será ignorada.
La izquierda no tiene los votos suficientes y está mermada.
El coordinador de los perredistas, Miguel Barbosa, se encuentra hospitalizado y grave, presuntamente por un coma diabético que sufrió la semana pasada.
Andrés Manuel López Obrador convalece en terapia intermedia de la operación después de sufrir un infarto agudo al miocardio el lunes.
Y Cuauhtémoc Cárdenas, el líder emblemático de la izquierda, se declaró enfermo desde el martes y no se han conocido los detalles ni la gravedad de su dolencia.
Con líderes sustitutos y una minoría, llegan a un debate esperado desde la campaña electoral.
El dictamen ‘fast track’
“Estoy seguro de que esta reforma será discutida a profundidad en el Pacto por México”, afirmó Enrique Peña Nieto detrás de una sonrisa el 12 de agosto, cuando presentó su iniciativa de reforma energética.
El presidente tenía razón. Por ley el Congreso de la Unión es el encargado de analizar, dictaminar y aprobar los cambios a la legislación del país. Pero la reforma energética se fraguó en otra parte.
Durante meses fuentes de gobierno aseguraron a Reporte Indigo que los cambios a un posible dictamen se ajustaban en la Secretaría de Energía, en la Secretaría de Hacienda, dentro de las cuatro paredes del Pacto por México.
Los foros, las intervenciones en la prensa, las presiones, modificaron y ajustaron distintos aspectos de un documento que fue negociándose, adecuándose.
La izquierda lo sabía bien. Se fueron enterando por la prensa estadounidense, que durante todo el proceso tuvo la primicia de las informaciones más sensibles sobre la negociación.
Denunciaron que las comisiones no se reunían, que existía un dictamen que nadie había visto, que desecharían las propuestas del PRD para hacer modificaciones a leyes secundarias.
Al mismo tiempo, se aliaban con el PRI en la aprobación de otras leyes, se unían al PAN en otras batallas que iban condicionando los ánimos para la reforma energética.
Después de meses de postergar su aprobación, cuando faltan menos de dos semanas para que termine el periodo ordinario de sesiones, los senadores que integran la Comisión de Puntos Constitucionales se enteraron por teléfono de que la discusión iniciaría este miércoles 4 de diciembre.
No hubo una notificación por escrito 24 horas antes de la cita, como dice el reglamento. No parecía raro, así aprobaron todas las reformas previas a la que se ha nombrado como la “reforma mayor”.
Finalmente los priistas recularon y pospusieron el inicio del proceso para hoy jueves. El procedimiento que varias fuentes legislativas relataron a Reporte Indigo será exprés.
Hoy los promotores de la reforma llegan a las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Estudios Legislativos y Energía con 22 votos seguros de 29 posibles.
Con la primera convocatoria, encabezada por el priista Enrique Burgos, se desecha de facto la propuesta del PRD, que busca cambiar sólo leyes secundarias.
Si la Comisión de Puntos Constitucionales lleva la mano en el proceso, cualquier legislación secundaria debe esperar.
La reforma no puede votarse en el pleno del Senado si antes no es aprobada por las comisiones.
En las tres los promotores de la reforma constitucional tienen mayoría. Una votación conjunta, que se daría este viernes, le garantiza al PRI y al PAN, con sus aliados del Partido Verde, un mínimo de 22 votos a favor en comisiones unidas.
Los detractores, conformados por varios senadores del PRD y uno del PT, aun votando unidos no suman más de siete votos.
La aritmética legislativa deja poco espacio para la discusión de cualquier reforma.
Los días que vienen
El artículo 60 dispensa el trabajo en comisiones para temas urgentes, y aparentemente esta reforma lo es, ya que lo recortaron
Fuentes del Senado y la Cámara de Diputados aseguraron a este medio que todo habrá terminado el 15 de diciembre.
La aprobación en comisiones del dictamen que no elaboraron pero que “les dieron tiempo de leer”, pasará al pleno del Senado este fin de semana, a más tardar el lunes.
La aprobación de esta reforma se ha catalogado como un tema “urgente”, sin que medie ninguna explicación de por qué ni la iniciativa haya sido enviada como “preferente” por el ejecutivo federal.
En esta calidad se enviaría de inmediato a la Cámara de Diputados, una vez aprobada en el Senado.
Allí la podrían determinar que la “urgencia” en la aprobación de la ley hace imposible que sea dictaminado en comisiones, a pesar de que durante meses esos órganos legislativos promovieron espacios de discusión de aspectos específicos de las tres propuestas presentadas por el PRI, el PAN y el PRD.
Esto es permitido por el artículo 60 del reglamento del Congreso, que dispensa del trabajo en comisiones para temas urgentes.
Ignorando las comisiones de diputados, el pleno de ese órgano votaría un dictamen ya aprobado en el Senado, con las horas contadas para que concluya el periodo ordinario de sesiones.
Los puntos más polémicos
La propuesta de reforma energética presentada por el PRI, el PAN y el PRD tiene algunas similitudes y serias diferencias. En las tres iniciativas han existido puntos de discusión que han enfrentado a quienes defienden o rechazan la reforma
> Reviven al Tata Cárdenas
Para justificar la propuesta de que existiera un régimen de utilidad compartida para la explotación petrolera, Enrique Peña Nieto revivió el contenido de las disposiciones legales aprobadas por Lázaro Cárdenas.
