Peña Neder: un reo peligroso
Su perfil criminológico lo destaca como un sujeto peligroso que no puede estar en una prisión normal. Es Juan Iván Peña Neder, ex coordinador de asesores de la Secretaría de Gobernación y líder de una banda que traficaba con permisos para casinos.
Armando EstropSu perfil criminológico lo destaca como un sujeto peligroso que no puede estar en una prisión normal. Es Juan Iván Peña Neder, ex coordinador de asesores de la Secretaría de Gobernación y líder de una banda que traficaba con permisos para casinos.
El temor de los expertos es que su conducta pueda influir en los demás reclusos y por eso debe estar en un penal con instalaciones y cuidados especiales. Una serie de oficios de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Michoacán y de la Secretaría de Seguridad Pública Federal establecen que, con base a este perfil criminal, se solicitó que fuera trasladado del penal de esa entidad al de alta seguridad en Matamoros que está a cargo de la Federación.
Peña Neder está en prisión por la causa penal de violación en contra de su ex esposa Talía Vázquez Alatorre. Además de que está acusado de haber entregado 800 mil dólares al senador panista, Roberto Gil, a cambio de gestionar un permiso municipal para instalar un casino en Querétaro.
En el oficio SSP/SSPF/OADPRS/11926 la Secretaría de Seguridad Pública Federal con fecha del 27 de marzo del 2012, informa a su homóloga en el Estado el traslado de siete reos, de acuerdo a un convenio, a fin de que los prisioneros del fuero federal y los que requieren de atenciones especiales por su perfil delictivo no estén en penales a cargo de los Estados.
El primero de la lista
La lista de los prisioneros a trasladar la encabeza Juan Iván Peña Neder. Entre los trasladados, además del ex funcionario del gobierno panista, están integrantes de los cárteles de la droga que operan en todo el país.
“El sistema se encuentra colapsado por internos sentenciados y procesados relacionados por la comisión de delitos de alto impacto, mismos que pertenecen a las organizaciones criminales denominadas: Los Caballeros Templarios, Familia Michoacana y Zetas”, dice el documento oficial.
En otro documento se detalla, un mes después, el 30 de abril de 2012, los motivos por los que las autoridades estatales decidieron realizar su cambio. Y es que el secretario de Seguridad Pública en 2012, Elías Álvarez Hernández, consideró que Peña Neder es uno de los líderes que se disputaba el control del centro de readaptación “David Franco Rodríguez” por lo que estaba en peligro de ser atacado por bandas rivales.
“Juan Iván Peña Neder es una de las personas que detentan poder y control en el centro de readaptación social, considerado además como líder y que grupos rivales han intentado privarlo de la vida, lo que motivó que esta Secretaría lo incluyera en una propuesta para su reubicación a otro Centro Penitenciario”, dice el documento en respuesta a una solicitud de información por parte de Ernestina Pimentel Pineda, Juez Cuarto de Primera Instancia en Materia Penal en el Estado de Michoacán.
En el diagnóstico clínico criminológico realizado a Peña Neder, como parte de la causa penal que se le sigue, se encontró que es un delincuente primario con el nivel de peligrosidad máximo.
El criminólogo José Alfredo Reyes Espinoza, encargado de este estudio y con cédula profesional 4007330, refiere que: “El sujeto presenta capacidad de persuasión y manipulación, que puede exteriorizar la violencia de manera explosiva hacia los demás, (por lo que) deberá permanecer en área de conductas especiales para prevenir conflictos con la población penitenciaria”, dice el informe realizado por el perito de la Subsecretaría de Prevención y Reinserción Social y que tiene como clave de identificación JaRe/05/AC21.
En su ingreso al Cefereso de Matamoros, se le practicó otro examen psicológico para determinar su perfil y dio resultados similares al primero.
En esta ocasión fue hecho por las especialistas Miriam Martínez González y Norma Alicia López Flores, determinando que cuenta con los radicales criminológicos de índice de peligrosidad alto.
“El interno posee una expansión criminógena determinante, asumiendo en su rol capacidad de liderazgo, siendo la peligrosidad de tipo manifiesta. La criminalidad practicada es de tipo formal, la peligrosidad se considera intermitente. Por lo anteriormente expuesto, se determina que cuenta con radicales criminológicos que lo llevan a presentar un índice de peligrosidad alto. Por lo que cubre con el perfil para permanecer en los centros federales”, afirman las investigadoras.