"Queremos un esquema parecido al de la Suprema Corte de Justicia de la Nación”
Ya está aprobada en comisiones. A punto de subir al pleno para su aprobación. Los números le dan perfectamente al PRI, pero de pronto salieron las diferencias sobre la reforma educativa y son para quitarle facultades al titular del Ejecutivo. Dejar a Enrique Peña Nieto sin la capacidad de nombrar al titular del Instituto Nacional de Evaluación Educativa.
Todo indicaba que se aprobaría ayer, pero desde temprano comenzaron los problemas con uno de los proyectos más importantes para el presidente.
El PAN y los partidos de izquierda tienen claro que la modificación que se tiene que hacer es que el titular de la Junta de Gobierno del Instituto de Evaluación sea nombrado por propuesta de ternas por parte del Ejecutivo o elegido entre los cinco integrantes de ese organismo.
Quieren dejar al presidente de la República fuera de la jugada. Se requieren al menos 333 votos porque es una reforma constitucional.
Forzosamente el PRI necesita al PAN. Este proyecto contempla reformar los artículos 3 y 73 constitucionales.
El coordinador de los legisladores albiazules, Luis Alberto Villarreal, adelantó que la postura es que los integrantes del Instituto Nacional de Evaluación Educativa se deben elegir como los ministros de la Suprema Corte.
“Nosotros lo que vamos a proponer en el pleno y nos hemos reservado es la forma en que se eligen los comisionados que van a evaluar el sistema, nosotros queremos que tengamos un esquema parecido al de la Suprema Corte de Justicia de la nación.
Es decir, que el presidente de la República envíe una terna por cada uno de los cinco comisionados y que por mayoría calificada (dos terceras partes) el Senado apruebe a dicho comisionado”.
En la propuesta original, el presidente y los integrantes son propuestos por el Ejecutivo y requieren del aval del Senado. Con el plan propuesto por el PAN, de acuerdo a Villarreal, se está democratizando el método.
PRI mantiene su apuesta
Manlio Fabio Beltrones dejó ver que la intención del PRI es que la reforma salga con el aval de todos las fracciones parlamentarias. Indicó que su partido se mantiene en que debe existir una intervención del presidente de la República.
“Hay quienes mencionan que el Ejecutivo no debe tener intervención alguna en el nombramiento de los cinco miembros de esta Junta de Gobierno, lo cual para nosotros es inadmisible, porque tratándose de política educativa, es una política de Estado en la que tiene mucha responsabilidad el Poder Ejecutivo”.
Otro de los problemas a los que se enfrenta esta reforma, que parecía salir sin problemas y en tiempo record, es que los legisladores de Movimiento Ciudadano se inconformarán por el proceso con que se aprobó en las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Educación.
El presidente de la Mesa Directiva, Francisco Arroyo Vieyra, adelantó que aceptarán la solicitud del voto particular o la solicitud de moción suspensiva.
Sin embargo, detalló que la publicidad de la aprobación en comisiones, así como otras partes del proceso legislativo, se dieron conforme a la ley. Por eso confió en que la salida para la reforma educativa sea el consenso entre los siete partidos.
