Perseguido por su pasado

El nuevo director adjunto del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Rafael Castro González, no solo ha estado involucrado en un escándalo.

Además de la polémica llamada que provocó despidos en el gobierno y la iniciativa privada (Laboratorios Novartis) por presuntamente comprar información sobre las licitaciones del IMSS se une un caso más.

En sus años mozos fue asistente personal de Ignacio Gómez Roch en Servicios Metropolitanos (Servimet) en la administración del priista, Óscar Espinosa Villarreal, el último y polémico regente del Distrito Federal.

Armando Estrop Armando Estrop Publicado el
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El 3 de agosto de 1998, ya con la administración de Cuauhtémoc Cárdenas el presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la ALDF, Ricardo Martínez Atala, dijo que se habían descubierto serias irregularidades en la gestión de Gómez Roch, jefe directo del nuevo directivo del AICM

El nuevo director adjunto del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Rafael Castro González, no solo ha estado involucrado en un escándalo.

Además de la polémica llamada que provocó despidos en el gobierno y la iniciativa privada (Laboratorios Novartis) por presuntamente comprar información sobre las licitaciones del IMSS se une un caso más.

En sus años mozos fue asistente personal de Ignacio Gómez Roch en Servicios Metropolitanos (Servimet) en la administración del priista, Óscar Espinosa Villarreal, el último y polémico regente del Distrito Federal.

Desde el organismo desconcentrado se hicieron una serie de contratos con empresas, ventas de terrenos y préstamos empleados que fueron detectados en la cuenta pública de 1995 y desataron un problema legal por más de una década.

Las acusaciones llegaron a el Asamblea Legislativa del Distrito Federal y la Cámara de Diputados.

El 3 de agosto de 1998, ya con la administración de Cuauhtémoc Cárdenas el presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la ALDF, Ricardo Martínez Atala, dijo que se habían descubierto serias irregularidades en la gestión de Gómez Roch, jefe directo del nuevo directivo del AICM.

El diario La Jornada lo publicó.

El diputado local perredista aseguró que los resultados de la cuenta pública de ese año mostraban una vez más el tipo de corrupción en el manejo de los recursos públicos en la administración priista.

“Hay certeza en las irregularidades y sospecha de malos manejos durante 1995 y 1996, y ya la certidumbre la darán las auditorías. Aún no concluyen los procedimientos administrativos, están en proceso y los resultados se podrán tener en 30 días. En caso de que se requieran consignaciones y otros procedimientos legales, ya saldrá a la luz pública. Por lo pronto, para la cuenta pública 1997 de Servimet se prevé solicitar por lo menos tres auditorías”.

Entre las irregularidades que detectaron en aquellos años en ese organismo fue que se habían hecho contratos irregulares con una empresa de nombre Expo-Mex a la que le habían dado excesivas consideraciones en los contratos.

Se hallaron además cuentas incobrables y ventas irregulares de terrenos. 

Un gran desorden en más de 100 terrenos que fueron vendidos mientras todavía estaban en renta y que habían sido enajenados por la Secretaría de Agricultura.

Y fue precisamente de esta gestión en la que estuvo Rafael Castro que se suscito el problema legal entre la empresa EUMEX y el Gobierno del Distrito Federal. 

Conflicto que duró hasta hace apenas unos años.

La empresa se dedicaba a poner publicidad en los parabuses del GDF bajo unas condiciones en las que no pagaban luz y ningún tipo de servicio al gobierno capitalino.

Se descubrió que el 3 de diciembre de 1997, un par de días antes de que se entregara la administración al gobierno electo de Cuauhtémoc Cárdenas, Serviment amplió la vigencia del contrato hasta 2012, prorrogable a dos plazos más de dos años cada uno, es decir hasta 2016.

Inicialmente quien tenía el contrato de los entonces cobertizos de los paraderos en 1992 era la empresa Cemusa, pero al quebrar se estableció un juicio que derivó en un convenio judicial para que Eumex asumiera en octubre de 1995 la titularidad del contrato, pero de acuerdo a reportes periodísticos de la época, Eumex apareció de la nada, con un capital de 50 mil pesos y adquirió una deuda de 16 millones de pesos.

Si bien nunca se mencionó el nombre del nuevo directivo del aeropuerto, su jefe siempre señalado por los legisladores perredistas. 

De esa última administración priista también se persiguió al propio ex regente Óscar Espinosa Villarreal quien fue extraditado de Nicaragua a México para ser juzgado pero quedó absuelto. 

En la Cámara de Diputados el 26 de octubre del 2004 se llevó el tema a la tribuna y desde ahí el legislador perredista Gilberto Ensastiga Santiago acusó que la empresa Eumex estaba vinculada a Fernando Gómez Roch, hermano del titular de Servimet y jefe de Rafael Castro González.

En defensa de este tema salió otro personaje polémico, el entonces boxeador y diputado Jorge Kahwagi. 

De acuerdo al Diario de los Debates Ensastiga arremetió contra la defensa del boxeador: “Usted hace algunos días entregó una medalla a José Sulaimán y esa medalla si no me equivoco, usted la entregó y la compró. En este caso de Eumex quiero decirles que se patrocinó usted en toda la Ciudad de México en los parabuses. Seguramente el favor que hoy viene a presentarnos quiere pagarlo. ¿Qué hay detrás de Eumex?”.

Rafael Castro González es hoy el director general adjunto del aeropuerto, encargado de la comercialización de los espacios publicitarios, de los estacionamientos y la zona de tiendas.

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