Parteras, a la sombra de la Cuarentena
En la contingencia, las mujeres embarazadas son un sector que está en riesgo por el Covid-19. En medio de esta problemática, las parteras piden a la Secretaría de Salud que admita los nacimientos en casa como una opción por la pandemia y reconozca su labor
Montserrat SánchezHoy más que nunca los nacimientos asistidos por parteras son una opción para que las mujeres embarazadas no salgan de casa. De esta forma se disminuiría el riesgo de que este sector, considerado uno de los más vulnerables, no contraiga Covid-19.
La Red Mexicana de Parteras Autónomas manifiesta que, por la crisis sanitaria, los hospitales reportan saturación y esto repercute en que no se dé atención adecuada a los partos.
Por ello, la Red considera necesario el reconocimiento de su labor ya que es una opción viable para mujeres sin embarazos complicados.
Ami Vera, partera certificada que reside en Pachuca, Hidalgo, asegura que las mujeres que asisten nacimientos son capaces de consumar un parto seguro para las madres y sus bebés, sin necesidad de ir con un doctor o pisar la sala de un hospital.
De acuerdo con Vera, un parto en casa es posible para mujeres que no presentan complicaciones durante la gestación, sin embargo, lamenta que su labor sea menospreciada por las autoridades sanitarias.
“Nuestro trabajo no es reconocido por la Secretaría de Salud, nosotras trabajamos con nuestros propios recursos porque pues ni apoyo nos dan con cubrebocas o mascarillas e incluso nos enfrentamos a una lucha con los médicos que siguen mencionando que el parto en casa es inseguro cuando es mentira. Nosotras sabemos a quiénes se les puede aplicar y a quiénes no, nuestro trabajo es serio y responsable”, afirma.
Para Vera, quien se certificó en Estados Unidos, practicar un parto fuera del hospital implica volver a lo natural.
Explica además que son muy pocos los casos que tienen complicaciones y que sí requieren atención hospitalaria. Desde su experiencia, solo son entre 10 y 15 por ciento los que pasan por esa situación.
“Una mujer que parió conmigo hace dos semanas me contó que su médico le dijo que a las 37 semanas le programaba una cesárea bajo el argumento de que era mejor hacerlo antes de tener el pico de sobrecupo por la pandemia, eso resulta preocupante pues los partos no se adelantan a menos que sea por una justificación médica”, detalla.
Parteras, Salvavidas ante la pandemia
Para Ami, quien obtuvo su certificación hace cuatro años, otro de los riesgos a los que pueden enfrentarse las mujeres embarazadas durante la pandemia es al aumento de violencia obstétrica.
“Nuestro sistema de salud no es el mejor, tiene muchas precariedades y ante un escenario en el que los hospitales se llenen por pacientes con coronavirus se corre el peligro de violentar a las mujeres, por ejemplo, que a las embarazadas les quieran minimizar el tiempo en que estén en el hospital, que haya cesáreas innecesarias o que se busque acelerar el trabajo de parto a como dé lugar”, expresa.
En la conferencia de prensa del pasado 6 de marzo para informar sobre el avance del Covid-19 en el país, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, enlistó a los grupos de la población vulnerables, entre ellos, mencionó a las mujeres embarazadas.
“Todos los días voy a recordar que las mujeres embarazadas deben de tener un especial cuidado porque durante el embarazo se disminuye la eficacia del sistema de defensas, del sistema inmune y en general las infecciones por virus se pueden complicar en las mujeres embarazadas”, dijo el funcionario.
Las medidas de prevención para dicho sector de la población son las mismas: mantener su sana distancia, quedarse en casa, lavarse las manos con agua y jabón o usar gel antibacterial.
Para la Red la actual crisis sanitaria es una oportunidad para que el sistema de salud replantee la manera con la que se atienden los partos de mujeres sanas y tome en cuenta la opción de que las parteras asistan los nacimientos.
Esta organización agrega que la tasa de cesáreas en México es de 46 por ciento cuando, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), sólo se podría justificar una tasa de 15 por ciento en cualquier país.
Ante dicho escenario, las parteras urgen a las autoridades volver a mirar las casas de partería como lugares posibles y seguros de atención para la salud sexual y reproductiva de las mujeres.
Con el objetivo de evitar consecuencias a largo plazo en la salud física y mental de las mujeres y de sus bebés, las Parteras Autónomas piden a las autoridades que, a corto plazo, se pueda descargar el sistema de salud y desde la sociedad y el gobierno se apoye su labor.
Para mediano y largo plazo, la Red solicita invertir en la formación de más parteras, habilitar nuevos espacios de atención y que se propicie el acompañamiento de estas profesionales de la salud en lugares de primer nivel: casas, casas de partería y hospitales.