Pasajeros misteriosos en la Sedena de Cienfuegos
En 2014 la Sedena, a cargo de Salvador Cienfuegos, compró un avión por más de 27 millones de dólares. A pesar de que la 4T hizo la promesa de venderlo, entre febrero de 2019 y febrero de 2020 la aeronave hizo 69 vuelos sin que la dependencia revele el nombre de los funcionarios o pasajeros que lo utilizan
Rubén ZermeñoEn 2014 la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) durante la gestión de Salvador Cienfuegos compró una aeronave Bombardier Challenger 605, uno de los modelos para transporte aéreo más cotizados en el mundo, utilizado por empresarios y la élite mundial.
El precio de la aeronave, con capacidad para hasta 12 pasajeros y dos pilotos, fue de 27 millones 520 mil 244 dólares y se adquirió con Canadian Commercial Corporativo, empresa perteneciente al gobierno canadiense. Su utilización, pasajeros y bitácoras de vuelo son una incógnita ya que la Sedena resolvió reservar la información durante 12 años.
Tras la gestión de Cienfuegos al frente de la Sedena y de la alternancia en la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador anunció la venta de la aeronave por lo ostentoso de la misma y el costo que representa su mantenimiento. No obstante, el avión siguió volando sin que se sepa quién viaja en él.
“Además del avión presidencial se compraron cinco jets de primera, más otros seis de lujo para ir a Europa y otros seis helicópteros para el transporte de funcionarios. Las aeronaves se pondrán a la venta y los recursos se destinarán para la construcción de caminos, obras de agua potable o lo que se requiere en los pueblos”, anunció el presidente López Obrador el 6 de febrero de este año.
A través de una solicitud de transparencia Reporte Índigo constató que el avión Challenger 605 fue adquirido en la administración federal pasada y su costo de adquisición superó los 27 millones de dólares.
Respecto a las bitácoras de viaje, la Sedena respondió que del 7 de febrero de 2019 al 7 de febrero de 2020 la aeronave realizó 69 vuelos partiendo de la Ciudad de México: 63 de ellos fueron dentro de la República y tres a Wichita, Kansas, en Estados Unidos.
El motivo, fecha y tripulantes no fue especificado en la respuesta oficial de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Al solicitar vía transparencia el contrato de adquisición de la aeronave, la Sedena señaló que el documento solicitado estaba clasificado como reservado ya que Canadian Commercial Corporation así lo había decidido, excepto cuando la información la solicite cualquier otra dependencia o entidad del Gobierno federal mexicano.
Después de una queja interpuesta, el Comité de Transparencia de la Sedena resolvió que el contrato permanecerá como reservado por un periodo de 12 años. Las bitácoras de vuelo fueron también negadas bajo el argumento de no poner en riesgo la seguridad nacional.
¿Misiones oficiales en la Sedena?
En la revisión a la Cuenta Pública de 2014, la Auditoría Superior de la Federación concluyó que no se identificó a los funcionarios que se trasladaron en el avión Challenger 605 de la Sedena, por lo que no pudo comprobar si todos los vuelos tuvieron “efectos oficiales”
“Para comprobar el uso del avión adquirido con la empresa estatal del gobierno de Canadá, se verificó la bitácora de vuelo en la cual se observó en algunos casos no se identificó al funcionario que se trasladó, por lo que no se pudo constatar su utilización para efectos oficiales conforme a lo señalado en el Acuerdo por el que se establecen las disposiciones en Materia de Recursos Materiales y Servicios Generales publicado en el Diario Oficial de la Federación el 16 de julio del 2010”, señaló la ASF en la auditoría número 102 “Contrataciones de Bienes” de la Cuenta Pública 2014.
Tras las revelaciones de la ASF, la Fuerza Aérea Mexicana ordenó realizar un registro formal de los funcionarios o pasajeros que se trasladaban en el avión para evitar futuras observaciones sobre su uso incorrecto.
La orden de instrucción ADQ4- /15207 28051 fue firmada por el General de División Piloto Aviador, Víctor Manuel Ruesga Ramírez.
“Agradeceré ordenar a quien corresponda, que en lo sucesivo con objeto de evitar observaciones como la antes enunciada, se lleve a cabo un registro formal de los funcionarios y/o pasajeros que sean trasladados en el avión Challenger 605, así como en las demás aeronaves de transporte con que cuenta ese Organismo, que permita verificar el empleo de las citadas aeronaves para usos oficiales”, instruyó Ruesca Ramírez en el documento que también le fue entregado al entonces secretario Salvador Cienfuegos.
La Sedena incluso clasificó al avión en su catálogo de aeronaves, como uno cuyo objetivo es realizar misiones de “transporte aéreo” lo cual contrasta con los objetivos de sus otras aeronaves como lo son adiestramiento, vigilancia aérea, reconocimiento aéreo, vuelo acrobático, escolta aérea, combate, operaciones especiales y PLAN DN-III.
Además del uso incierto de la aeronave, la ASF detectó que el Gobierno de Canadá incumplió con la entrega de refacciones para la aeronave.
“Se presume un probable daño o perjuicio o ambos a la Hacienda Pública Federal por un monto de $519,354.81 (quinientos diecinueve mil trescientos cincuenta y cuatro pesos 81/100 M.N.), por la falta de entrega de refacciones de la aeronave adquirida con la empresa estatal del gobierno de Canadá, así como por los costos inherentes a ello”, observó la Auditoría Superior de la Federación.
El Challenger 605
El Bombardier Challenger 605 es un avión fanjet bimotor con engranaje retráctil. Fue producido por Bombardier entre los años 2007 y 2016, solamente se fabricaron 605 aeronaves.
La capacidad de asientos es de hasta 12 pasajeros y 2 pilotos. Las configuraciones de asientos de negocios tienen capacidad para hasta 9 pasajeros cómodamente. Ofrece ventanas más grandes y en posiciones más altas, una cocina mejorada y una cabina renovadas, y aviónica mejorada, junto con una mayor carga útil. Su velocidad máxima alcanzada es de 861 kilómetros por hora.
“Sin embargo, se ha rediseñado por completo para reflejar todos los deseos de los clientes. Las ventanas más grandes y ubicadas en una posición más alta proporcionan un placer visual ideal. Tiene un sistema de gestión mejorado basado en Ethernet, monitores de video más grandes, un área de cocina mejorada, mesas de trabajo más resistentes y más iluminación LED. En general, la cabina del Challenger 605 ofrece más en todos los aspectos”, señala el sitio especializado en aviación Findaircraft.
Sobre el costo actual de la aeronave, en el mismo sitio se vende uno similar al adquirido por la Sedena, propiedad de MENTR GROU LLC con sede en Dallas, en 11 millones 950 mil dólares.