Panistas ponen al gobernador contra la pared en el Congreso

El nuevo periodo de sesiones en el Congreso de Nuevo León no pudo haber comenzado peor para el PRI y  para el gobernador priista Rodrigo Medina.

En una jugada de ajedrez político, casi perfecta, el PAN arrebató al PRI el control del Poder Legislativo y de aquí en adelante el Ejecutivo estará sometido a las decisiones del partido blanquiazul.

Un escenario conflictivo y difícil  se le viene encima al mandatario estatal ahora que los 20 diputados del PAN, junto con la reforzada bancada del PRD, constituyen mayoría en el pleno del Congreso del Estado.

César Cepeda César Cepeda Publicado el
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El nuevo periodo de sesiones en el Congreso de Nuevo León no pudo haber comenzado peor para el PRI y  para el gobernador priista Rodrigo Medina.

En una jugada de ajedrez político, casi perfecta, el PAN arrebató al PRI el control del Poder Legislativo y de aquí en adelante el Ejecutivo estará sometido a las decisiones del partido blanquiazul.

Un escenario conflictivo y difícil  se le viene encima al mandatario estatal ahora que los 20 diputados del PAN, junto con la reforzada bancada del PRD, constituyen mayoría en el pleno del Congreso del Estado.

Fue el diputado Érick Godar Ureña Frausto, quien decidió regresar a la fracción del PRD que encabeza el exalcalde Eduardo Arguijo, y así permitir que Acción Nacional pueda “mayoritear” los asuntos que se sometan al pleno.

En menos de un año Ureña Frausto ha sido legislador del PRD, luego intentó sin éxito crear la bancada del Partido Verde y después se declaró independiente.

El martes tomó la decisión, oportunista como la de hace un año, de regresar al partido que lo postuló como candidato a diputado local en la pasada elección.

El diputado  panista Alfredo Rodríguez, coordinador del grupo legislativo del PAN, quedó como presidente de la revitalizada Comisión de Coordinación y Regulación Interna (Cocri).

Es decir, amo y señor del Congreso del Estado.

Rodríguez no desaprovechó y desde el martes convocó a los integrantes de la Cocri para revocar una artimaña que dejó del exdiputado Héctor Gutiérrez, antes de concluir su cargo como legislador.

Antes de irse como candidato a diputado federal, Gutiérrez elaboró un acuerdo para  quitarle facultades a la presidencia de la Cocri y repartir su poder entre las diferentes fracciones legislativas.

El martes Rodríguez revocó el acuerdo de Gutiérrez, que hasta el martes había conseguido que el PAN no pudiera ejercer por completo su mayoría legislativa.

En los círculos del PAN se asegura que en el convencimiento de Ureña Frausto participó el mismo coordinador blanquiazul y aspirante a la Alcaldía de Monterrey.

Los legisladores priistas encabezados por Edgar Romo acusaron al PAN de comprar la voluntad del diputado del PRD.

La misma acusación que hizo el PAN hace un año en contra del PRI, cuando Ureña Frausto dejó las filas del PRD.

El primer año en el Congreso del Estado prevaleció prácticamente un empate en las votaciones: el PRI junto con los tres legisladores de Nueva Alianza, los dos del PT y Ureña Frausto, habían evitado que el PAN ejerciera su mayoría legislativa.

Este escenario cambió y hoy el PAN y el PRD suman 22 votos, suficientes para tener mayoría simple en el pleno.

Como presidente de la Cocri, Rodríguez puede despedir hoy personal del Congreso del Estado y cambiar integrantes de comisiones como lo hizo la tarde de este martes.

La Cocri le arrebató ya al PRI el control de las comisiones de Hacienda del Estado, Seguridad y Justicia, y Legislación y Puntos Constitucionales.

La Comisión Hacienda del Estado es la responsable de la autorización del presupuesto de Egresos y de la aprobación, o no, de la cuenta pública de la administración estatal. 

Ayer, tras la jornada de choque que se vivió el martes en el Congreso, la sesión transcurrió sorprendentemente en paz.

El día de ayer se aprobó la agenda mínima del Congreso para este nuevo periodo de sesiones que incluye reformas constitucionales para aprobar candidaturas independientes, ley anticorrupción, ley de participación ciudadana y una nueva ley de deuda pública.

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