El presidente Enrique Peña Nieto tuvo que hacer uso del avión presidencial de reserva, que había sido ‘jubilado’ desde diciembre de 2015, para viajar a Puerto Vallarta, Jalisco, pues el nuevo tuvo una falla en el sistema electrónico.
El nuevo avión presidencial, un Boeing Dreamliner 787-8, que fue bautizado como TP01 José María Morelos y Pavón y cuyo costo aproximado es de 7 mil 560 millones de pesos (contando mantenimiento, operación y arrendamiento) presentó una falla en una de las tarjetas de su sistema electrónico.
Se espera que a las seis de la tarde el mandatario mexicano inaugure la XII Cumbre de la Alianza del Pacifico, el mecanismo internacional que impulsa el crecimiento, desarrollo y combatividad de los países miembros.
El avión que presentó la falla es uno de los que el virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha ofrecido vender una vez que asuma el poder.
El costo neto del Boeing 787-8 fue en el 2012 de 218.7 millones de dólares, cuando el tipo de cambio era de 13.50 pesos, aproximadamente, por dólar.
A inicios de julio, Andrés Manuel López Obrador reveló que ya se encontraba en pláticas con la empresa Boeing para la venta de la aeronave.
“Ya se está buscando una relación con Boeing para lo del avión presidencial. La idea es venderlo, no perder dinero. Que se venda en lo que vale. Pero no me voy a subir a ese avión”, afirmó López Obrador en una conferencia posterior a una reunión que tuvo con legisladores electos de Morena, el PT y el PES.
El virtual presidente electo señaló que se está haciendo ya un inventario de las aeronaves que son propiedad del gobierno federal y que se venderán en el corto plazo.