El papa Francisco aceptó la renuncia como obispo de Victoria, Tamaulipas, de monseñor Antonio González Sánchez, quien aseguró durante una ceremonia religiosa que usar cubrebocas es “no confiar en Dios”.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) anunció la aceptación de la renuncia de González Sánchez por parte del pontífice.
“Informamos que Su Santidad Francisco aceptó la renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis de Ciudad Victoria que Mons. Antonio González Sánchez presentó por motivos de Salud. Queda como Administrador Apostólico”, informó.
A su vez, la oficina de prensa de la Santa Sede anunció la renuncia de monseñor Antonio, sin especificar el motivo de la dimisión.
Por su parte, la Nunciatura Apostólica indicó que dicha renuncia fue fundada por motivos de Salud.
El papa Francisco nombró a monseñor Rogelio Cabrera López, Arzobispo Metropolitano de Monterrey, como Administrador Apostólico de Ciudad Victoria hasta el nombramiento del nuevo obispo.
En el comunicado oficial, la Conferencia del Episcopado Mexicano agradeció el servicio pastoral de monseñor Antonio, y dieron la bienvenida a monseñor Rogelio en la Diócesis de Ciudad Victoria.
“Agradecemos el servicio pastoral de Mons. Antonio, pedimos a Dios por su salud, de igual manera oramos por esta nueva encomienda y servicio Episcopal de Mons. Rogelio en la Diócesis de Ciudad Victoria”, mencionaron.
Informamos que Su Santidad Francisco aceptó la renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis de Ciudad Victoria que Mons. Antonio González Sánchez presentó por motivos de Salud. Queda como Administrador Apostólico @arzobispomty. https://t.co/tfiADA8V3u pic.twitter.com/uvk8S8vKhf
— CEM (@IglesiaMexico) March 30, 2021
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El pasado 14 de febrero, González Sánchez, llamó a los feligreses a no utilizar el cubrebocas ya que es una muestra de desconfianza en Dios en medio de la pandemia de COVID-19.
Según mencionó, él nunca utiliza el cubrebocas como medida de seguridad sanitaria ya que confía plenamente en la protección divina.
“Dice el dicho: Ayúdate que yo te ayudaré, y me queda muy claro. Pero para mí, a nivel personal, el famoso cubrebocas es no confiar en Dios”, aseguró.
