La situación económica y social de la capital de Jalisco orilla a jóvenes menores de 25 años a integrarse a actividades delictivas como el narcotráfico.
Y es que en Jalisco, hasta este año no existía una legislación para atender las problemáticas que aquejan a la juventud. La principal: el pandillerismo.
En un análisis proporcionado a Reporte Indigo por fuentes oficiales de las áreas de seguridad del Ayuntamiento de Guadalajara, se muestra una zonificación de denuncias por pandillerismo en nueve sectores de la ciudad de las pandillas establecidas en 81 colonias del municipio.
Las zonas más afectadas por pandillas –cuatro y cinco- reúnen casi la mitad de denuncias que recibió la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Guadalajara hasta junio del 2011, 129 en total.
Estas franjas que incluyen 36 colonias del oriente de la ciudad como Santa Cecilia, Oblatos, Zalate y San Marcos sumaron 61 denuncias.
Tan sólo en la zona cuatro – la más problemática – hubo alrededor de 38 denuncias, y en la cinco hubo 23. El resto de las denuncias – 68 – vienen de 45 colonias más.
En total se reconocieron en este documento a 25 grupos de pandillas en el municipio tapatío.
Según la información del análisis la zona cuatro tiene identificadas siete pandillas o barrios y alrededor de 12 alias de personas involucradas con las mismas. Los grupos identificados son: “Los Merca”, “Los Halcones”, “Los Sultanes”, “Los TPCH”, “Los Florencia 13”, “Los Pitufos” y “La Banda del Pañal”.
Sin embargo en otras colonias que fueron denunciadas en menor medida -con siete reportes- como Villahermosa, Miravalle, Echeverría y Lomalinda se vincula a pandilleros con actividades ilícitas como portación de armas y actos vandálicos.
En estas cuatro colonias que integran la zona ocho se vincula a “Los Pazuzus” con los actos mencionados.
Según información oficial de la Secretaría de Seguridad Pública Federal que reveló el Periódico AM de León, en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) existen 702 pandillas.
De acuerdo a un cálculo con los 4.4 millones de personas que habitan el ZMG existe una pandilla por cada 6 mil 200 habitantes.
De hecho la capital de Jalisco es la quinta metrópoli con mayor número de pandillas solo debajo de Monterrey, Distrito Federal, Ciudad Juárez y León.
El escenario entre estas cinco ciudades la sitúa como la que tiene menor índice de estos grupos por debajo de las áreas metropolitanas de Ciudad Juárez y León que con 1.3 y 1.6 millones de habitantes tienen una pandilla por cada mil 400 y 2 mil habitantes respectivamente.
Lo cierto es que estos grupos integrados principalmente por jóvenes menores de 25 años según la Organización de los Estados Americanos en algunos de los casos están siendo el último eslabón del narcotráfico.
Y es que de estas cinco capitales sus estados se cuentan entre los que más menores detenidos por delitos vinculados con narcotráfico y delincuencia organizada tienen, Jalisco está en tercer lugar con 493 menores, sólo abajo del Distrito Federal y Guanajuato.
Estos últimos superan las 650 detenciones de menores de edad, pero Nuevo León y Chihuahua, a pesar de los índices de violencia de sus capitales, tienen 247 y 268 detenciones.
Según el portal Unión Jalisco existen versiones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que estiman la presencia de más de mil pandillas en el ZMG.
Entre los municipios con mayor presencia están Tlaquepaque con 264 grupos, Zapopan con 164 y Guadalajara que en 2009 el Instituto Municipal de Atención a la Juventud, contabilizó 144 pandillas.
En Tlaquepaque 57 grupos son considerados de alto riesgo y las colonias con mayor índice de pandillerismo son San Martín de Las Flores y la colonia Pacífico.
Zapopan tiene 34 pandillas de alta peligrosidad, especialmente en la Tuzanía, Arenales Tapatíos, Lomas de Tabachines y Lomas Primavera.
En el informe “Guadalajara Criminal Environment” publicado por la agencia de inteligencia Southern Pulse se destaca que la seguridad de ciudades como Acapulco, Monterrey, Juárez, Guadalajara y Tijuana será trasgredida por pequeños grupos, entre ellos las pandillas.
Refiere que organizaciones criminales como Los Zetas o el Cártel de Sinaloa se verán opacadas por los pequeños grupos de pandillas.
“Nuestro estudio de Guadalajara es la tercera parte de un estudio de cinco ciudades que se inició a principios de 2012 para apoyar a nuestra hipótesis de que el futuro de la seguridad en México está en manos de pequeñas organizaciones criminales, no los gigantes que dominaron en el pasado”.
También se señala que los grupos policiacos estarán controlados por las pandillas que crecen a la par del sistema criminal.
“Hay ciudades en México que hoy en día presentan el caso de cómo el sistema criminal en el país evoluciona conforme las pandillas se hacen más poderosas. Guadalajara está en la lista de las primeras cuatro que incluyen a Monterrey, Acapulco y Juárez.
“La línea entre las organizaciones criminales transnacionales y las pandillas callejeras, es tan borrosa que muchos en México todavía consideran que las dos son una unidad de criminalidad”.
Franjas olvidadas
Zonas marginadas y colonias al oriente o en la periferia de la ciudad son las más señaladas.
