La reforma electoral que aprobó el Congreso de Jalisco este 2020 reducirá hasta en 44 por ciento el financiamiento para los partidos políticos de nueva creación, de acuerdo con estimaciones elaboradas por el Comité Ejecutivo Nacional de Morena.
La acción de inconstitucionalidad que promovió Alfonso Ramírez Cuéllar, en su carácter de presidente de Morena, contra la reforma jalisciense, presenta estos cálculos, según los cuales los nuevos partidos recibirán prácticamente la mitad de los recursos que tendrán los partidos tradicionales, lo que beneficia a estos últimos.
Todavía no se ha formalizado su constitución como partidos, pero se proyecta que Hagamos y Futuro estén en las boletas de las elecciones del 2021
La reducción del financiamiento para los partidos nuevos afectará a las dos fuerzas políticas que, se espera, estarán constituyéndose en breve como tal: Hagamos, del grupo político que comanda el exrector de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López; y Futuro, del exdiputado independiente, Pedro Kumamoto Aguilar.
Aunque aún no se ha formalizado su constitución como partidos, se proyecta que ambos estarán en las boletas de la elección del 2021, por lo que de mantenerse vigente esta reforma, deberán competir bajo este recorte presupuestal.
“Previo a la reforma no había un trato diferenciado para recibir financiamiento entre partidos de nueva creación a los preexistentes, salvo a obviedad del financiamiento al que se accede de acuerdo al último porcentaje de votos obtenidos, cuyo asidero legal se encuentra en la proporcionalidad y necesidad de mostrar que son una opción político-electoral viable”, dice la impugnación de Morena.
Agrega que “con esta reforma se trata de manera diferenciada, lo que no sucedía con anterioridad, situación que coloca a los partidos nuevos en franca desventaja financiera frente a los demás partidos políticos”.
Los cambios en el financiamiento
Hasta antes de la reforma, el único esquema de asignación de fondos para todos los partidos era el siguiente: en años sin elecciones, la bolsa a repartir se genera multiplicando el padrón electoral local por el 20 por ciento del valor diario de la UMA (Unidad de Medida de Actualización); así, el 30 por ciento de lo resultante se distribuye en forma igualitaria, y el resto según el porcentaje de votos obtenido por cada fuerza en la elección de diputados inmediata anterior.
Mientras que en años electorales la bolsa se genera multiplicando el número total de votos válidos en la elección de diputados anterior, por el 65 por ciento del valor diario de la UMA; el 30 por ciento de ello se asigna de forma igualitaria, y el resto según el porcentaje de votos que cada partido obtuvo en la elección de diputados inmediata anterior.
Cuando se elige a gobernador, diputados y ayuntamientos, se brinda a cada partido un extra equivalente al 50 por ciento de su fondo ordinario; y cuando se selecciona solo a diputados y ayuntamientos, el extra es del 30 por ciento.
Sin embargo, con la reforma se agregó un nuevo apartado a la fracción IV del Artículo 13 de la Constitución local, que señala que los partidos que hubieren obtenido su registro o acreditación con fecha posterior a la última elección, o aquellos que habiendo conservado su registro o acreditación no cuenten con representación en el Congreso, recibirá cada uno solo el 2 por ciento de la bolsa ordinaria a repartir; y en año de elección, un extra equivalente al 50 por ciento de su bolsa ordinaria.
Con los ejemplos que elaboró Morena para la Corte, se indica que antes de la reforma, en año no electoral, y por actividades ordinarias, todos los partidos habrían recibido de forma igualitaria 3 millones 141 mil 591 pesos (no se considera aquí la parte que le corresponde a cada uno por sus votos obtenidos), mientras que ahora, tras la reforma, un partido nuevo recibiría 2 millones 097 mil 046 pesos: un 33 por ciento menos.
Y en año electoral, antes de la reforma cada partido habría recibido de forma igualitaria 5 millones 650 mil 950 pesos por actividades ordinarias (sin considerar la parte proporcional por sus votos, ni el extra de campañas); ahora tras la reforma un partido novel recibiría en ese año electoral, sumando tanto su fondo ordinario como el extra de campañas: 3 millones 141 mil 591 pesos: un 44 por ciento menos (el documento dice 45 por ciento).
El recorte tiene por objeto que los nuevos partidos políticos, candidaturas independientes y de oposición no tengan tiempo suficiente para comunicar sus plataformas
Hagamos y Futuro responden
Los posicionamientos de Hagamos suelen hacer alusión a otro de los aspectos aprobados en la reforma: la reducción del tiempo de campaña en esta elección de 60 a solo 30 días (otro elemento impugnado por Morena), pero ha omitido referirse a la reducción presupuestal para partidos nuevos.
Ha señalado que la maniobra “define de manera excesivamente anticipada un recorte que tiene por objeto que los nuevos partidos políticos, candidaturas independientes y de oposición no tengan tiempo suficiente para comunicar sus plataformas. En contraste las candidaturas de dichos partidos podrán buscar la reelección con la amplia ventaja por ser gobierno en turno”.
Mientras que ese 19 de junio, cuando se reformó la ley, Futuro publicó que “en la madrugada, el Congreso del estado aprobó una reforma electoral que acortará los tiempos de campaña. No quieren que nuevas opciones puedan ser conocidas. Nos queda claro que no quieren que participemos bajo las mismas condiciones.
“Una vez más quieren ponernos obstáculos para intentar hacer más difícil el camino, pero desde este esfuerzo estamos seguras y seguros que eso no nos detendrá”.