En respuesta, su hijo Cuauhtémoc Cárdenas calificó la comparación como “una estupidez” y declaró que su padre se hubiera opuesto a cualquier privatización en el sector.
> Podrán aprobarse concesiones
La propuesta del Partido Acción Nacional es que exista un régimen de concesiones en el que las empresas privadas exploten los yacimientos mexicanos, reciban como pago el petróleo y paguen al Estado impuestos y derechos.
El PRI en principio no estuvo de acuerdo con este modelo, pero la prensa estadounidense ha divulgado que han negociado al respecto con los panistas.
> Podrían registrar reservas
La posibilidad de que las petroleras extranjeras registren como propias las reservas en el subsuelo mexicano ha marcado la discusión de la reforma.
Mientras los contratos de utilidad compartida les darían ganancias en efectivo, el registro de reservas les permitiría tener mayor control sobre el precio del crudo y es donde radica la mayor oposición de los detractores de la reforma.
> ¿Habrá hoyo fiscal?
El gobierno federal ha dicho que la apertura del sector energético, aun en el régimen de utilidad compartida, no disminuirá las ganancias del gobierno, ya que al haber mayor inversión se detonará el empleo y la industria nacional.
El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, aceptó que sí existirá una disminución en los recursos, de aproximadamente 50 mil millones de pesos durante el primer año de implementación de la reforma. Alegó que ello será sólo temporal.
Sin embargo, opositores y expertos han calculado el hoyo fiscal hasta en 45 de cada 100 pesos invertidos en la industria.
> Los privados explotarían shale
Uno de los argumentos principales de los promotores de la reforma es que los yacimientos no convencionales, como las aguas profundas y el shale, debían ser explotados por privados que compartieran el riesgo.
Grupos ambientalistas en México han divulgado los riesgos de la explotación del shale mediante la técnica de fracking las moratorias y prohibiciones que se ha colocado a esta técnica en otros países del mundo.
> Comparan con Noruega y Cuba
El discurso oficial ha recalcado que una reforma energética de apertura permitiría alcanzar niveles de desarrollo como los logrados por estos dos países.
Pero los índices muy bajos de corrupción en Noruega han hecho que los detractores desechen esta comparación, debido al alto nivel de corrupción en Pemex.
En el caso de Cuba, a pesar de que la isla ha hecho reformas que permiten las concesiones, todas las petroleras que han entrado al país se han retirado, ya que no han podido encontrar ni un solo barril de petróleo.
> Piden imitar a Brasil
El ejemplo más recurrente a seguir según los promotores de la reforma, es Brasil, que ha incrementado sustancialmente sus reservas luego de una reforma que permitió las concesiones.
En los mismos meses en que México ha cabildeado la reforma energética, Brasil ha licitado los primeros campos de su megayacimiento en aguas ultraprofundas del presal del litoral de Santos, pero no ha tenido el interés de las petroleras de Estados Unidos, porque los brasileños han regresado a un régimen de riesgo compartido con mayor control estatal.
Alto a los disidentes
El tiempo que ha tomado la discusión de la reforma energética ha sido récord, y sus consecuencias, importantes
No resulta tan sencillo lidiar con más de 600 legisladores para aprobar en menos de dos semanas una reforma de tal envergadura. Las armas se han preparado durante casi todo el año.
Los foros de debate que pretendían asentar en la opinión pública que la reforma estaba “ampliamente discutida” resultaron otra división de bandos, en la que promotores tomaron su camino y los detractores reiteraron su posición.
Un legislador aseguró a Reporte Indigo que la división al interior de la bancada del PAN no aplica para el tema energético.
Los dos líderes de ese partido en el Senado tienen en común la intención de controlar cualquier ánimo de disidencia y sumar todos los votos para tener mayoría en el pleno.
“Tanto Ernesto Cordero como José Luis Preciado están como buitres para frenar cualquier declaración o comentario que haga algún miembro de su bancada en contra de su reforma”, dijo un legislador de la oposición.
A pesar de ello, cuatro nombres surgieron como posibles disidentes al interior del panismo. Reporte Indigo solicitó entrevistas con ellos. Nadie quiso hablar.
El capítulo más reciente de disidencia surgió apenas esta semana, con el senador Javier Corral.
Después de haber dicho públicamente que estaba en desacuerdo con la reforma político-electoral y haber presentado el mayor número de reservas contra el proyecto de reforma aprobado en el Senado, desistió a última hora.
Luego de una reunión sostenida el lunes en la noche con el coordinador de enlace legislativo de la Secretaría de Gobernación, Felipe Solís Acero, y con el consejero jurídico de la presidencia, Humberto Castillejos Cervantes, Corral retiró todas las reservas y el proyecto pudo ser aprobado.
La votación en el pleno pondrá a prueba la unidad del PRD, que se ha mostrado en conjunto en contra de la reforma y que podría aportar 22 votos en contra.
Sumados a los de Movimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo no llegarían a más de 28 votos en contra, con lo cual se aprobaría con abrumadora mayoría la propuesta pactada por el PRI y el PAN.
(Con información de Armando Estrop)
Más de este tema
— El hoyo fiscal ‘sí existe’