Pedalear, una mejora a la salud mental

Además de ser una medida de movilidad para evitar contagios de COVID-19, las ciclovías emergentes también tiene beneficios en la salud mental de los capitalinos y quienes padecen enfermedades como la depresión
David Martínez David Martínez Publicado el
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Las ciclovías temporales son medidas que no solo ayudan a mejorar la movilidad y a reducir los contagios de COVID-19 en la etapa post pandemia. También impactan de manera positiva en la salud mental de las personas, la cual se ha visto afectada por el confinamiento, otro de los estragos del virus.

Especialistas consideran que deben convertirse en permanentes porque ayudan a la población a sobrellevar y a tratar mejor padecimientos como la depresión, que van en aumento en la capital del país.

Afirman que ayuda a sacar del rezago a la Ciudad de México en medidas para atender de manera más eficiente los temas de salud mental.

Como parte del Plan Gradual Hacia la Nueva Normalidad, la Secretaría de Movilidad (Semovi) implementó dos ciclovías temporales emergentes desde junio pasado: Insurgentes y Eje 4 Sur

Según datos oficiales, en Insurgentes hay resultados positivos y la afluencia de ciclistas ha aumentado hasta un 250 por ciento.

Padecimientos de salud mental al alza

En el 2013, los hospitales de la Secretaría de Salud (Sedesa) local dieron consultas por padecimientos mentales a 11 mil 783 personas.

Dicha cifra creció a 13 mil 824 en el 2017, de acuerdo con los subsistemas de información de la dependencia local.

Además, según el Sexto Informe de Gobierno de la Sedesa 2018, de 2012 a 2018 se diagnosticaron 391 mil 412 enfermos mentales.

De ellos, 66 mil 811 fueron diagnosticados con depresión, el 17 por ciento del total.

En cuanto a la afectación de la salud mental por la contingencia sanitaria de COVID-19, diversas instituciones han advertido los riesgos que existen.

En su portal electrónico, la Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que durante la pandemia por el nuevo coronavirus, las personas pueden sentir miedo, ansiedad o estrés derivado del encierro así como de la incertidumbre sobre lo que pasará por la crisis de salud. Esto, podría derivar en el desarrollo de trastornos como la depresión.

Al término de la Jornada Nacional de Sana Distancia y en el marco del inicio de la Nueva Normalidad, el 13 de junio de 2020, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que del 25 de mayo al 11 de junio, recibió mil 379 solicitudes para orientación y atención sobre salud mental en todo el país.

El sistema médico público informó que en todos los casos se brindó atención psicológica y los principales motivos de llamada fueron ansiedad, trastornos del sueño, miedo, estrés, irritabilidad, tristeza, depresión, ideas suicidas, adicciones y conductas violentas.

También dio a conocer que clasificó como leve el 39 por ciento de los casos de atención, moderada el 57 por ciento y el 3 por ciento como severa.

Ciclovías para ayudar

El aumento de usuarios en las ciclovías temporales de Insurgentes y Eje 4 Sur es una buena noticia tras la pandemia por COVID-19, porque significa que más gente se siente segura de transportarse en bicicleta y también tendrá mejoras en su salud emocional, afirma Cristina Heliane Rosas Balán, consultora en temas de salud pública.

Además, podría motivar a pacientes con depresión y ansiedad a hacer una actividad física cotidiana.

“Sin duda es un auxiliar en el tratamiento de la depresión, la propia OMS ha destacado que aunque estemos aislados tratemos de hacer 15 minutos de actividad física, y si alguien sale y usa la ciclovía aunque sea en un traslado corto, será un beneficio”, explica.

Además de que la actividad física hace que el cerebro libere serotonina —que regula y mejora el estado de ánimo— reduce la ansiedad por trasladarse con riesgo de contagio en el transporte público.

“Mucha gente no puede hacer homeoffice y tiene que salir. Exponerte en el transporte público a un contagio, genera estrés y ansiedad. Ahí también la bici resalta como un medio que quita esa sensación de inseguridad”, explica.

Desde el inicio de la contingencia sanitaria en marzo pasado, organizaciones como Bicitekas y El Poder del Consumidor impulsaron los proyectos de ciclovías emergentes.

Lo anterior debido a que la bicicleta es una forma de transporte que garantiza la sana distancia de un metro y medio entre una persona y otra que evita contagios del nuevo coronavirus.

Otro beneficio, explica Rosas Balán, es que al ir en bici el cuerpo recibe la luz del sol y la vitamina B3, cuya reacción química ayuda a tratar la depresión.

Por ello, considera, las dos ciclovías temporales deben convertirse en permanentes.

Rezago en el tema

Además de los beneficios en salud mental inmediatos, las ciclovías ayudan a que la Ciudad de México salga del rezago en el que se encuentra en esta materia.

Cristina Heliane Rosas Balán menciona que la Ley de Salud Mental local, reformada en 2014, es la más avanzada del país porque establece la creación de un Consejo de Salud Mental, pero hasta el momento no se ha conformado.

Por otra parte, dice, el gobierno actual no dio continuidad a la Clínica de las Emociones, inaugurada durante la gestión de Miguel Ángel Mancera.

En su lugar creó el Núcleo de Bienestar Emocional (NUBE), el cual se limita a la atención de jóvenes y adolescentes.

Por ello, la especialista considera que la salud mental ha sido desatendida y las ciclovías emergentes son una acción que debe ser permanente para contribuir al tratamiento de los padecimientos emocionales.

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