Pero no es un problema de territorios sino de oportunidades, señalan integrantes de la asociación civil Hábitat Social, pues también existen grupos de pandillas en el centro de la ciudad.
Y es que en los alrededores del Panteón de Mezquitán entre avenida Los Maestros y la calle Jesús García como en la cercanía de la avenida Enrique Díaz de León se tienen identificados estos grupos juveniles.
Las versiones de la magnitud y el futuro de la violencia juvenil asociada a los grupos de pandillas apuntan a que es un problema serio que debe atenderse, pues los jóvenes son un sector olvidado y carecen de oportunidades.
Según Gerardo Cano Díaz, coordinador de Hábitat Social, el Estado y la propia sociedad se han olvidado de los jóvenes, pues solo el uno por ciento de las asociaciones de la sociedad civil atiende a este sector de la población en Jalisco.
Por parte de Congreso del Estado la preocupación había sido nula hasta hace unos meses, pues no fue sino hasta el 24 de marzo de este año cuando se publica la Ley de Atención a la Juventud del Estado de Jalisco.
“El fenómeno de la pandilla no es nuevo dentro de la ZMG, podemos decir que tiene 20 años, pero se ha agravado con la situación del narco donde muchos de estos jóvenes se han convertido en soldados de los cárteles porque es un sector de la población que ha sido abandonado.
“Un dato que nos da el Instituto Jalisciense de Asistencia Social es que de alrededor de 700 asociaciones que existen registradas en Jalisco solamente siete se dedican a los jóvenes”, destaca Cano Díaz.
Para él, los responsables del olvido son varios, pero el fondo del asunto está en las políticas públicas dirigidas a los jóvenes.
“No hay políticas públicas que ataquen de una manera integral el trabajo hacia estos grupos. Se dan parcialmente.
“Por ejemplo, Guadalajara cuenta con un Instituto Municipal de Atención a la Juventud, con la Comisión Municipal del Deporte, el Instituto Municipal de las Mujeres, pero mientras no se dé una política en la que todos intervengan de manera conjunta, no vamos a poder”.
Hábitat Social ha trabajado con talleres de grafiti para jóvenes del municipio de Zapopan en la colonia Lomas de Tabachines y los resultados han sido positivos como una alternativa que los ha hecho reflexionar su realidad dentro de las pandillas, menciona Marisol Montessuit Chávez.
A partir del grafiti algunos jóvenes han optado por estudiar preparatoria y hasta licenciaturas en artes gráficas.
Afirma también que las estrategias represivas contra los jóvenes miembros de pandillas son inútiles: “Las estrategias están mal planteadas. Se puede hacer algo que ataque el problema sin tener que estar reprimiendo”.
La falta de una fuente de ingresos y la facilidad con que se accede a alternativas ilícitas los orillan a integrarse a grupos criminales o replicar prácticas como el tráfico de drogas, apunta Montessuit Chávez, miembro de Hábitat Social.
“Cuando todo tu mundo se mueve alrededor de que si no vendes droga no eres nadie, ese mundo te sumerge. Lo que tratamos es sacarlos un poco de ahí y que tengan otras oportunidades para destacarse en la vida.
“Ya no solo es ‘reparte droga’, sino ‘haz tu laboratorio’, ‘si yo me dedico a robar como cártel, también te tienes que meter en eso’. Es un círculo del que no se pueden salir, los apretujan de tal manera que es muy difícil que entren y salgan”, afirma Montessuit Chávez.
Otra asociación que trabaja con adolecentes y mujeres en el oriente del municipio de Guadalajara en la zona Oblatos es Axios. Según datos de la asociación un 50 por ciento de los adolecentes no se integran a la educación pública en esas colonias.
Axios desarrolla programas educativos como talleres sobre desarrollo humano y con base en eso ha obtenido resultados alentadores.
El número de jóvenes no escolarizados beneficiados a la fecha por Centro Axios son 567 entre 10 y 19 años.
De éstos, el 30 por ciento no estaban estudiando cuando se acercaron al centro. Actualmente se ha reducido este porcentaje a un 20 por ciento reinsertándolos a la educación pública.
¿Qué dice la Ley de Atención a la Juventud?
En la Ley de Atención a la Juventud del Estado de Jalisco que está vigente desde el 25 de marzo de este año se señala la participación del gobierno en la creación de políticas públicas que atiendan las necesidades del sector más olvidado por las instituciones de asistencia social.
En el artículo 43 se expresa que de las políticas públicas en materia de juventud que se propongan en los Planes Municipales de Desarrollo se deben incluir:
“Esquemas efectivos para atender las diversas necesidades de los jóvenes, que sirvan de incentivo para su desarrollo integral, en particular de aquellos que están en situación de vulnerabilidad y requieran atención y protección especial”.
También se establece que debe haber mecanismos de acción institucional que sean guiados por la justicia, el desarrollo y la igualdad, cuya finalidad sea velar por el interés general de los jóvenes.
La legislación establece que la autoridad debe propiciar el bienestar, el desarrollo, los derechos y los intereses de los jóvenes, así como establecer recursos humanos, económicos y materiales para realizar estas estrategias, programas, servicios y acciones.